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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

Eolo Pacheco |
2017-12-11

Hace unas semanas los panistas celebraban haber votado en consejo contra el Frente en Morelos. Hace unos días el presidente estatal del PRD declinaba buscar la candidatura a gobernador. Hace unas horas unos y otros quedaban sorprendidos por los acuerdos nacionales en torno a Morelos. ¡Y todavía faltan tres semanas para que se defina si hay o no alianza en Morelos!

 

La formalización de la coalición entre el PAN, el PRD y MC fue un duro golpe para los panistas morelenses y colocó al PRD Morelos en la antesala de un acuerdo local. El golpeteo del que fue objeto Ricardo Anaya y las presiones que recibió en la víspera de que se signara el acuerdo nacional no sólo lo obligaron a modificar su planteamiento inicial, también lo orillaron a ceder en temas en los que había dicho que no cambiaría. Aún no es claro si habrá Frente en Morelos, pero es evidente que el PAN local ha quedado muy lastimado.

Luego de que se conoció el contenido del acuerdo nacional algunos comenzaron a festinar lo que les pareció la formalización de un pacto local. ¿A quién le toca la gubernatura? Preguntaban, al tiempo de confundir el pacto nacional con el local. Explico: la coalición nacional integra la candidatura presidencial y las posiciones federales que se jugarán en julio del 2018, por eso se anotan las senadurías y las diputaciones que corresponden a Morelos. Aún no hay Frente local… pero puede haber.

Pero lo acordado por las tres dirigencias nacionales y llevado por escrito ante el INE, aún sin ser un pacto local, influye mucho en lo que sucederá en el estado en las próximas semanas. Varios panistas morelenses reaccionaron con enfado ante la forma como pactó su dirigencia nacional las posiciones que corresponden a nuestra entidad y la consideraron un “castigo” a los morelenses por haberse rebelado aquella mañana cuando el consejo estatal votó en contra de un acuerdo con el PRD, el PRI o Morena.

Cuentan que el comité nacional estaba de acuerdo con la posición del panismo local en contra del gobierno de Graco Ramírez, que respetaban su rechazo a la alianza y a formalizar un acuerdo con el PRD; entendían que era muy difícil ir de la mano del gobernador luego de cinco años de maltrato, el problema es que la dirigencia nacional pidió a Juan Carlos Martínez Terrazas que retrasaran un par de semanas la votación para no entorpecer el diálogo nacional, es decir, que rechazaran el Frente, pero no en ese momento. El dirigente local no obedeció y ni siquiera tomó las llamadas de Anaya hasta que el acto estaba consumado.

Relatan que en la víspera de que se signara el acuerdo nacional de coalición, el dirigente del PAN en Morelos acudió a una reunión con su símil nacional en donde se enteró de cómo se repartirían las posiciones en el estado y la posibilidad de que desde México se retomaran las negociaciones, se anulara el voto del consejo estatal y se aprobara ir en alianza con el PRD y MC en Morelos. La reacción de Terrazas, cuentan, fue airada al grado de que puso su renuncia en la mesa, aunque no le fue aceptada.

Ahora que se ha formalizado el acuerdo y definido las posiciones que corresponden a Morelos es evidente que el comité nacional colocó al panismo morelense contra la pared y en desventaja en las negociaciones. De acuerdo a lo signado en la alianza Por México al Frente, las dos senadurías que corresponden a Morelos serán para el PRD, lo mismo que tres de los cinco distritos federales (2,3 y 4); al PAN le tocará uno (1) y a Movimiento Ciudadano el otro (5).

Con este escenario los panistas locales quedan muy lastimados, porque además de que la campaña será muy confusa para el electorado, les cerraron las posiciones en la contienda federal. Esta medida, dicen, anticipa que se forzará el Frente local y que se obligará a los panistas no sólo a ir de la mano de su archirrival político, también tendrían que ceder la candidatura gubernamental a un perredista o en el mejor de los casos, a un ciudadano.

Los panistas se saben lastimados con este acuerdo, entienden que serán sacrificados y algunos culpan a su dirigente estatal por haberse confrontado como lo hizo con Ricardo Anaya. Como sea, la posibilidad de un Frente local ya revivió, pero en condiciones totalmente desfavorables para Acción Nacional.

Frente al panismo hay un festejo anticipado de parte de los otros dos integrantes del acuerdo nacional: PRD y MC. Los perredistas y los naranjas están celebrando antes de tiempo y equivocando las conjeturas: el golpe es duro al PAN, pero eso en nada beneficia al PRD ni a MC; forzar al panismo a ir de la mano con ellos les puede conceder las siglas en el registro, pero no en la estructura ni tampoco en la simpatía de marca. Por el contrario: si se impone el Frente en Morelos no sólo habrá una contracampaña panista a la gubernatura, también habrá un rechazo local al proyecto nacional.

Algunos integrantes del bloque perredista sonríen porque piensan que lo único que necesitan del PAN es la marca: “Acción Nacional no es un partido de estructuras; lo único que necesitamos de ellos son las siglas, porque es lo que genera simpatía”. Cierto: el PAN no es un partido de estructuras, pero es falso que la sola marca provoque simpatías; lo que ha dado rentabilidad al Partido Acción Nacional en Morelos es su postura crítica frente al gobierno estatal y la personalidad de algunos personajes, empezando por Javier Bolaños. Un Frente estatal forzado lo único que dejará al PRD y a MC son las siglas, no la militancia ni mucho menos la simpatía ciudadana.

Con lo ya está formalizado a nivel nacional hay varios actores que se quedan fuera de la jugada. Javier Bolaños podría dar un paso a un lado (siempre dijo que no iría en una alianza con el PRD) y eventualmente hasta renunciaría a su militancia de 27 años; el legislador federal es un hombre cercano a Ricardo Anaya, ha actuado con lealtad a su proyecto, pero ahora ha recibido de su dirigente el mismo trato traicionero que ha caracterizado a Anaya como político.

