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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

El sexenio de Graco Ramírez está concluyendo. El 13 de diciembre se deben formalizar las alianzas y coaliciones, a mediados de enero habrá registro de precandidatos y para marzo campañas. En Julio iremos a las urnas a votar y el 01 de octubre tomará protesta el nuevo gobernador de Morelos. La era de la Nueva Visión está terminando.

 

El proceso electoral 2017 comenzó oficialmente el 8 de septiembre. Las fechas que establece la ley para las distintas etapas del proceso están delimitadas y marcan, entre otras cosas, los tiempos en los que se deben registrar las alianzas o coaliciones, el proceso de selección de candidatos, el arranque de precampañas y campañas. Estamos a poco más de siete meses de la elección y once de que el nuevo gobernador tome posesión del cargo. Las que vienen serán unas campañas muy distintas a las que hemos visto.

Lo primero que llama la atención del proceso electoral en curso es la pasividad que hay entre todos aquellos que buscan la postulación al gobierno estatal. Los partidos y los aspirantes parecen estar en una especie de letargo, con poca actividad interna y una muy pobre organización, operación y movimiento. Más claro: aunque son muchos los que tienen interés de competir, muy pocos están trabajando de forma seria para ir a campaña.

En poco más de un mes, por ejemplo, se vence el plazo de ley para que los partidos políticos formalicen las alianzas y coaliciones con las que competirían en el 2018. Los días transcurren y hasta el momento, aunque se habla de varias combinaciones posibles, formalmente ninguna de las dirigencias ha iniciado pláticas para concretar este tipo de acuerdos.

Pareciera que los partidos esperan que esas decisiones vengan desde México o que de allá les indiquen cómo caminarán; más aún: la actitud de los dirigentes hace suponer que están confiados en que las dirigencias nacionales operen las alianzas luego les informen de qué manera van a caminar.

En el comentario público se habla de algunas mezclas probables: el PRI y el PES impulsando a Cuauhtémoc Blanco; Morena y el PT con Rabin Salazar y el Frente Ciudadano por Morelos integrado por el PAN, PRD y MC, cuyo candidato podría ser Rodrigo Gayosso o Javier Bolaños.

Pero lo anterior es mera especulación, son comentarios de pasillo o reflexiones que no tienen, salvo en el caso de Morena y PT, una base sólida más allá de la percepción. Ninguna de las otras dos alianzas es segura: el PRI y el PES pueden caminar cada quien por su lado, sumando las siglas de otros partidos menores; una parte importante del PAN apuesta por ir solos, en tanto que en el PRD y MC tienen fincadas sus esperanzas en que el Frente nacional se replique en Morelos.

Quizá esta indefinición partidista es el motivo por el cual los precandidatos tampoco se mueven mucho. A diferencia de otros procesos en los cuales los aspirantes más fuertes contaban con estructura operativa y manejo de medios, hoy ninguno de los contendientes va más allá de un staff menor que sólo sirve de acompañamiento personal, pero no trasciende a la ciudadanía ni mucho menos sirve para una campaña.

En el caso del alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco su proyección pública depende de dos elementos sustantivos: su fama como deportista y la estructura que le brinda el ayuntamiento capitalino. Más allá de eso el futbolista no tiene mucho: su cuarto de guerra es muy limitado, su partido carece de identidad en medios y no tiene un especialista en materia electoral ni tampoco análisis de los escenarios políticos.

Rabín Salazar es otro caso: el senador es el virtual candidato de Morena y PT, podría (debería) ser el aspirante con más y mejor manejo porque es el único que tiene segura la postulación; pero el senador se ve muy solo, sin equipo de trabajo, sin manejo de medios y sin un staff que le ayude a aprovechar la ventaja estratégica que le da ser con tanta anticipación el abanderado de un partido fuerte.

