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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

Eolo Pacheco |
2017-11-15

Las últimas semanas han sido terribles para el PRD y para el gobernador de Morelos. Los escenarios se le complican, las cosas no les salen y el margen de maniobra es cada vez es menor. Los costos de cinco años de una política de enfrentamiento está pasando la factura al a la nueva visión. Si con lo que está ocurriendo no hay un cambio de actitud en el gobierno, el cierre de sexenio será terrorífico para quienes hoy están en el poder.

 

La decisión del PAN de no ir en alianza con el PRD en las próximas elecciones de Morelos complica el escenario para el Sol Azteca, pero no anula la posibilidad de que se concrete una coalición electoral con otros partidos. El acuerdo con Acción Nacional era sin duda el más importante para el partido del gobierno, pero ante el rechazo del consejo estatal los perredistas tienen que explorar otras posibilidades para tratar de volverse competitivos en las próximas elecciones. De la mano del PAN y Movimiento Ciudadano el escenario era complicado para el Partido de la Revolución Democrática, pero los mantenía en la pelea; solos es una misión casi imposible de superar.

Los números que arrojan las encuestas que se han realizado en Morelos en los últimos meses muestran el porqué del interés del gobierno de concretar un acuerdo electoral con el PAN. Los perredistas no tienen manera de ganar la próxima elección, en todos los cruces quedan en cuarto y quinto lugar y eso que apenas se está midiendo el costo que les dejó el manejo de la crisis por el sismo del 19 de septiembre.

La alianza con el PAN era clave para las aspiraciones electorales del PRD, Acción Nacional era la suma que los ponía en la pelea y la marca que ayudaría a matizar el desgaste social y político del partido en la tierra de Zapata. En intención de voto Acción Nacional marcha en tercer lugar a pocos puntos del PRI y Morena, que le superan en intención de voto; sumados aritméticamente los porcentajes del PAN y PRD rebasan a sus adversarios y las garantizaban la gubernatura.

Un Frente Amplio en Morelos era la mejor y más segura vía para que el PRD mantuviera el control del gobierno, aunque fuera en un formato de coalición; se trataba de un planteamiento similar al nacional en donde se ofertaría un gobierno con la suma de diferentes fuerzas políticas unidas con un mismo objetivo. Pero la idea no cuajó aquí porque el rechazo al gobierno de Graco Ramírez fue mayor al interés de los partidos de sumar fuerzas.

Morelos, lo dijeron los secretarios generales de los tres partidos en la mesa nacional del Frente Ciudadano por México la semana pasada, es el estado más complicado para replicar el acuerdo nacional; no hay condiciones políticas para suscribirlo porque el enfrentamiento entre el PAN y el PRD es muy fuerte y la actuación del gobernador no ayuda en nada. Esa hipótesis se volvió realidad el domingo pasado cuando los consejeros estatales decidieron por mayoría cancelar la posibilidad de cualquier acuerdo electoral con el PRD, el PRI o Morena.

El voto de los consejeros estatales del PAN no fue sorpresivo para la dirigencia nacional, aunque no les gustó la anticipación con la que actuaron. El secretario general de Acción Nacional advirtió en la mesa nacional de FCM que sería muy difícil alcanzar un acuerdo estatal, que muy probablemente no habría alianza y que en ese escenario la directiva estatal contaba con el apoyo total de Ricardo Anaya. “El que no se concrete una alianza en Morelos no afecta los acuerdos nacionales” afirmó el representante nacional en esa mesa.

Hoy parece que ya no hay regreso en la decisión tomada por el consejo estatal del PAN; no hubo operación política estatal previa para matizar el enojo, se dejó correr el tiempo y fueron muchas y constantes las agresiones del gobierno estatal contra el panismo. En el cuarto de guerra amarillo apostaron al acuerdo nacional, a que desde México se obligara a la dirigencia nacional a planchar el Frente y se pusiera al panismo en sintonía con el pacto nacional. La arrogancia fue, una vez más, la que hizo fracasar los planes del gobierno estatal; la falta de conciliación previa local impidió que desde México se pudiera ayudar a solucionar las cosas.

Numéricamente el PRD no tiene como ganar la gubernatura; social y políticamente tampoco. El desgaste del gobierno estatal ha sido constante desde el primer día y fue monumental en septiembre, luego del sismo del 19. A pesar de todo ello nunca ha habido un ajuste de estrategia, ni tampoco un cambio de actitud; por el contrario, pareciera que las crisis avivan el carácter del mandatario y endurecen su postura respecto a la sociedad. El costo de esta estrategia está a la vista.

Sin Frente en Morelos el PRD ya no tiene mucho que hacer.

  • posdata

Si no sucede algo extraordinario, este día la diputada federal Lucía Meza Guzmán anunciará su salida del PRD. Un clavo más al ataúd amarillo.

La legisladora militó en las filas del Sol Azteca durante dos décadas, empezó desde abajo, conoce a toda la estructura perredista de la entidad y goza de un amplio reconocimiento entre la militancia. Numéricamente hablando Meza Guzmán es en este momento la perredista mejor posicionada ante la opinión pública y la que más votos le garantizaría al partido del gobierno en una contienda estatal.

La decisión, cuentan, está tomada. No fue fácil, no es sencillo para una mujer que se entregó en cuerpo y alma a un partido, que creyó en sus principios, que abanderó sus causas y que defendió hasta hoy sus posiciones.

No conozco los motivos que orillan a Lucía Meza a renunciar al partido, pero seguramente hoy los conoceremos todos de su propia voz. Es claro que desde hace meses existe un distanciamiento con el gobernador Graco Ramírez, a quien sirvió durante muchos años: lo ayudó desde el parlamento local la primera vez que fue diputada, trabajó con él en el senado, fue una de las piezas claves de su precampaña, le construyó la estructura electoral en el 2012 y durante los últimos cinco años fue su más fuerte apoyo en el congreso local y federal. Lucia Meza fue durante muchos años la persona más cercana a Graco Ramírez.

