Reconstruir o morir
La reconstrucción es la última oportunidad para que Graco Ramírez concluya bien el sexenio. Ahí se fincan todas las esperanzas de que el perredismo se recupere y tenga posibilidades de competir en la siguiente elección. El plan de reconstrucción es bueno, pero el operador del proyecto no.
La reconstrucción es la única carta que queda al gobernador Graco Ramírez para concluir bien su régimen y poner al PRD en condiciones de competir electoralmente en el 2018. No hay otra opción ni tampoco tiempo para replantear el camino, las oportunidades se le fueron al ejecutivo y junto con ellas las posibilidades de maniobrar de otra manera en la sucesión. Si la reconstrucción no funciona, el futuro electoral, social, político y personal del tabasqueño será muy complicado en el 2018 y después de que entregue el gobierno.
Hay un Morelos distinto luego del sismo del 19 de septiembre. Antes de esa fecha el gobierno de Graco Ramírez enfrentaba un desgaste social muy severo como resultado de los muchos errores cometidos a lo largo del sexenio; la inseguridad, la desaceleración económica, los conflictos sociales y los pleitos con diversos sectores colocaron al régimen en un punto crítico que impidió a su titular concretar su aspiración presidencial y lo volvieron un gobernante mal visto dentro y fuera de Morelos.
El terremoto modificó las cosas radicalmente: la tragedia ofreció al tabasqueño una nueva oportunidad para que el mandatario mostrara un rostro distinto, para que se solidarizara con las víctimas y asumiera un rol de líder ante la crisis. Contrario a ello el gobernador fue temeroso, lucía desinformado, estuvo alejado de la crisis y lució insensible ante la desdicha. Graco se tardó en reaccionar, lo hizo mal y lo que más sobresalió de su actuación fue el intento de su gobierno de acaparar la ayuda para las víctimas del desastre.
A poco más de un mes del sismo el panorama social y político para el gobierno de Morelos es desolador: la imagen de Graco Ramírez cayó al nivel más bajo de todo el sexenio y la idea de que el gobernador y su esposa trataron de manipular la ayuda humanitaria quedó grabada en la mente de la sociedad. Ninguna otra acción del régimen ha podido contrarrestar esa idea ni cambiar la percepción colectiva de un gobierno que en lugar de ayudar a los damnificados intentó lucrar con la crisis.
Ya no hay forma de que Graco Ramírez y su gobierno se levanten de una situación así; la imagen de que los perredistas intentaron robarse la ayuda que llegaba para los damnificados no se va a poder cambiar y este concepto contrasta con la fotografía mundial que mostró México durante la tragedia. Más claro: mientras el mundo se sorprendía gratamente por la solidaridad de los mexicanos ante los sismos, apareció la historia de un gobernante que trató de lucrar con la ayuda humanitaria.
El mal manejo de las despensas para los afectados por el sismo marcó definitivamente al gobierno estatal y son un enorme motivo para estar enfadados con esta administración. Puede ser, como lo han dicho reiteradamente, que se trató de un mal entendido o de un “ataque político” en contra del gobernador, pero como quiera que se vea esta situación marcó de por vida al tabasqueño, hundió de manera definitiva a su gobierno y sentenció al PRD en el 2018.
Graco Ramírez no supo cómo actuar frente a la crisis, perdió una oportunidad de oro y mostró que no tiene ni la entereza personal ni el liderazgo político para enfrentar una crisis social como la del pasado 19 de septiembre. No hablamos de aspectos políticos o electorales, de lucha de poder entre grupos o de intereses institucionales, sino de un momento social en el que necesitábamos de un líder y no lo encontramos en la figura del gobernador.
Pero la vida continúa y siempre hay nuevas oportunidades; a la emergencia del sismo sigue la tarea de reconstruir las zonas afectadas y es ahí donde las autoridades tienen un nuevo chance de mostrarse cercanos a la gente. A nivel federal la contingencia por los sismos (7y 19 de septiembre) es bien manejada por el gobierno de la república, aplican un ambicioso programa de reconstrucción y se implementan distintos planes de ayuda entregando los recursos directamente a la gente con la idea de reactivar la economía.
