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SERPIENTES Y ESCALERAS

Los escenarios cambiaron en Morelos después del sismo del 19 de septiembre; los perredistas deben replantear sus estrategias y tomar decisiones basadas en información real y análisis objetivos. Nada está escrito aún rumbo a la elección del 2018.

 

 

El sismo del 19 de septiembre cimbró a Morelos, modificó la imagen urbana en muchos lados, cambió la vida de miles de personas y alteró el escenario electoral rumbo a la sucesión. Nada es igual en el estado luego del terremoto, el golpe de la naturaleza fue tremendo y nos obliga a todos a ver las cosas de manera distinta. Los estrategas electorales de los partidos, particularmente los de la Revolución Democrática deben entender esta situación y actuar en consecuencia. Morelos no es el mismo después del 19-S.

No hay duda que la tragedia que dejó el movimiento telúrico del mes pasado representó un golpe fatal al gobierno del estado y puso a su titular en una situación por demás compleja. El escándalo de las despensas colocó a Graco Ramírez en el ojo del huracán, lo expuso como alguien que trató de manipular la ayuda y metió a su gobierno en una espiral de desgaste que lo acompañará toda su vida.

Pero además del gobernador la tragedia también golpeó al partido del Sol Azteca. La crítica al gobierno estatal ha sido enorme y de manera natural se traslada a su partido; a los perredistas el temblor los puso en jaque, les cambió los escenarios y complicó su tarea de ganar nuevamente la confianza de los ciudadanos.

A más de un mes del sismo el PRD no ha podido salir del impacto que les provocó la crítica hacia el gobierno estatal; muchos perredistas siguen escondidos, alejados de la gente, temen ser cuestionados por el manejo de la crisis y no saben cómo encarar este nuevo panorama. Algunos de ellos, como el dirigente estatal, comienzan a dar la cara, pero todavía no tienen una estrategia definida para afrontar los nuevos retos.

La definición de un plan electoral post sismo es fundamental para que el PRD pueda reponerse del 19 de septiembre. No se trata sólo de regresar en las calles o llevar apoyos, sino de entender que ante una situación extraordinaria como la actual se requieren medidas distintas a las habituales. El 2018 no se podrá ganar con la misma estrategia que antes.  

Entendamos algo: el terremoto del 19-S colocó a Morelos en todos los espacios informativos, hizo voltear la mirada hacia la tierra de Zapata y apenas unas horas después del movimiento telúrico expuso a un gobernador que en lugar de atender la crisis intentó manipular la ayuda humanitaria. Esa imagen quedó grabada en la mente de miles de ciudadanos porque contrastó con la enorme solidaridad de la población; de manera accidental o provocada, en las redes sociales y en muchos medios de comunicación se colocó a Graco Ramírez como el malo de la historia.

Los defensores del gobierno dicen que detrás de esta historia hay mano negra, que fue una manipulación informativa y un ataque político; puede ser, aún así el golpe está dado, es enorme y puso contra las cuerdas al perredista y a su partido. Hoy no se trata de echar culpas, sino de entender que el escenario político cambió y frente a ello el PRD debe actuar de manera distinta.

Ahí está la clave de la historia ¿Qué piensa hacer el PRD?

El sismo del 19 de septiembre pegó al gobernador, a su partido y al candidato más fuerte del Sol Azteca; ante ello es indispensable que los perredistas analicen sus escenarios, definan una nueva estrategia y comiencen a operar a marchas forzadas. Mantener la misma línea política y electoral que tenían antes del sismo es un error de cálculo que los va a llevar a la derrota. Hasta su actitud debe ser distinta.

El primer impacto del sismo en el PRD se puede sentir en el ánimo de muchos perredistas; para nadie es ajeno el desgaste del gobernador, ni tampoco el golpeteo al Partido de la Revolución Democrática. Como consecuencia el perredismo perdió capacidad de negociación en el Frente Amplio y puso en duda la postulación de Rodrigo Gayosso como cabeza de una alianza electoral en Morelos.

Con un escenario tan complejo los perredistas deben actuar con frialdad y tomar decisiones ajenas a pasiones personales. Ya no están en las condiciones que estaban antes del sismo, ni tampoco pueden confiar en el triunfo sólo a partir de los elementos a los que apostaban antes de la tragedia. El escenario cambió, las cosas se complicaron y en el PRD necesitan de mucho más que estructura y dinero para convencer a los ciudadanos en el 2018.

Los tiempos electorales están en marcha, antes del 15 de diciembre se deben formalizar las alianzas y el PRD tiene que ir con pies de plomo ante un escenario que puede dejarlos fuera del Frente.

Muchos perredistas se están jugando todo en la próxima elección, para algunos representa su última oportunidad en política y a otros los puede colocar en riesgo de perder su libertad. Lo que no se debe perder de vista es que de los tres partidos que conforman el Frente, el PRD es en Morelos el que tiene más fuerza y estructura.

El tiempo y las decisiones serán la clave del éxito o la derrota en el 2018, falta poco para que se formalicen las alianzas y muchas cosas pueden ocurrir todavía. Lo que se juega el PRD en el 2018 no es sólo una elección, es la continuidad de un proyecto de gobierno que involucra a muchos políticos.

  • posdata

El exceso de confianza puede hundir al proyecto político del alcalde de Cuernavaca. Cuauhtémoc Blanco es el personaje que mejor luce en las encuestas, pero el descuido en el manejo de la capital es un asunto muy delicado que en cualquier momento puede sacar de balance su plan electoral.

