Los tiempos del PRI
José Antonio Meade, servidor público sin militancia partidista, anunció que se inscribirá para ser candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Antes, en una ceremonia presidida por el presidente Peña Nieto, Meade renunció a la Secretaría de Hacienda, de la que ya había sido titular en el tramo final del pasado sexenio.
La liturgia del partido tricolor se completó con la solicitud de respaldo a los sectores que lo conforman —trabajadores, campesinos, mujeres, jóvenes y el llamado sector popular— al proyecto que Meade resolvió emprender.
Fue un proceso terso. Se cumplieron los pasos del protocolo tradicional. El próximo domingo será la fiesta de lanzamiento en la sede nacional del partido.
Y de ahí para adelante, sin treguas.
Reacciones importantes
Las reacciones al destape de José Antonio Meade no se hicieron esperar.
Hacia el interior del PRI los políticos que compitieron por la nominación expresaron su respaldo por medio de mensajes en las redes sociales, lo que tranquilizó a la dirigencia nacional.
Se esperan para los próximos días más cambios que involucran a varios de los que fueron presidenciales. Será así porque para ser competitivo en el 2018, el PRI tiene que poner toda la carne en el asador.
Las críticas de los dirigentes de
la oposición estaban presupuestadas,
ni modo que aplaudan.
La reacción más importante fue la de los mercados que tomaron a bien el nombre de Meade, aunque el proceso, no hay que olvidarlo, todavía está en etapas iniciales. Cualquier cosa puede pasar.
El turno del banco central
La reacción de los mercados se consolidará cuando se conozca el nombre del candidato que proponga el presidente Peña para ser gobernador del Banco de México. Es cuestión de horas.
No hay que perder de vista que Agustín Carstens ya tiene listas las maletas para radicar los próximos años en Suiza.
Una inflación que preocupa y recibirá al nuevo responsable del banco central.
Podría pensarse en una opción de casa, escalonaria, con los subgobernadores Alejandro Díaz, Javier Guzmán o Manuel Ramos Francia.
Del equipo de Hacienda se menciona, por su experiencia, Miguel Messmacher.
Congreso contagiado
El Congreso de la Unión, contagiado por el virus de la competencia política, pasa por una racha de improductividad.
Alcanzar acuerdos es cada vez más complicado, pero hay temas cuya relevancia supera los jaloneos políticos coyunturales, como la elección del titular de la Fepade o la Ley de Seguridad Interior.
En el bochornoso tema de los fiscales pendientes, también falta el Fiscal General y el Anticorrupción.
Para poner a trabajar a los legisladores el antídoto es que su inactividad tenga un costo político.