Es difícil pensar que Javier Bolaños participe de una alianza con el PRD en Morelos, sobre todo porque ni siquiera iría como cabeza del proyecto estatal. Si lo convencieran, Bolaños podría quedar como refugiado en una de las dos posiciones al senado que le tocan al PRD o en la capital, desplazando a los otros aspirantes. La decisión es del diputado federal, pero ahora el visto bueno lo tendría que dar el gobernador Graco Ramírez.

Otro personaje que también se queda fuera es Francisco Coronato; el ex ombudsman morelense lleva varios meses trabajando en el estado en busca de una posición en el senado de la república, pero el acuerdo lo excluye del proyecto; ítem más: igual que Bolaños, Coronato ha sido insistente al afirmar que no competiría bajo las siglas del PRD.

La política es de tiempos y de circunstancias y se mueve constantemente. Hace unas semanas los panistas celebraban por haber cerrado el paso al PRD, hace unos días el todavía dirigente estatal del PRD aceptaba que no buscaría la candidatura al gobierno estatal y hace unas horas todo cambió. Si no hay Frente en Morelos, el candidato del PRD será Rodrigo Gayosso, porque no hay otro perredista mejor posicionado que él; pero si hay Frente también el candidato puede ser Rodrigo Gayosso, porque ahora los términos de la alianza son otros y la hipótesis de lanzar un candidato ciudadano es romántica, pero absurda. No se puede construir un candidato en semanas y no hay ningún personaje “ciudadano” en Morelos con la popularidad suficiente para arrastrar una alianza que tendrá que librar muchas batallas antes de ser ganadora.

Entendamos algo: aún si se consolida el Frente en Morelos, las posibilidades de triunfo de ese proyecto son lejanas. El desgaste del gobierno estatal es enorme, los enemigos que ha acumulado el gobernador son mayores a los que puede enfrentar y el terrible manejo de la imagen institucional convierte a la Nueva Visión en la peor plataforma para cualquier candidato. Ítem más: lo sucedido recientemente en Temixco se suma al escándalo de las despensas y ambos temas (por mencionar sólo los más recientes) representarán un lastre monumental para quien encabece la fórmula del PRD o de una alianza con los graquistas.

El al panismo de Morelos es demoledor, puede revivir el Frente local, pero no es capaz de dar certeza de triunfo a la alianza. Por México al Frente nace muy lastimado, en medio de pugnas y descalificaciones y sin la pureza y democracia que prometió. El Frente Nacional ya no se ve favorito y las decisiones que tomaron los presidentes nacionales no han servido para generar unidad en torno a ese proyecto. En el caso de Morelos la decisión es a contrapelo de su militancia y lo único que lograron es dividir al panismo y apuntalar los proyectos de otros partidos.

Con el acuerdo del Frente, quien gana en Morelos es Morena.

·                    posdata

En la mesa nacional panista saben que Morelos es un caso peculiar y entienden que han tenido que sacrificar un triunfo que parecía asegurado. La desesperación de Anaya para ser candidato lo llevó a cometer excesos (como el de Morelos) y lo convertirá en el candidato presidencial más frágil de todos.

Uno de los puntos que generó controversia en el CEN respecto a Morelos fue la nula influencia y liderazgo del ex gobernador Marco Adame Castillo, a quien Anaya recriminó por no haber tenido la capacidad de sacar adelante la negociación local del Frente; el ex gobernador es el panista menos reconocido de Morelos.

Obvio: Marco Adame Castillo fue un pésimo mandatario, es un político timorato y corrupto que sólo busca su conveniencia y que protegió la corrupción de su familia (empezando por su esposa y sus hijos) y la delincuencia desde su gobierno. El doctor Adame no tiene ascendencia política con los panistas ni calidad moral con los morelenses, al término de su mandato tuvo que irse del estado debido a la pésima imagen que se forjó y los duros señalamientos por tener vínculos con la delincuencia organizada.

Políticamente hablando el gran perdedor del PAN en Morelos es Marco Adame.

… Y ahora quiere negociar para su hijo Juan Pablo una diputación federal.

·                    nota

Al concluir su periodo como dirigente estatal del PRD, Rodrigo Gayosso Cepeda abre una nueva etapa de su vida política y anuncia que buscará la candidatura de su partido  al gobierno de Morelos.

Hace unos días el dirigente dijo que su expectativa era un escaño legislativo en el congreso federal, pero vistos los últimos acontecimientos ha replanteado su escenario y se alista para buscar la postulación a la gubernatura.

Si no hay alianza con otros partidos, el candidato del PRD será Gayosso, pero como se ven las cosas, aún con alianza el candidato será Gayosso.

·                    post it

Poco a poco se van aclarando los escenarios. La carrera por la gubernatura de Morelos en el 2018 la encabeza Morena, le sigue el alcalde Cuauhtémoc Blanco y después el Frente.

Con la dirigencia actual, el PRI no tiene nada que hacer en el 2018.

·                    rede sociales

La prudencia no ha sido consejera de los perredista en los últimos cinco años en la tierra de Zapata; hoy tampoco.

Lo que está por concretarse les abre la posibilidad de competir, pero aún los tiene muy lejos del triunfo. Si vuelven a pecar de soberbios y miden sus escenarios en función de sus intereses y no con hechos reales, se van a volver a llevar una sorpresa.

Que no se olvide: Graco Ramírez es un enorme lastre para cualquier candidatura. La labor de reconciliación del gobierno debió comenzar desde hace tiempo… y aún no empieza.

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