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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

El proceso electoral comenzó el 8 de septiembre. A pesar de ello, a unas semanas de que comience la selección de candidatos y el registro de alianzas y coaliciones, ningún partido tiene certeza de cómo irá a campaña. Muchos aspirantes están listos para competir, pero no saben por donde ni para qué.

 

La constante en el ambiente político de Morelos es la incertidumbre. A pesar de que el proceso electoral comenzó el 8 de septiembre, a unas semanas de que concluya el año los partidos y los aspirantes a los diferentes cargos de elección popular siguen sin saber cómo y hacia dónde moverse. La del 2018 será una elección fuera de lo normal: muchos precandidatos están listos para ir a campaña, pero aún no saben bajo qué siglas competirán.

Por razones de índole nacional y local los tres partidos grandes siguen sin definir la forma como irán a campaña. En las tres casas políticas con posibilidades de triunfo en Morelos siguen esperando las definiciones nacionales y los acuerdos locales; saben que van a competir, pero no tienen claro si lo harán solos o en alianza.

En Morena, por ejemplo, ya está definida la candidatura en la persona del senador Rabín Salazar; su alianza natural es con el Partido del Trabajo, pero recientemente abrieron pláticas con el Partido Encuentro Social. Los morenistas son quienes más se están moviendo, se llevaron a la diputada federal Lucía Meza, dialogan con el panista Javier Bolaños y exploran la posibilidad de sumar fuerzas con el futbolista Cuauhtémoc Blanco. En Morena ya están trabajando, pero no tiene claridad de cómo armarán el rompecabezas del 2018.

El destape de José Antonio Meade como candidato presidencial del PRI cambia las cosas en el priísmo Tlahuica. Hasta hace unos días muchos presumían cercanía con el Secretario de Gobernación, asumían que Miguel Ángel Osorio Chong iba a ser el abanderado nacional y a partir de ello armaban sus planes. Al decantarse las cosas a favor del ex titular de Hacienda el panorama se modifica, pues aunque ahora muchos priístas morelenses publican fotos al lado de Meade, ninguno de quienes lo presumen es cercano al canciller.

El precandidato, cuentan, tiene un equipo meticuloso que analizará el escenario local y opinará sobre la definición de candidatos en función de dos aspectos fundamentales: su preparación profesional y su fama pública. Meade no es un personaje que se mueva a partir de afectos personales, es metódico, analista, frío en sus decisiones, como lo debe ser un experto en finanzas. Mienten aquellos que en la clase política de Morelos presumen cercanía o influencia con el ex canciller; el ex secretario tiene amigos en Morelos, pero no son de la clase política.

Las candidaturas del PRI en Morelos y la eventual alianza de ese partido con otras fuerzas políticas pasará por el escritorio del candidato; las decisiones que se tomen serán analíticas y minuciosas porque quieren ganar; en la oferta que haga José Antonio Meade no caben figuras con un pasado tortuoso o una imagen putrefacta como Francisco Moreno Merino.

En el PAN el escenario es complejo porque dependen de lo que ocurra con el Frente Ciudadano por México y de las ocurrencias de su dirigencia local. En lo primero el escenario es incierto porque el proyecto nacional ha venido a menos y cada día se complican más los acuerdos para definir al abanderado presidencial; en varias entidades como Morelos o el Estado de México las dirigencias (PAN) se han rebelado y en otras (Jalisco) los candidatos (Alfaro) han descartado sumarse al Frente.

Localmente la cosa está peor: el consejo estatal panista ya definió que no irá en alianza con el PRD, pero mantiene abierto el diálogo con el PES. Entre la militancia azul y los aspirantes de Acción Nacional no tienen certeza de lo que ocurrirá porque su dirigente no informa, no responde a las llamadas y literalmente no está en Morelos. En el PAN saben que no irán con el PRD, pero aún no entienden cuál será la estrategia de campaña y de qué manera se definirán las candidaturas.

