Los silbatos de los agentes de Tránsito no dejan de sonar sobre la calle 20 de Noviembre, tratando de agilizar el tráfico en el primer cuadro de la capital del país, un reflejo de que la Ciudad de México está en pie, como asegura el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a un mes del terremoto que la sacudió.
Los silbidos se escuchan con total claridad en la biblioteca del mandatario capitalino, donde hace para EL UNIVERSAL un balance de lo que se ha hecho y falta por hacer. Vestido con su ya clásica chamarra azul marino que tiene los logotipos del escudo nacional y de la CDMX bordados, Mancera Espinosa dice que urge mejorar y actualizar de manera permanente los protocolos de actuación ante contingencias como las que se vivieron el pasado 19 de septiembre.
También cuestiona la tramitología del gobierno federal para la liberación de los recursos, lo que ha frenado la ayuda no sólo a la Ciudad de México, sino a todos los estados afectados por el sismo de magnitud 7.1.
Entre sus planes inmediatos está presentar en un mes, a más tardar, su plan de reconstrucción de la capital, que avizora será transexenal, incluyendo a la próxima administración. Entonces tomará las definiciones sobre su futuro político, entre las que se encuentran ser candidato a la Presidencia de la República en el Frente Ciudadano por México, al que pide que haya reglas claras en la definición de los candidatos y no “un dedazo” o acuerdo de facto para designarlas.
Así como está en pie la Ciudad, lo está el deseo de ser Presidente de la República. Cargo desde el que modificaría muchas de las reglas de operación para liberar recursos que permitan atender contingencias como temblores, huracanes, inundaciones y sequías, entre otras.
Se mencionó que su administración tiene 9 mil 400 millones de pesos para la reconstrucción y que ya liberaron tres mil, ¿se va a requerir más dinero?
—La Ciudad de México tiene un fondo de contingencia para estabilizaciones fiscales; sin embargo, 30% de ese fondo, que son esos 3 mil millones, está destinado específicamente para una emergencia.
Si tuviéramos que usar más dinero, tendríamos que ver cómo juega la estabilidad fiscal para disponer del dinero. De cualquier manera va a venir otro cierre de ejercicio y vamos a poder alimentar de nuevo nuestro fondo.
¿Era necesario pedir deuda a la Cámara de Diputados como lo hizo el secretario Édgar Amador, al solicitar mil millones más?
—No. Yo todavía no he firmado una solicitud de deuda y tampoco la he solicitado.
El planteamiento era una deuda de 4 mil 500 millones de pesos para el próximo año y el secretario pidió mil más, ¿es así?
—Hay que pensar en algo muy importante, nosotros no podemos pedir deuda para la reconstrucción, la deuda solamente la puede utilizar para infraestructura y eso va a depender de cómo quedemos en infraestructura. Si yo pidiera deuda, ya sean los 5 mil o los 5 mil 500 millones de pesos, tendría que ser para un tema específico de agua.
El Presidente de la República decía que se requerían 46 mil millones de pesos para la reconstrucción del país, ¿cuánto se requiere para la Ciudad?
—Mira, son cifras que se van sumando, porque cuánto le va a costar al gobierno la reconstrucción, no es lo mismo que cuánto le va costar la reconstrucción de la Ciudad. ¿Por qué?, porque intervienen seguros, hoy [ayer], por ejemplo, entregamos cheques de Infonavit, 200 millones de pesos en cheques y esos 200 millones ya no me van a contabilizar a mí, aunque sí forma parte de lo que cuesta la reconstrucción.
¿Pero un estimado no se tiene?
—Yo no me aventuraría a decir una cifra de lo que costará.
¿Qué le corresponde al Gobierno de la Ciudad de México reparar?