En Morelos se va a implementar un plan emergente que llegará por dos vías: federal y estatal. El mal manejo de la crisis post sismo no sólo hundió socialmente al gobierno de Graco Ramírez, también lo distanció del gobierno federal y lo dejó fuera del programa nacional de reconstrucción. Vista la manera tan desafortunada como se manejó la ayuda humanitaria, el gobierno de la república no permitió al estado meter mano en el plan de reconstrucción, ni mucho menos participar en el manejo de los recursos.
Ante ello Graco Ramírez planteó un fondo estatal paralelo “para ayudar a quienes no recibirían apoyo del Fonden”. Primero presentó un fideicomiso avalado por Transparencia Mexicana, mismo que se desechó cuando Transparencia Mexicana dijo que ellos NO avalaban el plan del gobernador de Morelos. Luego apareció otro formato de ayuda en donde se incorporarían fondos federales de los municipios, a lo que varios alcaldes se negaron, pues no confiaban en el buen manejo que a ese dinero le daría el gobierno estatal.
Al final quedó un esquema de ayuda al que se le han ido añadiendo recursos desde diferentes lados, incluyendo ahora el dinero del Morebús. Los daños que provocó el terremoto del 19 de septiembre ascienden, según lo ha calculado el gobierno estatal, a 5 mil millones de pesos, de ahí la importancia de reunir la mayor cantidad de recursos para apoyar a los afectados.
Reconstruir es el único camino que queda para que Graco Ramírez y su gobierno recuperen terreno frente a la sociedad. El plan de ayuda es la única vía para que esta administración se reencuentre con la gente y matice el mal sabor de boca que dejó el #DespensasGate. La apuesta del gobernador a la reconstrucción no es sólo un compromiso social, es una medida desesperada para tratar de salvar a su régimen y evitar que la tragedia política y personal le alcance al final de su administración.
Pero reconstruir no es una tarea sencilla, ni tampoco rápida. Aún suponiendo que el mandatario consiga el dinero necesario para implementar este plan de ayuda, se requiere de un enorme esfuerzo y buen manejo para que la idea funcione. Con los antecedentes que hay en este tema y alrededor de esta administración, lo primero que se necesita para que la gente valore la reconstrucción es confianza… y confianza es lo menos que inspira el encargado del programa Sergio Beltrán Toto.
Operativamente hablando veamos lo que falta:
1- El programa de reconstrucción debe concretarse legalmente y obtener los recursos financieros y la información técnica necesaria para ponerse en marcha lo antes posible.
2- Además del dinero y el padrón de afectados, se necesita de la identificación precisa de los lugares que se van a reconstruir y la información técnica para comenzar la edificación de casas.
3- Iniciar la tarea de reconstrucción masiva implica una logística enorme que incluye aspectos técnicos, económicos, geográficos, sociales y hasta culturales. No se trata sólo de llegar con material de construcción, se requiere del trabajo social previo para que las personas estén de acuerdo con lo que se va a hacer.
4- El tiempo de construcción y el manejo informativo del tema es fundamental; reconstruir las zonas afectadas no será una tarea sencilla ni mucho menos rápida; suponiendo que se tengan los recursos y se haya socializado el tema, la labor arquitectónica y el manejo mediático son vitales para que el esfuerzo sea apreciado. A la gente le interesa recuperar un espacio físico para vivir, pero al gobierno le importa mucho que los ciudadanos perciban y valoren el esfuerzo de reconstrucción.
Si el plan de reconstrucción funcional, el gobierno estatal y el PRD habrán recuperado un poco del terreno perdido tras el terrible manejo de la ayuda humanitaria para las víctimas del sismo. Aún en ese escenario el panorama es complejo para el Sol Azteca, pero el programa les concedería la oportunidad de regresar a las calles y presumir que están levantando al estado.
Si la reconstrucción no logra sus objetivos, ya sea porque los recursos no fluyen de manera adecuada, no da tiempo, no se comunica o porque la sociedad no aprecia el esfuerzo, el gobierno estará enfilado a una peligrosísima crisis de fin de sexenio y su partido quedará sentenciado electoralmente antes de que se instalen las urnas.
