MEADE: LA PROXIMA REBELIÓN EN LA GRANJA
Por Luis R. Aveleyra Santos
Hace casi catorce meses, cuando el señor José Antonio Meade Kuribreña fue nombrado Secretario de Hacienda, en este mismo espacio compartimos con nuestros amables lectores que seguramente tal movimiento iba más allá, que probablemente nos estaban engañando con la verdad para la candidatura de 2018, puesto que el personaje, identificado más bien con el PAN que con el PRI, era signo de la extraña simbiosis entre las dos fuerzas políticas que se han disputado el poder, el PRI y el PAN.
Parece que esa reflexión se cumplió. Solo que habrá escollos que sortear, pues no todo será miel sobre hojuelas. La decisión tomada desde la cúpula del poder, seguramente fue unipersonal, al viejo estilo, pensando que el Partido es solo una maquinaria electoral que obedece ciegamente. Pero en esta ocasión hubo varios imperceptibles, pero reales cambios respecto de la tradición.
Los tiempos han cambiado. El PRI cambió sus estatutos para hacer posible la precandidatura de Meade, quien será un candidato joven, de trato aparentemente terso, cuenta con la simpatía de algunos grupos de las fuerzas armadas, probablemente tenga más amigos que enemigos,
Esta vez fue distinto, en la residencia oficial de Los Pinos, al virtual escogido le fue aceptada su renuncia, y en su sede tuvo que despedirse de sus colaboradores para después dirigirse a la casa de los sectores del PRI quienes lo recibieron pero no en la masa, solo las dirigencias y, eso si, los eternos lambiscones de siempre.
Tampoco hubieron gobernadores, ni contingentes de las organizaciones, no se vieron pasarelas, mantas, matracas, manifestaciones de apoyo, pancartas, gorras ni sudaderas. ¿Será el sino de los tiempos?, ¿un cambio en la liturgia que no conocíamos ?, ¿el señor Peña Nieto ya no podía más con las presiones y se vio precisado a que el ex Secretario de Hacienda presentase su renuncia en público y manifestara su deseo de iniciar otros proyectos?
Desde luego, las dirigencias lo reconocen y piensan que todos seguirán al candidato al unísono, pero la circunstancia de que un NO militante del partido, un advenedizo más a modo de Enrique Peña que de los priistas, pueden dar por resultado una “rebelión en la granja.”
No porque el candidato sea bueno o malo, porque tenga capacidad o no, sino porque Enrique Peña Nieto golpeó, insultó, discriminó a los priístas para poner en los puestos a sus amigos y paisanos. Con disciplina se aguantaron porque no les quedaba mucho por hacer, pero llega el tiempo de cobrar facturas. Será difícil negociar con los resentidos ofendidos y proscritos que aún tienen poder real en comarcas y grupos completos.
La primera lucha del precandidato Meade será convencer y luchar contra el sector rudo del PRI. Dónde queda por ejemplo Manlio Fabio Beltrones o los ex gobernadores priístas; los líderes de las distintas organizaciones vejadas y olvidadas como la CNC y la CTM; en qué papel estarán los resentidos del PAN como Gustavo Madero Muñoz, o bien cuáles serán los pensamientos del perredista Carlos Navarrete del PRD, que están muy callados, pero sin duda expectantes de los acontecimientos y seguramente tendrán su propio proyecto.
Al ver la fotografía del candidato con la cúpula de la dirigencia de la CTM, la visión que deja es la de una generación que se está acabando que no comprende de procesos macroeconómicos, que es ajena a lo que está sucediendo. Dejó de ser la clásica foto de familia para parecer la visita de un posible militante, ajeno, sin identificación, que no pertenece a su causa y tal vez tampoco a sus simpatías.
El propio PRI con una dirigencia que no pertenece a la militancia, cuyo líder es un tecnócrata de bajo perfil, con menos aptitudes para dirigir un partido político y un discurso hueco, sin mensaje ni mística, hará más complicada la elección porque habrá de convencer a dirigentes estatales, pedirles favores, negociar con gobernadores y autoridades locales.
Por si ello no fuera bastante, se presenta otra arista, la del gremio magisterial, tan importante en tiempos electorales porque ayudan en mucho a la logística operativa de las elecciones, pero hoy es un gremio dividido, acosado, que probablemente sea reticente. Según se dice, el joven Aurelio Nuño será el coordinador de la campaña.
Ojalá no use los mismos métodos que usó con los maestros, será contraproducente.Otra lucha será la posición que tome el propio PAN, ¿lo apoyarán y el partido blanquiazul se sumará a su candidatura?, ¿nombrarán a su propio candidato? , o lo más importante: ¿logrará vencer sus propias divisiones?
¿Qué va a pasar con el Frente Ciudadano y quien sea su candidato será de mayor peso específico que el candidato del PRI?
Desde luego el señor Andrés Manuel López Obrador será un adversario formidable que dará mucho qué decir.
Se antoja difícil la campaña para el precandidato priísta, pero no se olvide que tiene un as bajo la manga, el haber sido Secretario de Desarrollo Social, lo cual le creó una interesante infraestructura de la la cual echará mano en estos tiempos y, el hecho de pertenecer a algunas de las organizaciones ligadas al clero, le abrirán varias y no desestimables puertas.
El juego electoral comienza a abrirse, el pueblo de México, desvalido, sólo espera que el próximo mandatario sea menos malo que el que termina.