Graco Ramírez tiene autoridad legal, pero no moral para estar al frente de Morelos. Su imagen y la de su administración han ido cayendo poco a poco a consecuencia de los múltiples problemas que enfrenta el estado. Así no es posible que un gobierno salga adelante. Obviamente eso a él no le importa.
Poco a poco, sin pausa, el gobernador de Morelos ha ido perdiendo autoridad. Uno a uno los hechos de violencia, los casos de corrupción, los incidentes delictivos, los abusos de autoridad, la impunidad y los excesos familiares han acabado con la imagen que proyectó el perredista cuando pedía el voto de la gente. Nada queda de aquel confiable personaje que se llevaba la mano al corazón y tenía propuestas en todos los temas. No existe más el político paciente, tolerante y humilde que por tres años hizo campaña en Morelos. Se acabó la confianza en Graco y también su autoridad.
No está bien que un gobierno esté tan mal calificado por la gente. No es bueno que quien está al frente de las instituciones y tiene como responsabilidad la toma de las decisiones más importantes de un estado carezca de la confianza mayoritaria de sus representados. Cuando un gobernante pierde autoridad, su imagen se descompone y ello afecta el progreso.
Hoy Graco Ramírez vive un momento trágico: la gente ya no le tiene confianza, ha dejado de creer en él y consecuentemente duda de todos sus actos. Es tan grave el deterioro de su imagen que cualquier cosa que se diga del gobernador, por inconcebible que parezca, se vuelve creíble debido al enorme desprecio social que hacia su persona siente la población.
El punto es que ante semejante grado de descomposición social y falta de confianza ciudadana, hasta las cosas buenas se ponen en duda. El nivel de credibilidad de este gobierno es el peor que haya tenido cualquier gobernante en la historia del estado y ello es el resultado de muchos factores, incluyendo la pésima estrategia de comunicación y su estupidísima manera de conducirse en las redes sociales.
Pero el problema en una situación como esta no es sólo para el gobernador y su gobierno. Cuando una institución cae tanto en la percepción ciudadana, la confianza pública se trastoca, el progreso se afecta y el desarrollo se contrae. Las diversas crisis que vive hoy nuestro estado son producto de estos factores: el gobierno se ha alejado de la gente, el gobernante se han divorciado de la población y las políticas públicas son resultado de ocurrencias que sólo buscan satisfacer las expectativas del grupo que rodea a quienes tienen el poder.
Cada día los cuestionamientos suben de tono y las respuestas de las autoridades no convencen a la ciudadanía. Los morelenses hemos ido pasando de la decepción al enfado y hoy estamos en el umbral de la desesperanza. El escenario social es muy difícil para el gobierno de nueva visión: gobernar a contrapelo de la sociedad y enfrentar una absoluta desconfianza pública vuelve complicadísimo el ejercicio de poder, pues cualquiera que sea la decisión y los resultados, el sentimiento popular será de rechazo e incredulidad.
Hace unos días Juan Carlos Rivera hizo un llamado a la clase política a dejar de lado la grilla. El lerdo personaje entra a un debate sin sentido asumiendo que su pequeño liderazgo comprado puede abonar a estabilizar el ambiente y mejorar las cosas en el gobierno. Rivera Palau es parte de la corte que gobierna, es beneficiario de los negocios de la nueva visión y cómplice de quienes tienen sumido al estado en la desesperanza.
El punto no es hablar de grillas o buscar ganar unas líneas en la prensa con declaraciones bobas, sino comprender el enorme grado de deterioro social que tenemos y los problemas que ello trae aparejado. La gente está enfadada y tiene razones para estarlo: nos han arrebatado la tranquilidad, nos hemos vuelto víctimas de la delincuencia y no tenemos autoridades a quien acudir.
Habría que buscar la manera de fortalecer la confianza en las instituciones para reconstruir el ambiente social. Entendamos que en una situación como la actual, con autoridades desacreditadas, gobiernos cuestionados y políticos mal vistos, lo único que crece es el descontento social y ello es el ambiente idóneo para que reine la corrupción, la impunidad y la delincuencia.
¿En quién se puede confiar hoy en Morelos?
