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SERPIENTES Y ESCALERAS

Primero fue la ocurrencia de traerlo como candidato. Después la imprudencia de tratar de manipularlo. Luego la torpeza de tratar de doblarlo a golpes y finalmente la estupidez de hacerlo crecer con ataques. Cuauhtémoc Blanco Bravo es producto de la clase política morelense, ellos lo trajeron y ellos lo hicieron crecer. Ahora ya no saben cómo detenerlo.

 

Cuauhtémoc Blanco rindió su segundo informe de labores como alcalde de Cuernavaca y a partir de ahí comienza su carrera por la gubernatura de Morelos. El futbolista se vio más seguro que el año pasado, los golpes, las presiones y lo compleja que ha sido su relación con el gobernador lo han hecho madurar políticamente. Detenerlo será muy difícil.

Cuauhtémoc Blanco ya no es el mismo que vimos el año pasado, el que no dijo nada y lloró, el que tartamudeaba y sólo hacía referencia a su infancia y a sus amigos del fútbol, el que no entendía en donde estaba parado ni sabía hacia dónde se dirigía, el que habló y habló, pero nunca informó. El Cuauhtémoc de ahora es un personaje más curtido, más entendido de las cosas, más involucrado con la ciudad y enterado de quién es quién en la política local, pero sobre todo es alguien que ya le perdió el miedo a los políticos y está decidido a ser gobernador.

El deportista sigue sin ser experto en política, pero ya comienza a entender de qué se trata esta historia y cómo se mueven los hilos del poder. Lo que vimos en su segundo informe fue a un hombre decidido a seguir en política, enojado con la clase gobernante y convencido de que puede ganar la próxima elección.

No fue mucho lo que dijo Blanco Bravo en su segundo informe; no podía ser de otra forma cuando Cuernavaca heredó una deuda multimillonaria y el ayuntamiento ha sido perseguido, hostigado y atacado de manera consistente y recurrente desde el gobierno estatal y el congreso del estado. Cuauhtémoc lo expresó con todas sus letras: hemos avanzado a pesar de los diputados y contra la voluntad del gobernador.

La crítica que se hace al alcalde de Cuernavaca es por su origen, por su preparación académica, por su lugar de nacimiento, porque no es político ni tampoco un administrador público. El gobernador le ha acusado (igual que al rector Alejandro Vera) de todo, lo ha llamado protector de delincuentes, le ha culpado de la violencia en la capital, de corrupto y hasta de proteger criminales. Los diputados le han puesto todas las piedras posibles: le modifican leyes, le cambian reglamentos y boicotean cualquier ayuda que pudiera llegar a la ciudad. A ninguno le importa, ni a Graco ni a los legisladores, que todos los ataques contra el alcalde peguen en la calidad de vida de los habitantes de Cuernavaca.

Cuauhtémoc Blanco Bravo está muy lejos de ser un político profesional, no tiene las bases académicas para ser un hombre capacitado en administración pública ni tampoco tuvo la fortuna de nacer en esta maravillosa tierra. No tiene más propuesta a la vista que meter a la cárcel a Graco Ramírez y su única carta fuerte es que a lo largo de dos años no se ha doblegado a los ataques, las amenazas y los chantajes del gobernador. El futbolista es un tipo obstinado, que no se dobla y que al menos hasta ahora, no ha cometido actos de corrupción. Ítem más: los primeros y los segundos que trataron de manipularlo y operaban negocios a su nombre ya están fuera.

Reflexionemos algo: en Morelos hemos tenido (y tenemos) políticos profesionales que presumen una sólida preparación académica, que ofertan una larga trayectoria profesional y un pasado que incluye participación en distintos espacios de la administración pública. Pregunto ¿De qué ha servido a Morelos?

Dos cosas: 1- Los políticos profesionales que tenemos en Morelos han llevado al estado al peor momento de su historia reciente; tenemos una entidad insegura, violenta, estancada económicamente, sin infraestructura, con poco desarrollo y profundamente corrupta. ¿De qué nos ha servido su profesionalismo político e historial académico cuando son políticos corruptos? Y 2- Frente a un escenario en donde veremos a candidatos que han sido cómplices del actual gobierno, que son copartícipes de la depredación del estado y que con sus actos u omisiones protegen a los corruptos, la oferta de meter a la cárcel al gobernador no sólo es buena, es la mejor de todas.

