En el trienio en que Emilio Lozoya Austin dirigió Petróleos Mexicanos (Pemex) se triplicó la alta burocracia en la petrolera y engrosó el número de direcciones corporativas, de cuatro que existían desde 1992, a nueve, y se agregaron nuevas subdirecciones, gerencias y subgerencias, lo que aumentó en más de 500 las plazas en el corporativo. La reorganización corporativa de Pemex, sus empresas productivas, subsidiarias y filiales, aprobada por el consejo de administración, fue clasificada como información reservada para un periodo de cinco años, a partir del 10 de noviembre de 2014, y en su contenido se revela el crecimiento del número de nuevos funcionarios. El documento está firmado por Lozoya Austin. La justificación para aumentar el número de funcionarios administradores de alto nivel es que se buscaba la eficiencia y competitividad, maximizando el valor de los hidrocarburos y la rentabilidad de las actividades de transformación industrial