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PEPE GRILLO

Batalla CDMX

Hasta antes del malogrado operativo para destapar a Claudia Shienbaum, la elección en la Ciudad de México parecía decidida a favor de Morena.

Fue un acto fallido. A partir de ese momento lo que parecía un triunfo  seguro se transformó en  moneda en el aire.

Ricardo Monreal, delgado en Cuauhtémoc, quedó suelto. Libre para tomar cualquier camino.

Y luego vinieron los sismos y los delegados de Morena, incluida Shienbaum, quedaron expuestos en su verdadera y disminuida estatura.

A todo lo anterior hay que sumar la creación del Frente Ciudadano y la llegada a la ciudad del mexiquense  Eruviel Ávila. Las fichas se movieron.

Será una batalla durísima. Hoy nadie la tiene segura.

 

Contra golpe

El dirigente nacional del PAN, y uno de los principales impulsores del Frente Ciudadano, Ricardo Anaya, insiste en  que su partido no pedirá la opinión de los ciudadanos para elegir candidatos porque el PRI se podría meter en el proceso.

Por eso decidirán entre pocos, los que él controla.

Lo ha dicho varias veces y finalmente uno de los dirigentes del tricolor respondió. Le tocó al diputado  César Camacho, coordinador parlamentario en San Lázaro, dar el contra golpe.

Dijo que Anaya se da por vencido. “Si el PRI es capaz de intervenir en las elecciones internas del PAN, imagínense en las constitucionales. Así muestra Anaya  su incapacidad de llegar a Los Pinos. Tiene razón”.

 

Desde la Quebrada

El calor de Acapulco desató la fiebre, pero por las candidaturas que están en puerta.

Resulta que el presidente municipal de ese puerto turístico, Evodio Velázquez, ya piensa en brincar de ese cargo para buscar un escaño en el Senado.

¿Y a quien creen que quiere dejar para mantener esa alcaldía?

Por la Quebrada dice que a su esposa, Perla Edith Mendoza, quien dice, tiene los atributos para mantener ese cargo para el PRD. 

¿Alguien  más pensará  lo mismo?

 

Segunda  oportunidad

Al interior del PAN se dice que la fractura ocasionada por la salida de Margarita Zavala no es nada comparado con lo que se viene.

Por lo que los aspirantes que han levantado la mano piensan que ante la situación comprometida de Ricardo Anaya, al que algunos ven acorralado, pueden tener una  segunda oportunidad.

Uno de ellos, el gobernador Miguel Márquez, aseguró que él tiene la medicina para vencer a López Obrador pues en Guanajuato Morena ni pinta, nadie lo pela.

Le mandó decir al tabasqueño que del plato a la boca se cae la sopa y al Peje ya le ocurrió dos veces. Márquez quiere que sus correligionarios se acuerden de los gobernadores del blanquiazul a la hora de tomar las decisiones que vienen.

pepegrillocronica@gmail.com

Ámbito: 
Nacional