MORELOS, EN SEVERA CRISIS ECONÓMICA, POR IRRESPONSABILIDAD DE GRACO RAMÍREZ…
El sobreendeudamiento en que ha incurrido el gobierno de Morelos en los últimos tres años, ha provocado que esté a un punto de la quiebra técnica en sus finanzas, tanto así que hoy la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, señala con el semáforo ambar al estado en materia económica.
No es solamente la dependencia federal quien tiene al gobierno de Morelos en el vilo de estar prácticamente sin dinero, también las calificadoras internacionales y las propias instituciones bancarias.
Los informes de la SHCP establecen que la capacidad crediticia del gobierno de Morelos está agotada hasta el año 2034, cuando termine de pagar los créditos solicitados por la administración de Graco Ramírez que de cuatro mil 406 millones de pesos, solamente de este sexenio, actualmente es de casi nueve mil millones de pesos.
El endeudamiento del gobierno estatal, mantiene un 80 por ciento de los ministros que remite la federación hacia la entidad comprometido en el pago de la deuda y el 20 por ciento restante es para el gasto corriente.
De hecho, el Poder Ejecutivo para poder tratar de solventar el gasto corriente ha recurrido a diversas acciones, una de es solamente otorgar a las instituciones parte del recurso dirigido al pago de la nómina.
Para ello ha quitado recursos económicos que corresponden al financiamiento de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, a la que hoy mantiene en una severa crisis por atender los gastos personales del Jefe del Poder Ejecutivo y sus allegados.
Pero también el escamoteo de recursos está en el programa universal Beca-Salario, que al momento sigue sin darse a los estudiantes, a pesar de que el gobierno federal ya remitió los recursos a las cuentas bancarias del Poder Ejecutivo.
La insolvencia económica del gobierno del estado para atender la “Casa Blanca” de Morelos, los excesivos gastos de la dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática y los personales del Ejecutivo, también forman parte del desvío que hay y otorgar a cuenta gotas el suministro que corresponde a los municipios.
Eso lo sabe y tiene conocimiento la Secretaría de Hacienda y Crédito Público porque desde el pasado mes de marzo, antes del sismo, solicitó al gobernador Graco Ramírez iniciar con un programa de austeridad con disminución del gasto corriente hasta en un 40 por ciento.
En los tres poderes del gobierno estatal, la dependencia federal ha encontrado obesidad en el mantenimiento de su burocracia y por ello también recomendó la disminución de la misma, sobre todo en la conocida como del primer nivel o dorada.
Sin embargo, al mes de septiembre la administración de Graco Ramírez seguía sin informar sobre su programa de plan de austeridad, sobre la disminución de la planta laboral y los proyectos para tener un mayor ingreso propio.
Al respecto, la SHCP reiteró su llamado al gobernador de Morelos para que tome sus previsiones, porque para el siguiente año no habrá salvamento financiero ni pago de bono sexenal para los servidores públicos e incluso –advirtió- vendrán más recortes presupuestales con afectaciones hacia los suministros de las entidades.
El anuncio de la institución del gobierno de la República también sentencia que por mantener un sobreendeudamiento, Morelos no podrá acceder a créditos extraordinarios para la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo del pasado 19 de septiembre.
Lo anterior, significa que deberá cubrir con recursos propios y donaciones privadas las acciones a favor de personas que no estén consideradas dentro del Fondo Nacional para Desastres Nacionales (FONDEN), con base a su propio presupuesto relativo al año 2017.
Las omisiones incurridas por el gobierno de Morelos hacia las solicitudes de la SHCP, la dependencia las castigó con tener casi el mismo presupuesto y solamente aumentar mil 200 millones de pesos más que corresponden por cuestiones de inflación anual.
Sin embargo, reiteró que para el próximo año los únicos apoyos que otorgará serán los señalados por la Ley de Coordinación Fiscal, misma que solamente es por actos de urgencia extrema.
De hecho, las calificadoras financieras auguran que al salir del gobierno estatal, Graco Ramírez dejará un estado con una deuda cercana a los 12 mil millones de pesos, que significan para su sucesor una pesada loza que su labor solamente sería para limpiar el desaseo heredado. ¡Para llorar pues!