Si me ofrece encarcelar a Graco y a sus cómplices, Cuauhtémoc Blanco tiene mi voto. Así la reflexión de muchos.

  • posdata

En unos días el PRI tendrá que definir a su candidato a gobernador. El jaloneo y las fintas internas son intensas, lo mismo que la guerra sucia desatada en este y todos los partidos.

En el Revolucionario Institucional hay muchos aspirantes, pero pocos con posibilidades. La oferta que tiene el PRI para los ciudadanos va desde Francisco Moreno, un personaje corrupto y entregado totalmente a la causa del gobernador, hasta Samuel Palma, un reconocido priísta que, empero, desde hace años está alejado del estado y de su gente.

En la línea de arranque por la candidatura está el delegado de la Sedesol Jorge Meade Ocaranza, un tamaulipeco que desde hace muchos años ha buscado la nominación, que lleva mucho tiempo construyendo una base electoral en el estado, pero que sigue lejos de los números y el reconocimiento necesario para ser competitivo. El gumaco sabe que ésta es su última oportunidad de competir y confía que su capital político le alcance, primero, para ser candidato y luego para ganar la elección.

Otro que también aspira es el delegado del ISSSTE Guillermo del Valle Reyes; el funcionario también lleva muchos años trabajando en el estado, desde todas las trincheras que ocupa forma estructura y desde hace dos años ha implementado un plan de vinculación social con adultos mayores para proyectar su imagen y ganar la candidatura. Es, de los aspirantes, el único que podría generar unidad interna.

Matías Nazario es el priísta menos priísta de todos, su fuerza recae en el sindicato de maestros y desde ahí trata de ganarse la nominación del partido de los tres colores. A nivel nacional el Panal ya signó el convenio de coalición con el PRI y de acuerdo a lo que ese partido dijo en su consejo nacional, serán ellos quienes encabecen la gubernatura de Morelos. Matías lleva tres años trabajando por la candidatura, baja recursos, hace grilla nacional y tiene buena relación con varios alcaldes. Dos cosas le falta fortalecer el Oaxaqueño: su imagen y su estructura.

El PRI no tiene mucho tiempo para definir cómo y con quien competirá en el 2018. Hay muchos interesados en obtener la candidatura, pero muy pocos con la capacidad de ir a una contienda electoral que será competida y en donde se requerirá de una buena estrategia y muchos recursos para salir adelante.

El PRI tuvo la oportunidad de arrancar en buenas condiciones, pero las complicidades de su dirigencia están hundiendo el barco antes de zarpar. Cualquiera que sea el próximo candidato del PRI a la gubernatura tendrá que marcar una distancia clara con su comité local, pues no podrá darse el lujo de mezclarse con quienes han golpeado tanto al estado y son hoy los operadores legislativos de Graco Ramírez.

Ningún diputado local priísta de Morelos tiene calidad moral para pedirle el voto y la confianza a los ciudadanos.

#TodosSonPacoMoreno.

  • nota

El discurso oficial en Morelos destaca dos cosas: somos un estado seguro y tenemos una administración transparente. Graco Ramírez no se siente el gobernador más odiado de México porque, dice, “No soy ladrón”.

Frente a la versión institucional destacan los reportes que cotidianamente emiten autoridades federales y organismos públicos y privados que de manera metódica evalúan el comportamiento de los estados en distintos rubros. Según el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, Morelos es una de las 10 entidades más violentas del país y ocupa permanentemente uno de los 5 primeros lugares en la comisión de 5 delitos de alto impacto. Recientemente Transparencia mexicana e Impunidad Cero dieron a conocer los resultados de la más reciente evaluación de los estados en materia de corrupción.

Esto publicó la semana pasada el portal Forbes México:

“Los estados peor calificados en lucha contra la corrupción / El coeficiente, elaborado por Impunidad Cero y Transparencia Mexicana, compara cada entidad con el peor escenario posible y genera un promedio de cada una de sus calificaciones.

Al ser calificados en materia de transparencia, anticorrupción e impunidad, estados como Morelos, Sinaloa, y Durango, entre otros, no obtuvieron una buena nota, ya que de acuerdo con el Coeficiente TAI 2017, elaborado por Impunidad Cero y Transparencia Mexicana, son las entidades con los peores resultados.

