Economista en jefe prevé más probable que se alargue negociación a que EU salga del TLCAN
Este año, el producto interno bruto (PIB) tendrá un crecimiento de 1.9 por ciento y de 1.6 por ciento en 2018, una vez incorporado el efecto de la desaceleración esperada en el tercer trimestre de 2017 después de los terremotos y la esperada aceleración por las reconstrucciones, anticipó.
El gobierno federal espera para este año un crecimiento del PIB de entre 2 y 2.6 por ciento y, el próximo, de entre 2 y 3 por ciento, según los Criterios Generales de Política Económica.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America Merrill Lynch, dijo que este año la inflación rondará 6.3 por ciento –el objetivo del Banco de México es 3 por ciento– y 3.6 por ciento en 2018.
“Esperamos que el PIB se desacelere por las políticas fiscales y monetarias restrictivas, y también debido a la incertidumbre en relación con las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Aunque es posible la salida de Estados Unidos del tratado, nosotros creemos que es más probable que las negociaciones se alarguen, comentó Capistrán.
Un factor que podría modificar al alza el pronóstico de crecimiento, dijo, es que Estados Unidos continúe con un crecimiento fuerte sin inflación.
Otros riesgos que pueden provocar un menor crecimiento son una eventual salida de Estados Unidos del TLCAN, que las tasas de interés sean más altas de lo esperado, o una baja en las ventas automotrices.
Internamente, el riesgo principal a la baja es la desaceleración económica más pronunciada de lo esperado debido a la alta inflación y políticas fiscales y monetarias restrictivas. La baja producción de petróleo sigue siendo un riesgo. El proceso electoral de 2018 mantendrá niveles altos de incertidumbre
, apuntó.
En ese sentido, consideró que existe la posibilidad de que el crecimiento del PIB se desacelere a 1.6 por ciento el siguiente año debido a políticas fiscales y monetarias restrictivas, al igual que la incertidumbre generada por la negociación del TLCAN.
Por ahora, detalló, los datos sobre la marcha de la economía son mixtos.
El Indicador General de la Actividad Económica (IGAE), una suerte de PIB mensual, estuvo por arriba de las expectativas en agosto, en 0.8 por ciento mes a mes, pero se contrajo 0.7 por ciento en julio mes a mes. El IGAE creció 2.2 por ciento durante este año (contra el 2.0 del pasado) con una contracción en el sector industrial (0.3 por ciento durante el año), pero los servicios están aun por encima de 3 por ciento.
En el lado industrial, una producción de petróleo baja es el lastre para la minería (-2.3 por ciento mes a mes en agosto), pero la manufactura sigue avanzando, con el soporte de la producción industrial en Estados Unidos, explicó.
Mientras tanto, el consumo se desacelera. Las ventas minoristas tuvieron dato negativo en agosto, al contraerse 0.3 por ciento anual.
En este año las ventas minoristas han crecido 4.3 por ciento, desaceleración en comparación con 6.6 por ciento el año pasado.
El sector automotriz, consideró, ilustra perfectamente la dualidad de la economía mexicana entre el crecimiento doméstico y el externo. En este año la exportación de automóviles aumentó 11.6 por ciento (contra -1.5 del año anterior) y la producción se incrementó 9.9 por ciento (contra 0.9 del año anterior), pero la venta doméstica de automóviles se contrajo 1.1 por ciento (contra el avance de 18.4 por ciento del año anterior).