La apuesta por la reconstrucción de Morelos es alta y es la única alternativa que le queda al gobierno de Graco Ramírez para cerrar medianamente bien su régimen. El esfuerzo es loable, pero erróneamente se hace a través del peor subsecretario del gabinete, a quien se le considera un sinónimo de corrupción y se le acusan de diversas tropelías.
Es imposible confiar en que las cosas se harán bien, cuando el encargado de hacerlas es un pillo.
- posdata
Víctor Saucedo Perdomo dice que buscará la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca; lo comenta durante la última sesión del consejo político de su partido en Morelos.
Saucedo es un político recio, ordenado, estructurado, cuyo estilo contrasta con el de muchos de quienes hoy dicen hacer política en Morelos. Desde hace varios años el priísta está en la Lotería Nacional, en donde ha tenido un manejo pulcro que le ha ganado reconocimiento y permanencia en un alto cargo federal.
Víctor no es un chavito, no es sonriente, no patea balones, no cuenta chistes, ni tampoco anda tuiteando ocurrencias. El abogado es un hombre serio, cuidadoso de sus pasos y de sus expresiones, meticuloso en su actuar y respetuoso del estado de derecho. Es quizá lo que le hace falta a una ciudad como Cuernavaca que carece de orden, planeación y proyecto de gobierno.
- nota
El Frente Amplio era parte fundamental del discurso político de Graco Ramírez en los últimos tiempos. Desde que anunció su deseo de ser candidato presidencial hasta que se ungió a si mismo como uno de los orquestadores de una gran alianza nacional contra el PRI, el tabasqueño se la pasaba hablando de las bondades del acuerdo entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano.
De un tiempo a la fecha el perredista dejó de hablar del tema, ya no lo refiere ni tampoco realiza sus clásicos videos ensalzando las maravillas del frente amplio opositor.
¿Será porque el Frente Ciudadano por México ya se desmarcó del gobernador de Morelos? ¿O quizá porque desde hace semanas ninguno de los dirigentes nacionales de los tres partidos le toma la llamada al tabasqueño?
- post it
Así anunció el gobernador Graco Ramírez la cancelación del Morebús y la reorientación del dinero para la reconstrucción del estado:
“Tenemos un techo financiero de 500 millones autorizados por el Congreso, que era el financiamiento que le tocaba poner al gobierno del estado; de esos 500 millones vamos a ver con el Congreso que nos permitan usarlos, cambiar el contenido del uso de ese crédito para orientarlo a tareas de reconstrucción.
Creo que esa decisión hay que tomarla, no podemos ser insensibles; sí requerimos del transporte, sí hay que modernizarlo, pero nos somos los mismos después del 19 de septiembre y no podemos estar actuando ante un fenómeno extraordinario de manera ordinaria; hay que tomar decisiones extraordinarias para invertir y sacar adelante al estado, hay que usar el dinero autorizado para el Morebus para la reconstrucción del estado.
… Ya estábamos muy avanzados (en el Morebús), ya teníamos el consenso de la mayoría de los transportistas para hacer las empresas, ya estábamos listos para arrancarnos… tenemos que ajustarnos y ajustarnos implica mantener la Beca Salario, mantener los programas de mujeres, continuar el mantenimiento de las plantas de tratamiento de agua… tenemos que hacerlo, es un proyecto muy importante para Morelos pero no podemos actuar con la obsesión de qué se trata de una decisión tomada; no podemos ser los mismos después del 19 de septiembre.”
- redes sociales
Hace un mes la primera dama de Morelos dijo que saldría de las redes sociales ante la crítica que recibió luego del #DespensasGate. Anunció su retiro de Twitter porque se asumió víctima de quienes de manera dolosa y ofensiva la perseguían y la acusaban de cosas falsas.
… Pero sigue tuiteando. Nunca se fue.
Comentarios para una columna sonriente:
TW: @eolopacheco
FB: Eolopachecomx
Instagram: eolopachecomx