El plazo para formalizar las alianzas y coaliciones se extendió unas semanas más, pero ello en lugar de mejorar las expectativas de los partidos prolonga la inquietud de los aspirantes. El PRD apuesta todo a la conformación del Frente, pero deja en manos de su comité nacional la solución a sus problemas locales. PAN y PRI también deambulan sin rumbo y con dirigencias que no generan confianza ni certeza entre su militancia, pero sobre todo que no hacen trabajo serio, formal ni profesional rumbo al 2018. Morena es quien más avanza, aún cuando su candidato es el que menos tiempo pasa en el estado.

La incertidumbre prevalece en todos los actores políticos del estado; muchos se preparan para competir, pero nadie sabe cómo y de qué manera lo harán. La nueva reglamentación electoral y la poca claridad en los escenarios es un elementos que tiene muy preocupados a aquellos que buscarán un espacio de representación popular en el 2018.

  • posdata  

La definición de José Antonio Meade como virtual candidato del PRI a la presidencia de la república tomó mal parados a los priístas morelenses. La llegada de un personaje con las características políticas y personales del ex titular de hacienda mueve el panorama para quienes daban por sentado que el PRI postularía al jefe de la política interna.

Los maricelos, por ejemplo, pregonaban el compadrazgo con el hidalguense, daban por sentado que su postulación les abriría las puertas en el 2018 y que a partir de ahí reconstruirían el liderazgo que tuvieron hace años. Perdieron.

Francisco Moreno Merino, como siempre, presume cercanía con el precandidato, muestra fotos con él y asegura que guarda una amistad estrecha desde hace varios años. Falso. La relación de Moreno Merino era (tiempo pasado) con Luis Videgaray, pero desde hace mucho, desde que fue destituido de la Profepa por incurrir en actos de corrupción, el minúscilo personaje perdió esa relación y fue etiquetado en el círculo político nacional como lo que es: mitómano y corrupto. Sus presunciones sobre la amistad que supuestamente tiene con Meade son, para utilizar un término coloquial, “apantallapendejos”. Basta conocer la trayectoria de José Antonio Meade y su conducción personal para darse cuenta que no hay manera de que un personaje con ese estilo de vida guarde una mínima relación con alguien a quien le gusta traficar con el poder, con las mujeres y es profundamente afecto al dinero.

Otro que en Morelos afirma tener cercanía con el ex canciller es Jorge Meade Ocaranza. El delegado estatal de Sedesol mantuvo una relación institucional con el futuro candidato presidencial cuando este último ocupó la titular de la Secretaría de Desarrollo Social; en ese periodo el tamaulipeco convivió con el secretario, pero a decir del equipo federal no existe una relación de amistad como la que pretende hacer creer el gumaco. Además, añaden ¿Un Meade a la presidencia y otro Meade a la gubernatura? ¡Nunca!

Pero no sólo a los priístas se les mueve el tapete con la definición de José Antonio Meade. Otro personaje local que tenía velas prendidas por la candidatura de Miguel Ángel Osorio era el alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco Bravo. El edil es protegido político del titular de la política interna, gracias a él libró las batallas que ha sostenido contra el gobernador y en él estaban fincadas sus esperanzas para planchar la alianza con el PRI. Con Osorio fuera de la jugada, el futbolista pierde capacidad de negociación y poco a poco también perderá cobijo político; el PES puede ahora explorar otras posibles alianzas, pero sin duda se queda sin su mejor y más fuerte apoyo nacional.

  • nota

La inseguridad vuelve a agudizarse al final del año; la suma de ejecutados en Morelos supera las 420 personas y el conteo, tristemente, no tiene para cuando parar.

De manera paralela volvemos a ver casos de secuestros; el fin de semana hubo dos plagios más en los municipios de Jiutepec y Temixco; antes, a través del video de una cámara de seguridad de un restaurant en Cuernavaca observamos a un grupo de personas llevarse con violencia a un ciudadano.

Los asaltos, las extorsiones y los robos en la calle, en los negocios, en las casas y en los bancos siguen ocurriendo por todo el territorio morelense; en estos casos las cámaras de seguridad no han funcionado o al menos las autoridades no han mostrado los videos que ayudan a detener a los delincuentes.

