La estructura del Colegio Enrique Rébsamen, el cual se colapsó a consecuencia del sismo de 7.1 grados del 19 de septiembre en la delegación Tlalpan, era “completamente pobre”, no contaba con columnas en las ampliaciones donde construyeron la casa de la directora y las paredes eran una “porquería”.
Así lo aseguró ayer Carlos Valdés González, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) al participar en el foro “Consulta del Marco Normativo de México ante los Retos del Marco Sendai para la Reducción del Riesgo 2015-2030”, organizado por el Senado de la República.
Ahí, el funcionario expuso que el plantel, propiedad de Mónica García Villegas, no contaba con ninguna columna para sostener la parte frontal del edificio donde se encontraban las aulas, lo que ocasionó que el inmueble colapsara.
- El Dato: El marco Sendai es un instrumento avalado por la ONU enfocado en la gestión de riesgos.
De acuerdo con peritajes a los que ha tenido acceso La Razón, las varillas que unían la construcción del segundo piso con el resto no tenían una continuidad uniforme, de hecho, las que se agregaron en la edificación del tercer piso eran de un calibre diferente.
Valdés González lo confirmó y mostró fotografías de esa edificación donde fallecieron 19 niños y 7 adultos en el sismo del 19 de septiembre y explicó el desplome parcial mientras mostraba que las columnas originales resultaron insuficientes para sostener el peso de la construcción.
“Esta es la columna y tenía este piso y luego le echaron uno más y otro más. Y luego la famosa casa de la directora. Muy bonita. También el balcón que tenía un techito de madera; pues todo esto se colapsa por una estructuración completamente pobre, ya que eran una porquería”, subrayó.
Ante todo ello, el titular del Cenapred aseguró que por esa construcción deficiente se pusieron en riesgo a las personas y hubo pérdidas humanas.
“Fueron construyendo y construyendo y un colapsamiento de este tipo permite encontrar a poca gente con vida”, agregó.
“Vean el espesor de las columnas; añadieron tres o cuatro pisos, vean el espesor de los balcones. Hubo una modificación que no estaba adecuada con las columnas, esa es la razón, esta edificación se viene completamente de frente, se viene abajo”, abundó ante los senadores.
Valdés González explicó que sin esos soportes básicos en cualquier construcción, fue mucho más complicado el trabajo de rescate de niños y a profesores.
El funcionario federal y los legisladores coincidieron que los servidores públicos que permiten construcciones irregulares, que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos, deben ser sancionados.