—La Ciudad de México tiene que buscar cómo ayudar a la población, nos corresponden vialidades, infraestructura, que todos los servicios funcionen. A nosotros corresponde reforzar nuestros programas de ayuda de renta, de mejoramiento de vivienda, colocar el dinero en los fondos de reconstrucción, eso sí es tarea pura de reconstrucción, 800 millones colocados en la hipotecaria.
Ahora ya tenemos casi mil solicitudes de créditos hipotecarios, estás hablando de cerca de mil 500 millones de pesos, entonces va a ser muy importante.
En un principio se le cuestionó que como jefe de Gobierno no salió a las calles, ¿fue así?
—Es que yo sí salí a las calles, pero yo tengo todas las fotografías de cuándo y cómo salí…
Se replegó y operó desde el C5, pero nunca se le vio en las calles, tal vez removiendo escombros.
—Eso es lo que evite, que después me fueran a criticar por un protagonismo y que hubiera dejado de atender otras tareas; pero estuve en varios lugares, yo tengo mis fotografías y mis registros de dónde estuve.
El primer día estuve en el Colegio Enrique Rébsamen, en Álvaro Obregón, en Salamanca, estuve en la parte de Benito Juárez. Estuve en varios lugares, pero lo que evite es llegar con un aparato, con un grupo de personas cuando lo que se necesitaba era trabajo, pero si se quieren ver las fotografías ahí las tengo.
¿Qué impresión le dejó cuando vio así a la Ciudad?
—Era muy frustrante, era muy difícil. Mira, por ejemplo, en el Rébsamen había un gran dolor, era un dolor muy especial que se vuelve mucho más agudo cuando hablas de niños o niñas, había mucho dolor ahí, había mucho sufrimiento.
Era muy difícil ver a la Ciudad lastimada, con edificios colapsados, la visita que hice a la calle de Puebla... por cierto, ahí te cuento una anécdota, porque al estar recorriendo la calle a los tres minutos de que me retiré se deslizó una losa y cayó exactamente donde estaba yo parado. Con diferencia de cinco minutos pudo haber un accidente muy grave, porque no sólo hubiera sido yo, sino el personal del Ejército que estaba, el secretario de Seguridad Pública que se encontraba en el lugar, hasta el oficial mayor estaba ahí; entonces sentía una gran impotencia por querer ayudar, porque salieran más rápido las cosas.
Pero había que ser también muy precisos, afortunadamente no tenemos un sólo rescatista lesionado o una persona lastimada de los voluntarios, afortunadamente todo salió muy bien.
Desde su perspectiva, ¿cómo se encuentra la Ciudad?
—A un mes la Ciudad de México está de pie, está dolida, de luto, pero en proceso de reestructuración, de recuperación, de trabajo, con un compromiso permanente con la gente, el Gobierno metido y comprometido en todas sus áreas para llevar a cabo las tareas que necesita la ciudadanía.
Todos los días estamos buscando cómo ayudar, cómo sumar con una persona más, cómo sumar, cómo ayudar con un crédito, con un inmueble reparado en esta clasificación que hicimos, cómo ir sumando con la entrega de escuelas para que puedan regresar a su actividad lo antes posible, cómo no dejar de pensar en cómo vamos a ayudar a todos aquellos que tienen inmuebles anteriores a 1985, para que puedan hacerse las reestructuraciones, una Ciudad que va a estar mucho mejor desde el punto de vista normativo.
¿El sismo no solo sacudió a la Ciudad de México sino también a la vida política?
—Sí. Cambiaron los tiempos, los escenarios... muchas cosas.
Concretamente para mí el descarte total de participar como candidato ciudadano. Déjame decirte que había muchas agrupaciones que estaban trabajando en ese tema, teníamos un buen número de firmas de personas que estaban dispuestas a participar, muchos grupos de independientes que habían manifestado la posibilidad del apoyo.
¿Sí iba en serio lo de competir como independiente?