El coeficiente es un estudio que integra los índices de transparencia de la Métrica de Gobierno Abierto; la tasa de prevalencia de corrupción, de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); y el Índice Global de Impunidad México 2016.

Asimismo compara cada entidad con el peor escenario posible y genera un promedio de cada una de sus calificaciones, en ese sentido los estados peor evaluados fueron:

Morelos

Sinaloa

Querétaro

Durango

Chihuahua

Michoacán

Tlaxcala

Hidalgo

Baja California

Yucatán

Además de facilitar la administración de datos y ayudar a la generación de políticas públicas que confronten estos tres fenómenos, el Coeficiente TAI busca evitar que gobiernos o partidos políticos utilicen a su conveniencia indicadores que destacan el trabajo en un aspecto de las entidades a las que pertenecen.

“En México en la última década han venido apareciendo índices muy importantes, por ejemplo, del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas o de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y estos índices siendo muy sólidos por desgracia tuvieron el problema de ser utilizados por los gobernadores, de tal manera que una entidad sale bien calificada por los índices, destaca esa información y se olvida de los otros”, apuntó Federico Reyes Heroles, fundador de Transparencia Mexicana.

Las variables de impunidad, transparencia y anticorrupción están ligadas, por lo que ambas organizaciones establecieron enlazar los índices y generar este “índice de índices“, como lo calificó María Marván Laborde, presidenta del consejo rector de Transparencia Mexicana.

“Si no hay una transparencia proactiva por parte de los entes, si no hay normas de anticorrupción efectiva en la que realmente se pueda rendir cuentas por parte de los gobernantes, vamos a tener impunidad y la justicia no va a poder llegar a los ciudadanos”, explicó Irene Tello, integrante de Impunidad Cero, durante la presentación del coeficiente.

Las entidades federativas con menor desempeño en cada variable quedaron de la siguiente manera: Querétaro es el estado con la calificación más baja en transparencia, mientras que Morelos lo es en corrupción y Quintana Roo en impunidad.

El promedio nacional del Coeficiente TAI es de 60.59% parecido al peor escenario posible. Por variables, el país es tan opaco como Querétaro con 84.04%, tan corrupto como Morelos con 62.66% y tan impune como Quintana Roo con 88%, advierte el estudio.”

  • post it

En la última sesión del año el Congreso de Morelos volvió a modificar leyes y hasta la estructura del Poder Judicial del estado. Esto es parte de lo que hicieron los diputados antes de irse de vacaciones de fin de año:

1-     Desaparecieron el Consejo de la Judicatura.

2-     Desaparecieron el Tribunal de Justicia para Adolescentes.

3-     Crean dos salas al interior del Tribunal de Justicia Administrativa que se encargarán del Sistema Anticorrupción; para ello se nombrarán dos nuevos magistrados para que la sala cuente con siete integrantes.

4-     Nombrarán a un Fiscal General por 9 años a propuesta del Ejecutivo.

5-     Nombrarán a un Auditor Superior  de Fiscalización por un periodo de 8 años con el mismo procedimiento del Fiscal General.

6-     Nombrarán a los magistrados de Justicia Laboral.

Las consecuencias de lo aprobado la semana pasada en la sede legislativa no serán menores. El enojo de varios sectores, empezando por los profesionales del derecho es evidente y los reclamos por este tema se suman a otros tantos que reciben los integrantes de la actual legislatura.

La protección al gobernador Graco Ramírez es la parte central de las modificaciones hechas por los diputados. Blindarlo de cualquier acción legal futura en su contra es la razón de fondo en las modificaciones.

El PRD y sus aliados fueron los promotores del tema, pero el PRI fue quien apuntaló esas y todas las demás cosas que aprobaron.

  • redes sociales

Tres frases pronunciadas la semana pasada exponen la realidad (o ficción) que vive nuestro estado.

1-     Tenemos militantes panistas que no se los deseamos ni al PRD. Un panista.

2-     Entre más veo a los candidatos del PRI, más me convenzo de votar por Cuau. Un priísta.

3-     Morelos es más seguro que hace 5 años. Un perredista (Graco Ramírez).

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