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OBSERVADOR POLÍTICO

 
Para las elecciones del primero de julio del 2018 se verá en Morelos una perversión de la política, principalmente porque las ideologías partidistas están demostrando que ya no tiene ningún significado, es decir, se vivirá una elección atípica en virtud de que muchos de los que participarán y aparecerán en las boletas a los diversos cargos de elección popular tanto locales como federales son personajes, en algunos casos con arraigo político, incluso fundadores que sólo buscan competir en otros institutos políticos, únicamente para evitar perder el negocio que les representa la política, esto significa que muchos pretenden seguir mamando de la ubre presupuestal.

 

LO QUE QUEDA DEL PRD.- El Partido de la Revolución Democrática en pleno proceso electoral y en el cierre del gobierno de Graco Luis Ramírez Garrido, se ha debilitado política y socialmente a más no poder. Hoy, el partido cuyo slogan es “Democracia ya, Patria para todos”, vive la peor crisis de su historia en Morelos. Y mucho tienen que ver los actos de corrupción en el que se ha visto involucrado el gobierno solaztequista en los últimos cinco años de la administración con varios cientos de millones de pesos. 

Basta recordar algunos casos como el crédito de los 2 mil 806 millones de pesos que gastó el mandatario y que provocó haya endeudado a Morelos durante 20 años; además del otro crédito por mil 500 millones de pesos de los que saldrían los 500 millones de pesos para el proyecto del Morebús; o los otros 500 millones de pesos que se iban a destinar para la edificación de la nueva casa de los diputados locales y que también estuvo plagada de inconsistencias desde la compra de los predios; o la obra magna del gobierno perredista la del estadio Agustín “Coruco” Díaz; el fideicomiso de Lago de Tequesquitengo; las obras que incluso en algunos casos se hicieron con recursos federales como la calle Linares; las fuentes del Porfirio Díaz; el Auditorio Teopanzolco; El auditorio Juan Soriano; la plaza de Armas Emiliano Zapata, que otra vez en sus alrededores han tenido que ser destruidas sus calles para volverlas a remodelar, entre muchas otras. Y lo que acabó por sepultar entre el pueblo al PRD fue sin lugar a dudas el rechazo social que vivió la presidenta del DIF, Elena Cepeda de León, por el tema del acaparamiento de las despensas que provenían de diferentes estados de la república para los damnificados.

 

De ahí la urgencia de los perredistas por lograr la alianza con sus antagónicos como Acción Nacional y sus aliados Movimiento Ciudadano y Partido Socialdemócrata, que se les ha complicado por la estupidez que cometieron los propios perredistas de reducir el número de distritos locales y ahora, en ese intento por formar el Frente Ciudadano por Morelos, no hay los suficientes candidaturas para repartirlas entre los institutos que pretenden ir en alianza.

Quizá sí el rechazo social que existe hacia el partido en el gobierno se concreta y pesa más que todas las maletas de dinero que traen para comprar “almas y conciencias” durante la campaña político electoral, podría ser la primera y última administración que el PRD en la figura de Graco Luis, haya gobernado Morelos… Al tiempo.

 

 

VA GRACO VS VERA JIMÉNEZ.- Para nadie es un secreto que la persecución que se ha intensificado en los últimos días en contra del rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez y su esposa, María Elena Ávila, no tiene nada que ver con cuestiones jurídicas sino más bien con lo político. Para ello, tiene listas sus armas en las figuras del perredista Vicente Loredo Méndez, titular de la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización del Congreso del Estado, así como su amigo Juan Salazar Núñez, quien de consejero jurídico del gobierno de la nueva visión pasó a ocupar el cargo de Fiscal Anticorrupción sin importar que su proceso estuviera plagado por diversas inconsistencias.

El caso de Juan Salazar es un caso atípico, en virtud de que su designación se hizo en medio de un mar de críticas y controversias de los profesionistas del derecho quienes criticaron la desfachatez del funcionario quien fue ratificado por el Congreso – al que tiene Graco en el bolsillo- con dos objetivos: el primero, atacar y perseguir a los enemigos del gobernador y la segunda, para blindarlo a Graco Luis, al momento de concluir su periodo como titular del Ejecutivo. Y por tanto, ya están dando resultados para lo que fueron contratados estos dos personajes porque no se van contra ninguno de los diputados que robó, extravió, desfalcó, desvió varias docenas y hasta cientos de millones de pesos como es el caso ejemplar de Francisco Moreno Merino. Ahí la corrupción los implica a todos y lo único que hay es impunidad. Los personajes metidos dentro de la estructura del gobierno de la nueva visión es otro punto, basta sólo con investigar a Sergio Beltrán “Toto”, para descubrir maniobras chuecas por las operaciones financieras que desde el interior del Ejecutivo se realizan y que se han documentado en varios medios de comunicación. 

 

Quizá la corrupción de las más de cuatro mil concesiones de taxis en las que incurrieron funcionario y que en lugar de investigarlos y meterlos a la cárcel lo premiaron con cargos como en la dirección de Programas Estratégicos de la administración estatal en la figura de Jorge Messeguer Guillén. Y así, podemos mencionar varios casos más en los que no existe investigación alguna por parte ni de Vidente Loredo de la Entidad de Auditoria y Fiscalización ni de Juan Salazar Núñez, fiscal Anticorrupción.

Hoy, estos dos personajes misteriosamente, están junto con el poder Judicial, en contubernio, encontrando “inconsistencias” en quienes se han revelado contra el Ejecutivo y ahora, el chivo expiatorio ha sido el rector de la UAEM, Alejandro Vera, con otro objetivo perverso que es el de fortalecer la deteriorada imagen de Graco y evitar al mismo tiempo, que participe en el proceso electoral por algún cargo de elección popular.

 

 

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