De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), fue necesario autorizarle a la petrolera la compra de 25 cargamentos de este tipo de combustible procedentes del Caribe, Nueva York, Europa, Asia y África, toda vez que “aun haciendo su mejor esfuerzo, le fueron cancelados 18 embarques de gasolinas, diesel y turbosina durante la contingencia en el estado de Texas”.
Sin embargo, subraya el organismo regulador en las Resoluciones RES/2102/2017, RES/2103/2017 y RES/2104/2017, “las especificaciones de calidad de dichos embarques son típicas de la región de origen” y, por tanto, estos combustibles distribuidos en la Zona Metropolitana del Valle de México no cumplían con las especificaciones de calidad establecidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016”, aunque según Pemex, estos productos no generarían impacto en el funcionamiento de motores automotrices.
La gasolina tipo Regular (similar a la Magna) que se distribuyó en septiembre tenía un contenido de oxígeno y presión de vapor distintas.
La Premium tuvo un número de octano y contenido de olefinas distintos a lo que exige la norma.
Para obtener el permiso, Pemex TRI reconoció que desde el 13 de septiembre de 2017 hubo condición de “emergencia para el suministro de gasolinas tipo Regular en el Valle de México, por inventarios críticos”.
La existencia de la fuerza mayor para el suministro de este producto afectó la zona de influencia de las Terminales de Almacenamiento de Azcapotzalco, Añil, San Juan Ixhuatepec y Barranca del Muerto.
En la Premium se vieron afectadas las mismas zonas, más Cuautla, Morelos e Iguala, Guerrero.
Consultada al respecto, Pemex dijo que “nunca vendimos gasolinas fuera de la norma. Por la emergencia suscitada por los fenómenos naturales y a fin de garantizar en todo momento el abasto a nivel nacional, realizamos importaciones de combustibles con especificación diferente, pero no con el propósito de ser distribuidos tal cual, sino para mezclarse con producción nacional”.
Pemex TRI había solicitado también vender estos combustibles fuera de especificación en el sureste del país, Guadalajara, Toluca y Querétaro tomando en cuenta que las terminales de almacenamiento de Veracruz, Campeche, Puebla, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, El Castillo, Zapopan, Toluca y Querétaro disponían de inventarios críticos, pero la CRE le negó la autorización para evitar “contaminación al medio ambiente que se genera al suministrar productos con especificaciones de calidad diferente”.
La negativa también fue porque la Premium que se importó, al no reunir especificaciones de la norma mexicana, “podía ser utilizada como Magna”, y así tenía que venderla.