· posdata
La foto se compartió casi de inmediato, como si fuera parte de la trama. Ahí se veían sonrientes los dirigentes del PAN y del PRD en Morelos, también los coordinadores parlamentarios de ambos partidos. Era la segunda ocasión en la que se sentaban, pero fue la primera vez que se hizo público.
La imagen de los cuatro políticos se multiplicó desde diferentes cuentas; en algunas sólo se mencionaba el sitio de la reunión y los nombres de los participantes, en otras se especulaba el motivo del encuentro y se afirmó que hubo acuerdos.
La constante en los comentarios que se escribieron al calce de la imagen fue el disgusto; los panistas han alcanzado un grado importante de reconocimiento público en Morelos por su postura en los últimos acontecimientos, principalmente en contra del gobierno de Graco Ramírez, pero una sola imagen puede modificar las cosas: la gente ya comenzó a especular y asume que ese encuentro fue para pactar. Gayosso, dicen, nuevamente logró comprar a sus enemigos.
Juan Carlos Terrazas y Carlos Alanís son dos jóvenes políticos que representan una nueva generación de panistas, sobre ellos existe una gran esperanza de cambio, pero también una enorme duda sobre su capacidad y congruencia. Quizá la inexperiencia, la inocencia o su corta edad les jugó una pasada; tal vez ninguno de ellos imaginó que este simple encuentro les acarrearía tantas críticas o pensaron que difundir una reunión así no tendría nada de malo.
El punto es que hoy la política es, en mucho, imagen. Los panistas pueden perder toda la confianza recuperada en los últimos meses por cosas tan simples como este encuentro; ni Terrazas ni Alanís deben actuar con tanta inocencia ni suponer que un pacto con el personaje más corrupto del estado no les causará ningún daño. En esta jugada el ganador fue el hijo del gobernador.
La mala imagen del PAN en Morelos es resultado de los errores y las omisiones de gobiernos anteriores, de la corrupción y la falta de compromiso de las últimas dirigencias y la pérdida de confianza de la gente en esa propuesta política y de gobierno. El PAN se ha ido recuperando de manera coyuntural, no como resultado de una mejora en esa institución; Acción Nacional comienza a verse mejor porque el PRD es peor, no porque los panistas hayan cambiado.
La reunión entre Juan Carlos Terrazas y Rodrigo Gayosso no puede entenderse de una forma distinta a lo que el grueso de los ciudadanos observa; nada hay en el calvo personaje que sea digno de confianza y por el contrario, su capacidad de corrupción ha quedado de manifiesto en muchas ocasiones. ¿Alguien puede creer que los panistas no fueron a negociar con el PRD?
A nivel nacional el PAN y el PRD han abierto la puerta a una posible alianza, porque ninguno de los dos tiene la posibilidad de ganar una elección por separado; pero en Morelos el PAN es quien más opciones de triunfo tiene frente a un PRD desmantelado y un PRI dividido; si los panistas se alían con el partido causante de todos los problemas en el estado, su recuperación se irá al caño.
Después de todo lo que el PRD y el gobierno de Graco Ramírez han hecho a los panistas (sin contar el enorme daño a la sociedad), un pacto entre ambas instituciones reflejaría el nivel de degradación de la política y mostraría que la nueva dirigencia de Acción Nacional carece de moral y congruencia, dejaría ver que el joven Terrazas es capaz de repetir los errores de quienes le antecedieron y es tan corrupto como dicen sus adversarios dentro de AN.
A partir de este encuentro ¿Qué hay de diferente entre Juan Carlos Terrazas y Adrián Rivera, Oscar Sergio Hernández, Germán Castañón o José Raúl Hernández?
En el PAN hubo cambio de administración, pero al parecer prevalecen los mismos vicios.
· nota
El dirigente nacional de los maestros estuvo en Morelos, acudió la sesión solemne de la Cámara de diputados con motivo de la entrega de la Presea al Mérito Docente y la develación en letras doradas de la frase “Al Magisterio Morelense”.
La visita de Juan Díaz es histórica por muchas razones y políticamente llamativa por diversos aspectos. Durante su visita el líder nacional del SNTE fue cordial con tres figuras locales: Matías Nazario, Francisco Moreno y Paco Santillán. Estos tres personajes son cercanos al líder nacional y gozan del afecto y simpatía del poderoso líder sindical.