Hace seis años Graco Ramírez era candidato a la gubernatura y afirmaba que sabía como resolver el problema delincuencial; estaré pendiente todos los días del tema de seguridad, encabezaré una mesa de trabajo cada mañana y rápidamente lograremos acabar con los altos índices de violencia, presumía el candidato de PRD. Como gobernador el tabasqueño prometió que en 18 meses acabaría con la inseguridad y la violencia que durante décadas había azotado a la tierra de Zapata.

Seis años después el saldo es terrible; a pesar del esfuerzo institucional y la multimillonaria inversión las cosas no han mejorado. Para algunos, incluso, estamos peor que antes y como ejemplo ponen la ejecución de una alcaldesa en funciones, el secuestro de políticos y familiares de funcionarios del gabinete y los constantes robos con violencia de que son objetos ciudadanos y empresarios de la entidad.

El mandatario defiende su mando único, insiste que hay resultados y que la estrategia se ha convertido en ejemplo nacional. “De otras entidades vienen a Morelos a ver cómo funciona nuestro C5, a conocer nuestra estrategia y a pedirnos apoyo en materia de seguridad”

El problema de inseguridad y violencia en Morelos tiene dos rostros: el de las estadísticas que reflejan los hechos delictivos y colocan a Morelos en una muy mala posición a nivel nacional; y el de la comunicación, en donde el mal manejo informativo hace que los ciudadanos perciban que las cosas en lugar de mejorar, empeoren.

El esfuerzo hecho por esta administración en materia de combate al delito es real, pero no ha sido suficiente para detener las oleadas de violencia. En la víspera de que arranquen las campañas la percepción sobre la inseguridad es enorme y las posibilidades de que el tema sea utilizado como parte del discurso político son muy altas, sobre todo porque el tema fue promesa de campaña del PRD en el 2012.

En el combate a la inseguridad el manejo de la percepción debería ser parte de la estrategia, pero nunca lo ha sido. Hasta ahora, salvo los videos del comisionado Capella, la CES no comunica, no informa y por el contrario, constantemente entra en conflicto con los reporteros y los medios de comunicación.

Para el tijuanense la única prensa con los que vale la pena hablar es la nacional, en ella ha sustentado su estrategia de comunicación y los resultados están a la vista.

  • post it

El mayor de los hermanos Lelos dice que el empresario Francisco Bernot está siendo extorsionado por el ayuntamiento de Cuernavaca; “le exigen 2 millones de pesos a cambio de quitar los sellos de clausura y le piden anunciar al alcalde Cuauhtémoc Blanco” afirma el diputado Julio Yáñez.

La mentira se vino abajo muy rápido: la mañana de ayer Francisco Bernot, representante del Grupo Gia de Morelos acudió al ayuntamiento a desmentir lo tuiteado por el legislador del PSD y a denunciar que alguien está colocando sellos apócrifos en los negocios. “Por favor no nos metan a los empresarios en sus chismes políticos” dijo Bernot al mayor de los Yáñez.

¡Qué estrategia tan boba! Por algo les dicen los hermanos Lelos.

  • redes sociales

Los políticos son de modas. No habían transcurrido 24 horas de que el PRI destapó a Meade Kuribreña y muchos comenzaron a publicar fotos con el ex secretario de hacienda; algunos más, incluso, presumen su “amistad” y estrechos lazos con quien competirá bajo las siglas del Revolucionario Institucional en el 2018.

Es simpático ver este tipo de acciones y más curioso aún observar que algunos inocentes verdaderamente creen que tener una foto al lado del precandidato es un signo de amistad o cercanía.

Dos preguntas sobre el tema 1- ¿Cuántas fotos se habrá tomado el ex Secretario de Hacienda con personas a quienes ha visto una sola vez en su vida o trató por razones estrictamente profesionales o partidistas? 2- ¿A poco porque el PRI ya se decidió por José Antonio Meade ello significa que el ex funcionario será el próximo presidente de México?

El destape del PRI provocó un flashback tricolor: muchos creen que como hace varias décadas, ser candidato del PRI representaba ser el ganador de las próximas elecciones. Ya no es así. Al menos no será tan sencillo.

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