Javier Bolaños tampoco anda muy bien. El diputado sigue alejado de Morelos, metido en la dinámica nacional y de tiempo completo dedicado a la cámara federal de diputados. El panista carece de un equipo, se acompaña sólo de un par de personas y aunque su presencia mediática es buena, no ha construido un staff que atienda todos los aspectos que implican una campaña para gobernador.

Matías Nazario presume ser el más fuerte aspirante del PRI, considera que su partido puede recuperar la gubernatura, pero tampoco ha armado un cuarto de guerra propio de una campaña gubernamental. A Matías le ayudan algunos personajes que principalmente se dedican a halagarlo, pero poco hacen para fortalecer su aspiración. El priísta tiene el mismo modelo de campaña del PRI en el 2012, con la diferencia que ahora se le ve y se le escucha menos en los medios de comunicación.

Rodrigo Gayosso es quizá quien más ha invertido en un cuarto de guerra, pero el que menos resultados favorables ha obtenido; el perredista tiene asesores y empresas dedicadas al manejo de su imagen y a la construcción de su proyecto, a pesar de ello el joven carga con la mala imagen de un gobierno que le pesa como candidato y una relación familiar que complica sus aspiraciones.

A unas semanas de que se definan las alianzas y comiencen las precampañas, ni los partidos ni los aspirantes muestran la consistencia operativa que se veía en otros tiempos. Algunos parecen estar en espera de una línea nacional y otros lucen ensimismados en la realidad que les cuentan sus allegados.

Vistos los datos históricos y los números recientes, lo único claro es que ningún partido o candidato tiene asegurado nada.

  • posdata

Los destapes por la alcaldía de Cuernavaca están a la orden del día. En varios partidos se han comenzado a mostrar aquellos que tienen intención de competir en la capital de Morelos.

En el PAN, por ejemplo, hay dos diputados que alzan la mano luego de que fueron destapados en distintos eventos públicos. Uno es Carlos Alaniz, a quien representantes de los doce pueblos de Cuernavaca pidieron que busque esa posición. El otro es Beto Mojica, quien a su vez recibió el apoyo de comerciantes del mercado Adolfo López Mateos y vecinos de La Barona. El tercer aspirante panista es Oscar Cano, quien no ha hecho nada, pero tiene el respaldo del dirigente estatal Juan Carlos Martínez Terrazas.

Otro que desde tiempo atrás está dedicado en cuerpo y alma a Cuernavaca, recorre escuelas, apoya estudiantes, promueve el deporte y ayuda a la mejora de la infraestructura educativa capitalina es Jaime Álvarez. Jaime podría ser candidato de varios partidos o simplemente del suyo, Movimiento Ciudadano.

En el PRI el primero que mostró su interés es Víctor Saucedo. Maduro, con experiencia política y conocimiento de la administración municipal, el actual subdirector de la Lotería Nacional está dispuesto a dejar su encargo federal para competir por la ciudad que le vio nacer.

Desde fuera de los partidos, pero con relación en varios de ellos, Alfredo Gutiérrez también comienza a dar signos de vida política e interés por esa posición. Alfie se reúne con ayudantes municipales, realiza reuniones con actores capitalinos y espera convertirse en el representante de una alianza.

Como independiente el personaje que más llama la atención es José Luis Uriostegui; el abogado rechazó la invitación de Morena y decidió caminar por la vía ciudadana porque “la gente está cansada de los partidos”; la decisión del profesionista es arriesgada, pero le coloca en un escenario diferente al de los demás. Con la salida de José Luis, los posibles candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional en Cuernavaca son el empresario Alejandro Mojica y el activista Gerardo Becerra.

Los perredistas no dejan ver aún con quién podrían competir por la capital, aunque una figura que parece estar dispuesta a ir por esa posición es la diputada local Beatriz Viscera Alatriste. La presidenta de la cámara de diputados ha invertido mucho tiempo y esfuerzo en Cuernavaca, algunos dicen que aspira a legisladora federal, pero otros más la ver compitiendo por la ciudad que la vio nacer.