Desde la tribuna el presidente de la cámara hizo un reconocimiento amplio a los maestros. Esto es parte de lo dicho por Moreno Merino.
“Ser maestro, es ser México. Por años, desde el principio de la civilización humana, la sociedad ha tenido el beneficio de contar entre sus miembros con un ser humano que se distingue con el resto del grupo por diversas cualidades y valores; disciplina, humildad, pulcritud, puntualidad, son sólo unas de las muchas virtudes necesarias para ser maestro, para ser ejemplo de los demás y para poder ganarse el título ante la sociedad de ser maestros… Quien tiene un maestro como amigo tiene la vida más segura. Ese Maestro lo mismo te enseña el alfabeto que las matemáticas, que la geografía y la historia, pero también es un referente de puntualidad, es un referente de un protagonismo, es un referente de disciplina de lucha y de mucho amor a México, este maestro que en principio te lleva de la mano a un salón, es el que te dará esa seguridad que siempre sentirás para poder triunfar en la vida… Honrar a su gremio, es honrar a México, honrar al gremio del magisterio es hacer patria, hacer patria es tener el valor de alzar la mano por esos mexicanos, ustedes son los responsables de México, ustedes son quienes están formando a las nuevas y nutridas generaciones… Aquí señores maestros, les queremos dar las gracias. Aquí señores maestros, no tenemos confusiones. Allá afuera pueden estar alterados. Aquí adentro amamos a México, estamos Unidos y reconocemos y valoramos y respetamos el liderazgo equilibrado de Juan Díaz… Ser maestro es un privilegio, ser maestro en México, en Morelos, es verdaderamente una causa, visión y misión de vida. Maestro Juan Díaz, maestros del magisterio nacional, maestros del magisterio de Morelos, ser maestro es un sueño de muchos, pero sólo es privilegio de unos afortunados como ustedes… Los maestros del magisterio de Morelos, nos llenan de orgullo.”
· post it
El abogado Rodolfo García Aragón desapareció el lunes. El martes al medio día, menos de 24 horas después, la Fiscalía de Morelos emitió una alerta de búsqueda, rompiendo con ello sus más sacras costumbres de esperar 72 horas, como lo hace en todos los casos denunciados.
Algo extraño se vio desde el principio: las autoridades se apresuraron a lanzar la alerta, como si supieran que algo muy malo estaba ocurriendo, como si al emitir ese mensaje de localización se estuvieran amarrando el dedo ante lo que vendría. Andaba en malos pasos, se apuraban a decir extraoficialmente algunos personajes de la nueva visión “tu sabes que le decían El Abogado del Diablo”, insistían.
El miércoles al medio día el temor de muchos se confirmó: el profesionista fue encontrado sin vida en un predio de Jiutepec, en la zona de Civac. Hubo varias versiones previas y también muchos comentarios sobre el móvil; seguían las afirmaciones extraoficiales desde las oficinas de la nueva visión: el abogado andaba en malos pasos.
Ayer los amigos y compañeros de profesión de Rodolfo García Aragón alzaron la voz, exigieron la renuncia del comisionado Alberto Capella y fustigaron los malos resultados en materia de seguridad. No era posible seguir en este ambiente ni seguir viendo impávidos cómo muchas personas son agraviadas con absoluta impunidad, dijeron una vez más.
Las declaraciones de los litigantes fueron duras, pero pareciera que sólo se hicieron para llamar la atención y aparecer en la foto. Más que hacer un verdadero reclamo por la paz, los participantes de esta rueda de prensa lucían ansiosos de revancha personal y poder político.
Pregunta: Si los expertos en la ley saben que las cosas están mal y dicen que las autoridades han fallado en su obligación de brindar seguridad, si denuncian que no hay resultados, hablan de complicidades, omisiones, errores y abusos ¿Por qué no hacen algo por la vía legal? ¿Por qué no actúan por el camino profesional que conocen y dominan?
Cierto: el reclamo fue sólo para la foto.
· redes sociales
Ni un tuit del gobernador mereció el asesinato del abogado García Aragón.
· es viernes
A pesar de lo compleja que es la vida, siempre hay motivos para sonreír. Recordemos a Chaplin: un día sin reír es un día perdido. Si te faltan razones: Hoy toca.