—Iba en serio. Me decían o me argumentaban “por qué no te inscribes, se hace todo el trabajo que se tenga que hacer y hasta febrero hay oportunidad de formalizar”. Pero a mí me parece que no hubiera sido honesto decir, estoy en el Gobierno, pero ya me inscribí y sí voy. No se puede jugar por las dos vías, no se puede servir a dos amos. Entonces aquí ahorita el mandato y lo que manda es la Ciudad.
¿En qué escenario se ve?
—En este momento yo concentrado en la Ciudad de México… vamos a ver cómo juegan los tiempos, pero tampoco lo estoy diciendo de manera apresurada. Vamos presentando cada cosa que vamos dando, cada paso con cuidado, reforzando tareas poco a poco, bien hecho.
¿Los tiempos políticos hasta cuándo le dan para quedarse como jefe de Gobierno?
—Hasta finales de diciembre próximo. El proceso constitucional te marca separarte seis meses antes de la elección, ésta será en julio de 2018, entonces tienen que ser los seis meses que son precisamente hasta finales de diciembre.
¿Y se va a quedar?
—Yo tendré que analizar poniendo en primer lugar a la Ciudad, tendré que hacer una ponderación de cómo vamos, qué estamos presentando, si ya está el plan, cuáles son las líneas estratégicas, qué hay que hacer... eso es lo que yo voy a analizar.
¿No sabe entonces si va a ser jefe de Gobierno hasta 2018?
—No sabemos en este momento cómo vamos a ir avanzando, depende de mi Ciudad. Mi Ciudad es la que va a hablar. Parece que va bien, pero no hay que correr sino ir consolidando cada una de las tareas que vamos a echar a andar, todavía tengo anuncios, programas que quiero echar a andar.
Por ejemplo, ya estamos en el proceso de los 13 primeros inmuebles que van a ser derrumbados. Estaremos anunciando el siguiente bloque de demolición y con todas las personas afectadas por esto tenemos que hacer un trabajo de acercamiento.
¿Se ve en el Frente Ciudadano por México compitiendo por la Presidencia de la República?
—¡Sí me interesa!, ¡por supuesto que me interesa! Me interesa si es que hay un proceso democrático, un método que garantice que la ciudadanía opine, si no es un asunto de designación, de dedo flamígero, eso es importante que ocurra.
¿Se refiere que ya estuviera listo un pacto entre los partidos?
—Yo no creo en eso. Cuando entras a un Frente como éste no es con condiciones, al menos hasta donde yo me quedé no había condiciones. No es “yo entro pero la condición es ésta” o “te dejo entrar pero la condición es ésta otra”. Realmente lo que se estaba planteando y hasta las reuniones en que pude estar antes del sismo era que se pudiera trabajar, cambiar el régimen, era real y yo aún lo creo así.
¿Los panistas también viven un conflicto interno y dicen que Margarita Zavala también tiene cabida en el Frente?
—Si haces un método, un procedimiento para competir, yo creo que tiene abierta la puerta todo aque que quiera competir.
Es como este proceso de los independientes, ¿cuándo íbamos a pensar que para candidato a la Presidencia hubiera 80 y luego quedara una lista depurada de 40 independientes? Lo malo es que le digas a la gente que no puedes participar, porque nada más pueden participar dos, entonces cuál es el chiste si lo que se quiere es sumar con el Frente.
¿Pero usted se encuentra dentro de esa lista?
—Me gustaría estar, claro que sí.
¿Para cuándo cree que estaría tomando esa definición?
—Estaría tomando esa definición dependiendo de cómo avancemos.
Rodeado de los reconocimientos que ha obtenido a lo largo de su gestión y que decoran su biblioteca, Miguel Ángel Mancera retoma el tema de la falta de apoyo del gobierno federal, de homologar el tema de protección civil en los estados y de avanzar en el tema de la liberación de los recursos en casos de contingencia.
¿Todo esto se puede hacer desde la Presidencia de la República?
—Sí.
¿Se ve en la Presidencia?
—Yo creo que sí.