I. Nada que festejar. Justo hace un año, Édgar Olvera, alcalde de Naucalpan, Estado de México, celebraba Día de Muertos muy sonriente disfrazado del personaje de televisión Albertano. Hoy poco hay que festejar. Con el municipio en crisis por la violencia, con muertos cotidianos en el transporte público y hasta en cafeterías, como sucedió esta semana, además de la ciudadanía molesta por los cobros de parquímetros manejados por empresas poco transparentes, ya perdió toda credibilidad. Los naucalpenses se organizan solos ante el pasmo de su edil. Y lo peor es que los regidores panistas del municipio le rechazaron una iniciativa que presentó el viernes pasado. ¿Y así quiere reelegirse? No lo logrará.
II. Cumplidores. Como siempre, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hizo su parte. Ha sido un año de logros académicos y de la mayor muestra de solidaridad educativa, tras los sismos, al recibir a miles de estudiantes adicionales al récord histórico, eso sí, apretándose el cinturón. El rector Enrique Graue ha construido alianzas con universidades de todo el continente en favor de la defensa de los dreamers y ahora corresponde al Congreso apoyar a la mayor universidad del país en la repartición final del Presupuesto 2018. Hoy Graue se reunirá con la Comisión de Presupuesto en crucial encuentro. Un ajuste a los recursos de la UNAM es lo que corresponde. Hay que estar a la altura; todos.
III. Todo para acá. Siete meses tuvieron congelada la iniciativa ciudadana para reducir el 50% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios aplicable a combustible y gasolina, y cuando la retomaron fue para decirle no a la propuesta. La Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados desechó la propuesta por considerarla inviable para las finanzas públicas del país. La iniciativa que reforma la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios fue presentada por la diputada del Partido Revolucionario Institucional con licencia, Ivonne Ortega, junto con 404 mil 324 firmas. ¿Y así quieren ciudadanizar la política? Van bien.
IV. Cobijo. A pesar de que un juez de control impuso tres medidas cautelares a Héctor Quiroz García, líder del Partido del Trabajo en Aguascalientes, durante la audiencia inicial en su contra por el delito de recursos de procedencia ilícita por 100 millones de pesos, su partido lo apoya. Deberá firmar cada semana, presentar pasaporte y visas, y pagar una garantía de 600 mil pesos. El desvío fue entre 2012 y 2017, y el dinero, que habría salido del gobierno de Nuevo León, sería destinado para Centros de Desarrollo Infantil, pero terminó en cuentas bancarias de particulares. Alberto Anaya, líder del PT, lo califica como persecución política. Todos son iguales.
V. Más pretextos. Si los legisladores estaban esperando otro tema para eternizarse y seguir cobrando sus quincenas sin hacer mucho a cambio, el tema de Santiago Nieto, destituido titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), les cayó del cielo. Un grupo de 34 senadores de oposición tomaron la tribuna del Senado de la República para “reventar” la sesión del Pleno e impedir así que se votara el acuerdo de la Junta de Coordinación Política para el proceso de remover o restituir a Nieto. Ernesto Cordero dio por concluida la sesión y citó para este miércoles al Pleno para intentar votar el acuerdo. Cada vez les es más difícil ponerse de acuerdo. ¿Qué pretenden?