¿Y por qué “Solo para idiotas”?
Porque muchos de quienes se oponen a la ley de seguridad interior que aprobó una mayoría de diputados —y que aprobará el Senado— creen que los ciudadanos son idiotas.
¿Y por qué esa creencia de ONG, de políticos y partidos como PAN, PRD y Morena, y de los vividores de derechos humanos?
Porque partidos y políticos construyeron una montaña de mentiras —en torno a la citada ley— digna de quienes no ven la estulticia de la que son capaces en tiempos electorales.
Por ejemplo, el otrora prestigiado Cencos —pastoreado por Emilio Álvarez Icaza— se pregunta en un video: “¿Realmente queremos a los militares en las calles?” Y enumera supuestos excesos. Solo que en todos los casos miente. ¿Lo dudan?
1. La masacre del jueves de Corpus —conocida como El Halconazo del 10 de junio de 1971— fue cometida por paramilitares identificados como Los Halcones y no por el Ejército.
2. En la masacre de Aguas Blancas del 28 de junio de 1995, la mano criminal fue del Agrupamiento Motorizado del gobierno de Guerrero, policías que dispararon contra activistas de la Organización Campesina de la Sierra del Sur. No hubo participación de militares.
3. En la matanza de Acteal no participó el Ejército sino paramilitares que atacaron a tzotziles de Las Abejas, en Chiapas.
4. La masacre de San Fernando, Tamaulipas, fue ordenada y ejecutada por Los Zetas —en agosto de 2010—, quienes asesinaron a 72 migrantes. Nada tuvo que ver El Ejército.
5. En Tlatlaya fueron abatidos 22 “presuntos criminales” ligados al narcotráfico, durante un enfrentamiento con militares, en 2014. Seis de los siete acusados de una supuesta ejecución extrajudicial fueron absueltos.
6. Es falso que la ley haya sido impuesta por el PRI. El Congreso es más plural que nunca y en comisiones de la Cámara de Diputado todos los partidos la discutieron y fue aprobada por el PRI, una parte del PAN, el PVEM, Panal y PES. Incluso Ricardo Anaya ordenó que sus diputados votaran en forma diferenciada; unos por el sí, otros por el no y otros abstención.
Y es que Anaya acordó con el PRI avalar la reforma, pero engañó a la sociedad para sacar raja electoral del caso. Eso sin contar que casi todos los gobernadores del PAN apoyaron la ley.
7. Es falso que la ley “otorga discrecionalidad al Presidente para el uso de las fuerzas armadas”. En realidad faculta al Ejecutivo a emitir una declaratoria de protección a la seguridad interior, que podría derivar en el envío de efectivos castrenses. Pero la declaratoria se expediría a solicitud de gobiernos y congresos estatales rebasados en el combate al crimen.
8. Es falso que la ley sea un cheque en blanco para el Presidente. ¿Por qué? Porque si bien a iniciativa del Ejecutivo puede emitir la declaratoria de protección —si considera que existe peligro para la integridad de las personas y el funcionamiento de las instituciones—, dicha declaratoria debe ser aprobada por la Comisión Nacional de Seguridad, previa evaluación del tipo de amenaza que será atendida, a través de qué acciones, en qué territorio, durante qué tiempo y bajo qué mando. El uso de las fuerzas armadas no es discrecional.
9. Falso que la ley “abre la puerta al estado de excepción permanente” y que “perpetúa la presencia militar en el combate a la inseguridad”. ¿Por qué es falso? Porque la ley establece que la declaratoria tendría vigencia máxima de un año. Y se extendería solo a petición de gobiernos y congresos estatales.
10. Es falso que la ley promueva “la militarización” de la seguridad pública del país, como dijo la malintencionada Tania Renaullt, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en México.
Tania no entiende nada o se hace guaje, porque es falso que la ley pretenda “tener al Ejército en las calles”. La idea de la ley es lo contrario, solo activar la participación castrense a solicitud de uno de los tres órdenes de gobierno y con la aprobación de dos de los tres poderes de la Unión.
11. Es falso que el Ejército pudiera usarse para reprimir manifestantes sociales”. ¿Por qué es una falacia? Porque la ley aclara que las protestas sociales no son consideradas amenazas a la seguridad interior.
12. Y la perla del instrumento político llamado Amnistía Internacional, cuyos “expertos” dicen que con la ley de seguridad interior se repetirán violaciones a los derechos humanos “como en Ayotzinapa o Tanhuato”.
Olvidan que en ninguno de los eventos participaron las fuerzas armadas.
Sí, si es usted un idiota, no lea este texto.
Al tiempo.