Por la libre 1630 del 31de octubre del 2017 Por Ignacio Cortés Morales
1.- PRI sin cuadros y cerca de la indignidad 2.- Morena 3.- Frente 4.- Vera
1.- Bajo la sospecha de que está al servicio de Amado Orihuela, Alberto Martínez, en su calidad de presidente del tricolor en la entidad, sigue con sus movimientos erráticos, y el más significativo, después de las extensas críticas de su inoperatividad, se va directo a platicar con Vinicio Limón y nuevamente a invernar, cuando que es la hora en la que debe ser figura central en la política estatal, pero se reafirma que es mucho cargo para tan pequeño personaje que no tiene más ambiciones que llegar a esa posición, aunque sin la libertad para tomar las riendas, cuando que se sospecha que ni siquiera ha tomado posesión del puesto, y no se atreve a dar el primer manotazo en la mesa y asumir el liderazgo.
Mientras él vacila, su partido se sigue hundiendo, y el tiempo pasa y no se tienen candidatos ni a regidores, menos a la gubernatura, y por ello se insiste en ir a la caza de los que no tienen ni pizca de ser priístas, y, lo que es peor, igual sucede en el país, y se le hacen ojitos a José Antonio Meade que en el 2012, estando en el gobierno de Felipe Calderón, votó por Peña, en un reconocimiento a su ligereza ideológica que es peligrosa, porque quien traiciona una vez, lo hace siempre, y, si no es abanderado del Revolucionario Institucional, igual y no vota por ese partido, sino por el candidato del Frente, y quizá hasta termine aceptando un cargo en ese híbrido en el remoto caso de que triunfe.
Aquel PRI que un día dijo que no iría en alianzas con nadie, terminó por tragarse sus palabras y fue en alianzas; y ahora, para mostrar su nulo trabajo, sus vergüenzas, tiene que acudir hasta a candidatos externos porque descuidó sus cuadros y no tiene prospectos, fuera de una serie de cartuchos quemados, a nadie para ir a la lucha en el 2018, y por ello los santones no quieren ser candidatos, a menos que sean pluris, porque saben que mano a mano, voto a voto y casilla a casilla, es imposible ganar.
a.- El partido que llegó a ser el destino de los jóvenes, hoy ha envejecido, no tiene los cuadros de los que disfrutaba en otros ayeres, y no se vislumbra la ocasión del cambio.
b.- El partido de centro izquierda ha dejado el rumbo revolucionario para entregarse a los brazos de la derecha, olvidando sus intenciones, al menos de palabra, de ser progresista.
c.- Tras la gran represión y corrupción de Echeverría y López Portillo, los gobiernos se derechizaron, de Miguel de la Madrid a Peña Nieto, sin dejar la corrupción ni la represión.
d.- En este momento, en el país y en la entidad, no tiene un solo candidato con alcances suficientes para pelear, siquiera, con dignidad, por la presidencia y la gubernatura.
e.- Vuelve el partido al pasado, porque eso es la selección de candidatos por delegados, el regreso al bendecido dedazo, al tapado, a la voluntad del presidente; lejos de las bases
f.- Los candidatos que tiene son los cartuchos quemados de siempre; hoy externos o resignarse al fracaso.
g.- De ideología ni hablar; ésa se llenó de claroscuros, tanto que de lo que menos se habla es de principios, rumbo, destino, objetivos, franqueza, pueblo y bienestar social.
h.- Y vean en los medios, incluyendo las redes sociales, ¿a quién ve con la suficiente capacidad, no de ganar, sino siquiera para dar batalla?, y la respuesta es que a nadie.
i.- El PRI causa pena, a nivel nacional con un dirigente echador, bravero, frívolo y cínico; el de Morelos, inexistente, incapaz, sin principios, sin objetivos ni talento serio.
j.- Los 18 años alejado del poder hicieron mella; no hay capacidad, ni objetivos, ni el plan de trabajo que hable de justicia social, mejoramiento colectivo; todo es egoísmo.
2.- La ventaja del tricolor es que Morena tampoco tiene dirigente estatal, y, cerrando el paso a la ciudadanía, para competir por la gubernatura, se quedó sólo con Rabín y ya.
3.- En frente a nivel nacional se resquebraja; aquí, pese a la experiencia nacional, hay algunos que quieren copiar la idea, aunque la situación se encamina hacia el fracaso.
4.- Alejandro Vera salió delante de la crisis universitaria; es la hora de conciliar con los titulares de los sindicatos, con los trabajadores, los docentes, el alumnado y la sociedad; porque se trata de un porcentaje singular y en el que se han cifrado esperanzas de ver a un político serio, con sentido generoso y con el sello de un político que se necesita ya.