Aunado a ello hay otro factor peligroso: el fuego amigo. Dentro del ayuntamiento hay un claro divisionismo e interés de un grupo por pegarle a la gente cercana al alcalde, lo que complicaría la carrera hacia el 2018.

Un punto debe revisar el futbolista: a pesar de la enorme desconfianza política que le dejó su trato con los hermanos Lelos, es imposible ir a una campaña sin un equipo multidisciplinario.

El PES no ganará Morelos sólo porque en Bucareli lo quieran.

  • nota

Una nueva acusación surge en contra del delegado de la Sedatu en Morelos Rodrigo Peña Cepeda; esta vez fue el periodista Jorge Jiménez quien en un video afirms que al menos diez alcaldes lo señalarían por pedirles dinero de la reconstrucción.

No es la primera vez que el delegado federal está en el ojo del huracán por temas de corrupción; varias veces ha sido acusado por este tipo de manejos y siempre ha gozado del cobijo federal.

Rodrigo Peña Cepeda presume ser familiar del presidente de la república Enrique Peña Nieto, situación que hace tiempo fue expuesta por los propios trabajadores de la dependencia, quienes además lo acusaron de prepotente y misógino.

Las acusaciones contra el titular de la Sedatu en Morelos son nuevamente por corrupción, con la salvedad de que ahora trata de lucrar con la tragedia. Dice Jorge Jiménez que el funcionario se ha reunido en privado con presidentes municipales y les ha condicionado el apoyo federal para la reconstrucción a cambio de dinero para él.

Si no tuviera tan malos antecedentes podría pensarse que los dichos carecen de fundamento; el problema es que a lo largo de toda su gestión el delegado ha sido señalado por su falta de probidad y recientemente hasta por sus relaciones peligrosas: a Rodrigo Peña se le achaca una muy cercana amistad con el asesino del joven de la discoteca Attico en Cuernavaca.

Aparece una mancha más de corrupción en el tema de la reconstrucción en Morelos: primero Sergio Beltrán Toto y ahora Rodrigo Peña. Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho.

  • post it

El ausentismo en las sesiones del congreso local son cada vez más marcadas. En la última reunión del pleno sólo nueve de treinta lugares fueron ocupados a pesar de que se trataba de una sesión solemne.

El tema no es menor, en la agenda legislativa está presente el análisis del paquete económico y ni así acudieron los diputados. El ambiente legislativo es tenso, ya no se percibe la fortaleza del bloque mayoritario, ni tampoco ha madurado la oposición. Todo está en el limbo.

Estamos en la recta final de la legislatura, algunos integrantes de la 53 se preparan para ir a la elección y otros esperan formar parte de algún proyecto político. El cierre de ciclo tiene implicaciones distintas para cada uno de los diputados: en algunos se percibe el ánimo de competir y en otros es visible el interés de ahorrar para cuando no tengan cargo.

Las ausencias en la cámara denotan el desinterés que hay entre los diputados y la pérdida de liderazgo parlamentario; el divisionismo o una confrontación en este momento es políticamente es muy peligrosa para el gobierno estatal. Varios legisladores, cuentan, se sienten agraviados, utilizados e inconformes con el rumbo que llevan las cosas; analizan sus alternativas y se reservan el derecho de tomar decisiones en el futuro inmediato.

El congreso ha sido clave para que el PRD mantenga el control de muchas cosas en el estado, si pierden esa fuerza el cierre de sexenio será muy peligroso para los gobernantes. El presupuesto no será resultado sólo del análisis técnico del paquete económico, también reflejará la capacidad de negociación política en el parlamento.

  • redes sociales

Hace algunas semanas Raymundo Riva Palacio escribió un interesante análisis sobre lo que ocurre en Morelos. Los enemigos de Graco, fue el tituló que el periodista dio a su artículo. Esto es parte de lo publicado:

“… No se necesitaba un sismo para que el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, entrara en su espiral de conflicto. Pocas semanas antes, cuando una obra mal hecha en el libramiento de la autopista México-Acapulco provocó el socavón del Paso Exprés, el gobernador quiso quitarle a su administración toda responsabilidad en el siniestro y se peleó con los secretarios de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Se entendía el choque con el primero, al dirimir las responsabilidades en una obra federal, pero extrañó el segundo, que parecía gratuito… el fuerte enfrentamiento que tiene Graco con Osorio Chong no se ve y se trata de la disputa por el poder. 

… Al PRI lo ve desgastado en Morelos, pero no estaría contento con el regreso del PAN. La estrategia que se viene desarrollando meses atrás es la construcción de un candidato ganador en la figura del polémico pero altamente conocido alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco. El exfutbolista se confrontó con Graco incluso antes de tomar posesión como alcalde, y se distanció de sus antiguos patrones, los hermanos Julio César y Roberto Yáñez, del Partido Social Demócrata. Blanco ha sido acogido por Osorio Chong y sus asesores le han diseñado una estrategia electoral para competir el próximo año por la gubernatura, posiblemente bajo los colores del Partido Encuentro Social, que respira oxígeno en Bucareli. La molestia del gobernador debe ser enorme, pues no sólo fue incapaz de llevar a Blanco a la cárcel, como quería hacerlo al acusarlo de nexos con el crimen organizado, sino que ahora quieren ponerlo como rival a su hijastro. Si las encuestas hablaran, dirían que Gayosso no tiene posibilidad alguna frente a Blanco. De hecho, en la actualidad, no hay nadie que pudiera ganarle la gubernatura. A Graco debe preocuparle este escenario, porque esa candidatura es la suma de dos de sus principales enemigos, los que realmente cuentan y los que pudieran darle muchos problemas a su tranquilidad y sueño si el proyecto de Bucareli se concreta.”

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