  • nota

Las del 2018 no serán unas elecciones normales, más bien será una contienda en la que veremos combinaciones impensables. Atrás quedaron las ideologías, los principios, los valores, las convicciones… ahora lo que prevalecen son las conveniencias, los acuerdos y las estrategias.

La del 2018 será un proceso electoral en donde observaremos a los personajes mezclados en diferentes partidos y alianzas; ya no hay ni izquierda ni derecha, todo se resume a un planteamientos pragmático con el objetivo de juntar votos.

En un escenario así la reflexión es básica: votemos por las personas.

  • post it

En el marco de la celebración del día de la NO Violencia contra las Mujeres la presidenta del DIF Morelos le puso el cascabel al gato. Sin preámbulo Elena Cepeda se lanzó contra los “hombres poderosos” que violentan de diferentes formas a sus mujeres, ante lo cual el gobierno estatal ha tenido que “intervenir” con los jueces para que se haga justicia.

La cereza del pastel fue cuando la primera dama contó la historia de un gobernador que golpeó a su esposa hasta sacarla de la residencia oficial; “No es un run run, es una realidad”, dijo Cepeda de León sin dar nombres, pero afirmando que “los que somos de aquí sabemos a quien me refiero”. El nombre de Sergio Estrada Cajigal vino a la mente de muchos.

No tengo claro el porqué del discurso de la presidenta del DIF Morelos, ni tampoco su remate al decir que aquellos personajes de poder con señalamientos por violencia contra mujeres deberían pedir una disculpa pública. El discurso generó polémica y colocó una vez más a Elena Cepeda en el centro del debate político estatal, donde por cierto, le gusta estar.

Esto es parte de lo que dijo:

Yo me encuentro en un lugar  que es el sistema DIF en donde me ha tocado ver cosas verdaderamente tremendas, del dolor que puede causar un hombre violentando a su mujer, violentando a su familia.

Eso señores, no lo podemos permitir, eso hay que hacerlo público, imagínense ustedes cuando yo llegué a la residencia oficial y el run run el… no es el mito porque es realidad, hubo un gobernador del estado que golpeo a su mujer hasta sacarla a la calle, un gobernador que golpeó a su mujer hasta dejarla tirada en la calle, imagínense. Aquí en Morelos, los morelenses, los que hemos vivido sabemos de quien estamos hablando, seguramente hay gente que acaba de llegar, que no conoce estas historias tremendas, pero les apuesto que todo mundo que es de aquí y que sabe lo que aquí ha pasado, sabe perfectamente de quien estoy hablando.

También hemos tenido casos de presidentes municipales, también hemos tenido casos de gente pudiente, me han llegado casos de mujeres que me dicen: ­“señora por favor ayúdeme porque mi esposo que se está divorciando, se está separando de mí, me dejó en la calle, me está sacando de mi casa, estoy con mis hijos, me saca con todas mis cosas, me deja en la calle”… y tenemos también que hacer desde el gobierno todo un esfuerzo para que los jueces, las juezas, los tribunales actúen en consecuencia, porque esos hombres del poder efectivamente tienen una representación pública y son hombres poderosos, son los primeros que tienen que pedir una disculpa, pero no una disculpa en corto, tienen que pedir una disculpa publica”

El discurso no gustó a muchos políticos, el alcalde de Cuernavaca se enganchó en el tema y su partido emitió un comunicado que dejó ver que el saco les quedó. Si la primera dama buscaba generar polémica, lo logró. Su discurso fue una carambola de varias bandas que hizo trastabillar a más de uno.

  • redes sociales

En cinco años la estrategia en redes sociales del gobierno estatal no ha funcionado. Peor: en lugar de ayudar a mejorar la imagen del gobernador, lo han hundido.

… Y a pesar de ello siguen sin modificar la forma de comunicarse.

Comentarios para una columna sonriente:

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