I. Ya van de gane. Con el voto dividido del PAN y con el apoyo de algunos legisladores independientes, la bancada priista y la del Verde en el Senado lograron suprimir el requisito de seis años de no pertenecer a ningún partido político a quien aspire a ser el titular de la Fepade. El senador independiente Manuel Cárdenas Fonseca afirmó que se trataba de un requisito que violenta los derechos políticos de las personas. No obstante, PRD, PT, Morena y algunos del PAN, coincidieron en que la decisión da por hecho un fiscal electoral “a modo”. Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada priista, dijo que para antes del 10 de diciembre estará listo el nuevo nombramiento. Eso, si todo marcha bien… O sea, dúdelo.
II. Usted disculpe. Este miércoles, dos meses después de que fue liberado, regresó a su cargo Amyr Reyes, uno de los 12 policías que fueron retenidos tras la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Reyes fue exonerado por la PGR y puesto en libertad en agosto, al no encontrar nexos con la fuga del líder del Cártel del Pacífico. “Se hizo justicia”, comentó en entrevista. Amyr Reyes mencionó que la reincorporación se dio como personal de nuevo ingreso, sin embargo, le respetaron las condiciones laborales que tenía antes de haber sido detenido. El saldo negativo que dejó la fuga histórica fue un puñado de funcionarios aprehendidos, pero los verdaderos artífices de la evasión siguen en la impunidad. Y mientras, el Cártel del Pacífico, tan campante.
III. Paredón. Gobernar en México se ha convertido en una actividad de alto riesgo. Y si no lo cree, pregúnteselo a José Juan Saucedo Chávez, quien asumió hace unas horas la presidencia municipal de Turicato, con temor. “Como ser humano tengo temor, pero también les digo que no tengo amenazas sobre mí”, dijo el edil provisional, pues llega a suplir a la alcaldesa de extracción priista María Gisela Vázquez Alanís, quien está presa, procesada penalmente por asesinato. Saucedo Chávez calificó a su municipio como una región peligrosa. Cómo no temer, si apenas hallaron muertos a Artemio Murillo, dirigente municipal del PRI, y a su secretaria, Verónica Ambriz. Rifaron un tigre y se lo ganó.
IV. Menos corajes. En el PRD deben calmar los nervios. Sobre todo después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dio un revés a la resolución del sol azteca de sancionar a algunos de sus militantes por apoyar a Morena. El pasado 28 de octubre, la Comisión Nacional Jurisdiccional del PRD suspendió los derechos de siete perredistas entre los que se encontraban Pablo Gómez Álvarez, Carlos Sotelo y el senador Raúl Morón. Ya recuperaron sus derechos partidistas, pues los magistrados consideraron que el procedimiento no se apegó a los estatutos del PRD. El que sean afectos a personajes políticos sólo afecta la libre expresión de los militantes y no representa una violación del estatuto del PRD. Más diálogo y menos berrinches, por favor.
V. Había opción. Al PRD le dieron una cucharada de su propio chocolate en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. El grupo parlamentario de Movimiento Regeneración Nacional montó una intervención al más puro estilo del viejo sol azteca, con megáfonos y pancartas incluidos. Minutos antes de iniciar la sesión del martes, se estaba negociando que Morena regresara a la Mesa Directiva con la figura del diputado Néstor Núñez, para apaciguar los ánimos. Se hizo notar la actividad legislativa de Núñez, quien ha propuesto puntos de acuerdo e iniciativas en temas cercanos a la gente como la exigencia de mayor seguridad pública en la Roma-Condesa y la creación del Instituto de Diversidad Sexual y de Género. Pero en la Asamblea se privilegió el zafarrancho.