La renuncia de la diputada Meza al PRD es un golpe enorme para el partido, pero sobre todo para el gobernador. Que la perredista mejor posicionada y (hasta hace poco) la más cercana al jefe del ejecutivo abandone el barco es una terrible señal para todos los que aún siguen en ese proyecto. Lucy no es la primera perredista cercana a Graco que se va, pero es sin duda la que más dolerá al perredismo.

Si este nuevo golpe no hace reflexionar a Graco Ramírez sobre su manera de ejercer el poder, de hacer política y provoca un cambio de actitud, lo que vendrá para él al final de su gobierno puede ser terrible, muy parecido a lo que viven los 14 ex gobernadores que han sido procesados en el actual sexenio.

Aunque electoralmente ya no sirve de nada, por supervivencia personal la máxima política sigue vigente para este gobierno: Nunca es tarde para conciliar.

  • nota

El doctor Gustavo Urquiza Beltrán fue electo ayer rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos para el periodo 2018 2024.

Preparado, sereno, maduro, inteligente, el próximo rector es un personaje al que caracteriza la prudencia y la institucionalidad.

La cercanía del nuevo rector con Alejandro Vera es clara, lo cual no representa sumisión ni continuidad. El mensaje del nuevo jefe universitario anuncia nuevos tiempos, un cambio de estrategia y un proceso intenso (y muy necesario) de reconciliación dentro y fuera de la comunidad universitaria.

No es fácil lo que enfrentará el nuevo rector de la UAEM, los problemas que arrastra nuestra máxima casa son muchos y todos ellos quedarán en breve en manos del nuevo rector, aún cuando formalmente no este en funciones.

Ojala su llegada brinde a la UAEM la estabilidad que tanto necesita y recomponga el ambiente universitario que tanto se ha descompuesto.

  • post it

Ayer estaba programada una segunda reunión de los dirigentes estatales del PAN, PRD y MC en las oficinas del Frente Ciudadano por México; la reunión se canceló. No había caso continuar las charlas luego de la sesión dominical del consejo panista, donde concluyeron desechar cualquier alianza con el PRI, PRD y Morena.

¿A qué podrían acudir los dirigentes luego de ello? ¿Para qué platicar luego de que el PAN eliminó cualquier posibilidad de acuerdo? Retomar las pláticas sería infructuoso, no habría acuerdos y lo único que podría ocurrir es que los ánimos se desbordaran y el tema estatal afectara el acuerdo nacional.

Difícilmente habrá una segunda reunión entre los tres presidentes de los partidos, aunque el tema no se ha descartado. El PAN morelense marcó una línea infranqueable con el PRD y con el gobierno del estado y con ello canceló cualquier pacto electoral.

Pero ojo: la puerta que cerró Acción Nacional en su consejo estatal no incluye al otro integrante del Frente Ciudadano por México; Movimiento Ciudadano no está vetado por los panistas y en un descuido el Frente por Morelos es parcial, pero no del lado del PRD, sino del PAN. El partido naranja es pragmático y sabe que en la próxima elección se puede jugar su registro en Morelos.

Del lado del PRD es obvio lo que buscan: quieren sumar votos a una causa que luce cada día más complicada y sin el PAN querrán allegarse de todas las siglas posibles; el 1% que tienen hoy Movimiento Ciudadano en Morelos no era atractivo para el PRD cuando parecía tener a su lado al PAN, pero ahora que los panistas pintaron su raya, los naranjas y todas las demás fuerzas emergentes se volvieron atractivas para los perredistas.

En el nuevo escenario del PRD hay muchas cosas que todavía se deben analizar. Rodrigo Gayosso es uno de los aspirantes fuertes de ese partido, pero entiende que ir a esa cruzada sin alianzas representa un suicidio político. Es probable que ante esta nueva circunstancia Rodrigo Gayosso decline a la candidatura y busque una posición plurinominal, lo cual abre una interrogante enorme ¿Quién se atrevería a representar al PRD en las urnas de Morelos en el 2018?

Las cosas ya se complicaron muchísimo al PRD y al gobierno del estado, es casi imposible que retengan la gubernatura y seguro que quien gane la próxima elección (Cuauhtémoc Blanco, Javier Bolaños o Rabín Salazar) llamará a cuentas a varios funcionarios y al propio tabasqueño.

Ante un panorama tan oscuro muchos perredistas ya externan su preocupación y comienzan a establecer diálogo con otros grupos políticos. En las charlas de muchos personajes afines al neovisionismo, lo mismo que en las oficinas del gobierno estatal se repite la misma frase: “La arrogancia del gobernador hundió al PRD”

Hay una nueva regla en los pasillos de poder: ¡Sálvese quien pueda!

  • redes sociales

La intención de revertir el acuerdo del consejo estatal del PAN está en la mesa del Frente Ciudadano por México. A pesar de que es un hecho consumado, desde la mesa federal se hará un último intento por recomponer las cosas y replicar el pacto nacional en Morelos.

De lo que se habla, incluso, es proponer que el PAN designe al candidato del Frente en Morelos y lleve mano en la composición de la estrategia electoral y las candidaturas. El acuerdo nacional sobre el caso Morelos es dejar pasar algunos días para que se enfríen las cosas y mientras tanto operar para ver qué se puede rescatar.

Entre las dirigencias nacionales de los tres partidos prevalece el ánimo de revivir el Frente Ciudadano por Morelos, pero también tienen la claridad de que no es un asunto sencillo.

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