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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
 

El debate por el Frente Ciudadano por Morelos no es sólo de números, también incluye ofensas y fobias. Del lado amarillo se plantean escenarios basados en números y estadísticas; del lado azul los argumentos se dan en función de hechos y actuaciones. Falta poco para que se venza el plazo para registrar las alianzas y no se ve por donde puedan llegar los acuerdos.

 

Independientemente de quien lo encabece, el Frente Ciudadano por Morelos integrado por el PAN, el PRD y MC es de fundamental para quienes desde la izquierda quieren ganar la gubernatura en el 2018. Por si solos es muy difícil que cualquiera de los dos partidos gane, pero sumando fuerzas con el PAN se vuelven competitivos y muy peligrosos. Igual que como sucede a nivel nacional, el primer paso es amarrar el acuerdo y luego vendrá la definición del candidato.

Hay muchas razones para argumentar lo absurda que resulta una alianza entre el PAN y el PRD: desde el plano ideológico hasta la historia reciente en donde el gobierno estatal perredista se ha cansado de acusar al panismo de ser protector de delincuentes y creador de un narcogobierno; quienes se oponen al pacto tienen motivos suficientes para señalar que se trata de una idea inmoral y contra natura.

En el PAN hay una resistencia muy marcada a sumar fuerzas con un partido (el PRD) que representa todo lo opuesto a ellos y que además los ha perseguido a lo largo del sexenio. Empezando por el presidente estatal Juan Carlos Martínez y el más visible precandidato azul Javier Bolaños, la oposición al Frente es total y se ha hecho pública en innumerables ocasiones.

Del otro lado hay mucho interés por construir un bloque electoral; los perredistas saben que necesitan sumar los votos del PAN y atraer a quienes se identifican con la propuesta blanquiazul. Para el PRD es importante formalizar el Frente, sobre todo si es un perredista quien encabeza la candidatura al gobierno estatal.

Movimiento Ciudadano juega un rol importante en el acuerdo, pues a pesar de que como institución está desarticulado, tiene poca representatividad social y nula presencia política en los municipios, la capacidad negociadora de Jaime Álvarez da al PRD un aliado en la mesa del Frente y un operador político muy hábil en las dirigencias nacionales.

Para entender la importancia del Frente en Morelos habría que recurrir a datos estadísticos actuales y también de las elecciones pasadas; si se revisan esos números se entiende porque a pesar de las diferencias ideológicas hay muchos personajes, empezando por el gobernador, interesados en concretar una alianza:

Morena es el partido que aventaja en popularidad e intención de voto; el PRI tiene un voto duro por encima de los demás partidos; Cuauhtémoc Blanco goza de una simpatía que lo ubica como el candidato a vencer y el PAN por si solo está en condiciones de pelear la gubernatura. La única manera en que el PRD gane es sumando fuerzas con el PAN.

En Morelos la complejidad del Frente es mayor que en lo nacional porque aquí no hay diálogo entre partidos ni ánimo entre la militancia; el tiempo transcurre y cada día se ve más complicado formalizar una alianza porque todo el trabajo se deja a los comités nacionales; el primer encuentro entre dirigencias estatales fue en la CdMx y no hubo acuerdo. Por el contrario, la intervención de las cúpulas puso nerviosos a los panistas locales y apresuró la reunión del consejo, en donde por mayoría rechazaron cualquier alianza con el PRD, PRI o Morena.

En las dirigencias nacionales y en dos de los tres comités locales se hace un último esfuerzo para concretar el Frente. Movimiento Ciudadano cabildea y el PRD a través de su dirigente estatal propone abrir la candidatura a un ciudadano apartidista a cambio de que se formalice un pacto que, dicen, tiene como objetivo retomar el acuerdo nacional y privilegiar la construcción de un proyecto de estado por encima de intereses personales.

El 13 de diciembre se vence el plazo para que se formalicen las alianzas y coaliciones; a menos de un mes de ello no hay visos de acuerdo ni tampoco voluntad del panismo para concretar un acuerdo, a pesar de la oferta de que sean ellos quienes pongan al candidato.

Con el Frente, la pelea por la gubernatura es entre Morena, Cuauhtémoc y el Frente; sin el Frente, la lucha se dará entre Morena, el PAN y Cuauhtémoc.

  • posdata

La seguridad sigue siendo una factura pendiente por resolver en Morelos. Ningún partido en ninguno de los tres niveles de gobierno ha podido atender un flagelo que sigue lastimando a los ciudadanos y poniendo en jaque a las instituciones.

Los hechos de violencia se presentan sin cesar en nuestra entidad, delitos de alto impacto ocurren en las comunidades más alejadas de la capital y también en el corazón de Cuernavaca.

Lo más reciente que hemos visto es el asesinato de un profesor de secundaria; el hecho ocurrió frente a muchas personas, quedo grabado en las cámaras de seguridad del estado y como siempre, el asesino huyó caminando.

En algunos casos el equipo de videovigilancia del gobierno estatal funciona; funcionó cuando nos presentaron el último trayecto en auto que siguió el empresario Rafael Arámburu antes de ser encontrado sin vida y también cuando se mostró el momento en que una ruta atropelló a una mujer de la tercera edad frente a la estación de autobuses Pullman.

No funcionó en cambio, en los innumerables secuestros que han ocurrido en la entidad, tampoco en los incontables asaltos a bancos, empresas o negocios, ni cuando asesinaron a plena luz del día al empresario de la Feria de Cuernavaca o en aquella ocasión en la que hubo una balacera afuera de la residencia oficial del gobernador. Las cámaras inteligentes parecen tener mente propia y funcionan sólo cuando quieren… o cuando al comisionado estatal le conviene.

