Santa Claus llegó a la Casa Blanca. La Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo sobre la versión final del plan fiscal que entraría en vigor en 2018, el cual contiene como principales cambios la reducción del impuesto corporativo de 35 a 21 por ciento y una baja en la tasa impositiva para personas físicas de 39.6 a 37 por ciento.El proyecto de Ley de Impuestos se publicó el viernes por la tarde en el sitio web de la Cámara de Representantes, por lo que la votación de la reforma fiscal se realizará en las próximas horas para pasar después al Despacho Oval del presidente Donald Trump, quien “la sellará” con su firma.
La iniciativa, que fue consensuada por el Comité de la Conferencia que unificó las propuestas de ambas cámaras, señala en su primera página que las enmiendas a la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos son las primeras en realizarse desde 1986.
De acuerdo con el apartado de Disposiciones Corporativas, el impuesto corporativo quedará fijado en una tasa de 21 por ciento, que es más alta que el 20 por ciento que los republicanos habían acordado en un principio, pero muy por debajo del 35 por ciento actual, considerado uno de los más altos de entre las economías desarrolladas.
Este recorte de la tasa surtirá efecto en 2018 y no en 2019 como proponía el Senado.
En cuanto a las personas físicas, la reforma establece una tasa impositiva individual máxima en 37 por ciento, por debajo del 39.6 por ciento actual.
De acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, esta baja en los impuestos representa que las familias que ganen 150 mil dólares al año se beneficiarían de un recorte de impuestos de cuatro mil dólares y las familias que reciben 75 mil dólares, con dos mil.
Otras medidas en el plan fiscal son el aumento de los límites de deducción a las empresas para comprar un automóvil, se revisa la deducibilidad en gastos de mudanza, pensiones alimenticias, donaciones y herencias.
VAN POR GANANCIAS EN EL EXTRANJERO
Por otro lado, las empresas que realizan operaciones internacionales serán sujetas a una mayor carga fiscal a partir de 2018, al aplicarse un nuevo impuesto de 15.5 por ciento sobre el efectivo que han mantenido fuera del país, junto con un gravamen de 8 por ciento sobre activos menos líquidos.
No obstante, estas compañías podrían aumentar las ganancias por acción, repatriando el efectivo para recompras de acciones.
Actualmente, si estas empresas decidieran repatriar las ganancias a Estados Unidos tendrían que pagar una tasa de 35 por ciento.
Diversas disposiciones aplicarían a partir de 2018 y no serán de carácter retroactivo, por ejemplo en el caso del impuesto a empresas expatriadas, el gravamen aplicaría a corporaciones después de la fecha de promulgación de la Ley Fiscal.
En su cuenta de Twitter, el presidente Donald Trump escribió este domingo 17 de diciembre que su gobierno se encuentra a pocos días de lograr un recorte “masivo” de impuestos en beneficio de las familias, tal y como lo prometió en su campaña electoral.