CUENTAN en el Instituto Politécnico Nacional que su director, Enrique Fernández Fassnacht, ya no quiere queso sino salir de la ratonera.
Y QUE, ante el prolongado paro estudiantil de plano puso su cargo a disposición del presidente Enrique Peña Nieto.
SEGÚN ESTO, ayer mismo habría presentado una carta en ese sentido y, al menos por el momento, tal parece que nada se ha decidido al respecto.
¿Y POR QUÉ la envió a la Presidencia y no al secretario de Educación, Aurelio Nuño? Porque, a pesar de depender de la SEP, el director del IPN es nombrado directamente por el titular del Poder Ejecutivo.
LO CIERTO es que el conflicto, que debió terminar el miércoles, todavía no tiene para cuándo ya que los estudiantes no han regresado a clases y están convocando a una marcha a Los Pinos para el lunes.
NO SÓLO ESO, a principios de la semana eran 11 las unidades académicas cerradas y ayer ya eran 13.
ASÍ ES QUE no sería raro que, en el curso del fin de semana, se tome una decisión en torno a Fernández Fassnacht... si no es que antes escucha la clásica porra politécnica: ¡A la cachi-cachi-porra, porra!
COMO BUEN médico que es José Narro Robles ha estado haciendo asepsia en varias áreas de la Secretaría de Salud desde que asumió su titularidad.
Y CUENTAN que ahora le toca el turno a la Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud, área que aporta millonarios recursos a los estados para diferentes programas de salud.
SEGÚN ESTO, el tratamiento que el doctor Narro busca prescribirle a esa área comenzará con una muy completa batería de pruebas... y no de laboratorio, sino auditorías que le solicitará a la Secretaría de la Función Pública.
Y A QUIEN le tocaría la amarga medicina del despido sería al titular de esa dirección, Alberto Jonguitud, quien durante su paso como delegado del ISSSTE en Hidalgo se vio aquejado por un escándalo relacionado con presuntos actos de corrupción.
A VER SI no resulta que el aún funcionario tuvo una recaída.
EL DEBATE por la gubernatura de Puebla de anoche tuvo un par de protagonistas inesperados además de los cinco candidatos: el gobernador Rafael Moreno Valle y el ex mandatario estatal del PRI Mario Marín.
DESDE el arranque, la abanderada del tricolor Blanca Alcalá y la perredista Roxana Luna incluyeron a Moreno Valle en sus intervenciones, criticando en lo general su gestión y, en lo particular, sus gastos en imagen.
Y A LA HORA de la réplica, el panista Antonio Gali le recriminó a Alcalá su relación de cercanía con quien fuera conocido como el "Góber Precioso".
PERO QUIEN se llevó la noche fue la candidata independiente Ana Teresa Aranda, quien calificó a Gali y a otros panistas de la entidad como la versión pitufa del PRI.
A VER SI los aludidos no acaban azules... del coraje.
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