El problema de seguridad ha rebasado al estado y a sus instituciones; el problema de violencia lastima a la sociedad y sirve de pretexto para que los actores de poder se ataquen entre si. El asesinato en el bar Attico, por ejemplo, no sirvió para que las autoridades municipales revisaran la operación de ese tipo de negocios para evitar otro incidente similar, por el contrario, el secretario de turismo municipal y el coordinador de asesores (Juan Pons y Jorge Meade) son defensores de oficio del lugar y promueven su reapertura.

Hoy vemos otro hecho violento afuera de un bar de Cuernavaca y de nueva cuenta lo primero que escuchamos son las acusaciones y descalificaciones de los funcionarios. El comisionado de seguridad le echa la culpa al municipio y el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, en lugar de revisar qué ocurre en sus entrañas, se enfrasca en un pleito personal contra todos los que no piensan como él.

En medio quedamos todos los demás: mientras las autoridades del estado se pelean cotos de poder y utilizan la violencia como bandera electoral, los ciudadanos seguimos a merced de la delincuencia. Todos los días damos cuenta de hechos violentos, actos fuera de la ley y abusos policiales. ¿Hasta cuándo? ¿En qué momento veremos un cambio de actitud en nuestras autoridades y un ajuste real a la estrategia de seguridad?

Cuatro años de Mando Único no han dado resultados. El gobernador puede afirmar que estamos mejor y el comisionado puede grabar todos los videos que quiera, pero las cifras oficiales demuestran lo contrario: Morelos sigue estando entre las 10 entidades más inseguras de México y ocupamos uno de los cinco primeros sitios en los cinco delitos más graves. ¿Cómo decir que vamos bien cuando todos los datos duros demuestran que estamos mal?

El problema de violencia e inseguridad en Morelos es real y es muy grave. Lo peor: las autoridades se echan la culpa mutuamente y ninguno acepta su responsabilidad.

Hace seis años, en campaña, nos prometieron seguridad. ¿Qué nos ofrecerán en las próximas elecciones?

  • nota

Entre los aspirantes a cargos de elección popular persiste una duda ¿Cuándo deben separarse del cargo?

Según el IMPEPAC son 90 días antes de la elección, pero según la corte deben ser 180 días. El primero es el órgano electoral y su fallo excede sus funciones, pero es el encargado de conducir el proceso; el segundo es un órgano judicial totalmente facultado, pero no interviene en la contienda.

Pero la inquietud prevalece ¿Cuándo?

Guillermo del Valle, el ex presidente del PRI en Morelos y aspirante natural a un cargo de elección popular tiene una hipótesis interesante: “He consultado a diferentes abogados y en independencia de la jurisprudencia, me hacen una recomendación: pide por escrito al órgano electoral una opinión y que te respondan oficialmente de la misma manera (por escrito). Sí el órgano electoral te informa de manera oficial que los tiempos para separación del cargo son 90 días, la responsabilidad sobre cualquier polémica sobre los tiempos es de ellos.”

No tengo la certeza de que la sugerencia que le dan a Memo del Valle es la más adecuada en lo jurídico, pero sin duda es muy interesante. Si el IMPEPAC, el órgano encargado del proceso electoral le dice a un alcalde que se puede retirar 90 días antes de las elecciones ¿Cómo lo podrían sancionar después?

  • post it

El ídolo llamó a sus amigos, convocó a la gente, pero el estadio no se llenó. El alcalde de Cuernavaca organizó otro partido de fútbol, ahora a beneficio de los damnificados del sismo, pero la gente ya no le respondió como antes.

El estadio de fútbol de Xochitepec era el marco perfecto para un encuentro entre las leyendas del América y los ídolos del fútbol morelense. El lugar era el correcto, el día fue adecuado y hasta el clima se prestó para que todo saliera según lo planeado. Varias estrellas del balompié acudieron a una plaza futbolera por naturaleza esperando que como en otros tiempos, la afición respondiera a su llamado. Esta vez no fue así.

El mensaje social que recibió el futbolista que despacha como alcalde es claro: su fama ya no es lo que era antes, al menos en Morelos; el desempeño de su gobierno en Cuernavaca le ha puesto en contra de muchas personas y sus viejas glorias como jugador profesional ya no alcanzan para matizar su mal gobierno ni causan el mismo entusiasmo entre sus seguidores.

Cuauhtémoc Blanco sigue siendo una figura muy importante del fútbol, pero como político ha cometido muchos errores, empezando por mantener en su gobierno a figuras que no respaldan su discurso de honestidad ni garantizan eficiencia en su actuación. Cuernavaca vive uno de los peores momentos de su historia: está llena de hoyos, sucia, oscura, deteriorada y cada día más insegura. Como si eso no fuera suficiente, la corrupción está a la vista de todos en dependencias como Desarrollo Social, Obras Públicas, Desarrollo Sustentable y Turismo, por mencionar algunas.

Como futbolista Cuauhtémoc Blanco se debe sentir mal de no haber llenado un pequeño estadio en una plaza netamente futbolera en un día de asueto. Como político sus estrategas deben poner atención en el mensaje de la gente, pues este desaire puede representar el primer aviso a un personaje al que se le reconoce su historial deportivo, pero se le critica su actuar como político.

  • redes sociales

A propósito del trabajo del equipo del alcalde de Cuernavaca ¿Quién maneja sus redes sociales? ¿Nadie les ha dicho que en este tipo de instrumentos de comunicación el tiempo y el contenido de la información es fundamental? De la ortografía mejor no hablamos.

Comentarios para una columna sonriente:

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