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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

 

Las alianzas están listas. Ya sabemos la manera como los partidos buscarán la gubernatura de Morelos, lo que falta ahora es ponerle nombre a las candidaturas. Aunque algunos ya cantan victoria, nada se ha definido.

 

Cumplido el plazo de ley se han formalizado las alianzas y coaliciones entre partidos para competir por la gubernatura en el 2018. De último minuto el Partido Acción Nacional y Movimiento Ciudadano registraron la fórmula Por Morelos el Frente, sin la participación del Partido de la Revolución Democrática. La sorpresa no fue que el PAN mantuvo hasta el final su rechazo a pactar con el PRD, sino que hasta MC le dio la espalda a su gran benefactor, el partido del Sol Azteca. El primero de los cuatro pasos para definir al sucesor de Graco Ramírez se ha dado.

Los escenarios que muestran los grupos en la competencia por la gubernatura de Morelos es interesante por muchas razones. Las predicciones hechas no resultaron como la mayoría pensaba, pues aunque en algunos casos las alianzas parecían obvias, al final los acomodos modificaron de muchas maneras el contexto en el que transcurrirán las elecciones.

Las coaliciones dibujan el escenario político morelense y marcan la diferencia con lo que ocurre en la carrera presidencial; en algunos casos como en el PAN-MC o el PRI-NA se observa el contraste entre las relaciones y la forma de operar de las dirigencias nacionales y estatales; en otras como Morena-PES-PT se confirma una línea firme, aunque también una imposición. Lo ocurrido con el PRD es particular, tiene que ver con un desgaste sexenal y con la suma de antipatías personales en AN. Ninguna de todas las coaliciones es tan sólida o tan endeble como los actores de poder la quieren hacer parecer.

Las ofertas políticas que tendremos los ciudadanos en el 2018 están en la mesa: el Movimiento de Regeneración Nacional caminará de la mano de Encuentro Social y el Partido del Trabajo; el Revolucionario Institucional no pudo replicar la alianza nacional con el Verde porque los ecologistas rechazaron ir de la mano de un partido mal dirigido y con personajes como Francisco Moreno, a quien calificaron de ladrón y protector del gobernador; el PRI sólo se acompañará del insípido Nueva Alianza,

Acción Nacional también mantuvo su rechazo a ir de la mano del gobierno estatal, pero al final y derivado de una orden nacional, va acompañado de Movimiento Ciudadano. El PRD se quedó sólo con el Social Demócrata; aunque la suma de este minipartido le ayuda a no ir sólo, como los partidos Verde o Humanista, el aporte en votos será ínfimo. La oferta electoral para el 2018, entonces, si todos presentan un candidato a gobernador serán: Morena-PES-PT / PRI-NA / PAN-MC / PRD-PSD / PV / PH.

La definición de alianzas y coaliciones es el primero de cuatro pasos que se tienen que dar en busca de la gubernatura de Morelos; el segundo y muy complejo es la definición de candidatos, pues ello puede fortalecer o debilitar los acuerdos institucionales. Armar un esquema de siglas es difícil, pero ponerle nombre a quien encabezará la mezcla es también sumamente complicado. Pregúntenle a Ricardo Anaya.

En principio la alianza más fuerte es la que conforma el Movimiento de Regeneración Nacional y el alcalde capitalino Cuauhtémoc Blanco Bravo. Juntos, piensan algunos, son una fórmula invencible que además irá cobijada por el candidato más rentable de la carrera presidencial. Es la mezcla perfecta, dicen, la idónea para ganar una elección estatal y arrastrar a los demás candidatos municipales y legislativos. Cierto, en el papel lo es, pero aún faltan muchas cosas que ver en este escenario.

En los próximos días la coalición que conforman Morena-PES-PT levantará una encuesta para definir con qué candidato competirán en el 2018. El primero tiene como propuesta al senador Rabín Salazar, el segundo a Cuauhtémoc Blanco y el tercero al ex alcalde Manuel Martínez Garrigós. Si la definición es resultado sólo de una encuesta es obvio que el futbolista será el abanderado de López Obrador, aunque hay voces dentro de esa corriente que advierten de lo peligroso que sería postular a un personaje que arrastra varios y muy serios problemas legales que podrían llegar a inhabilitarlo antes de que se instalen las urnas.

En el caso del PRI no hay nada que celebrar. La mala conducción de la dirigencia estatal priísta comienza a dar resultados; aunque el Revolucionario Institucional es la fuerza política estatal con segunda mayor intención de voto en Morelos (y también la de más alto rechazo), los errores que ha cometido Alberto Martínez dejaron al partido sin uno de los tres pilares que sostienen la candidatura de José Antonio Meade. Amén de los problemas inherentes a la naturaleza del priísmo morelense, en este caso particular estamos ante el desgaste que provoca al tricolor el desaseado manejo de su novel presidente y la presencia activa y fuerte en las decisiones del misógino y corrupto (verde dixit) diputado Francisco Moreno Merino.

Acción Nacional obtuvo de último momento y de manera muy forzada la suma de Movimiento Ciudadano. La integración de los naranjas ayudó a los panistas a no ir nuevamente solos en la elección sexenal (como ocurrió en el 2012), aunque poco o nada obtendrán del movimiento naranja. El partido de Dante Delgado no tiene presencia en Morelos, su dirigencia ha hundido a la institución y las relaciones de poder de sus integrantes con el gobierno será más perjudicial que de ayuda a la causa azul. Ítem más: la dirigencia blanquiazul no ha hecho trabajo político en el estado, ha estado ausente de la agenda social y apareció con MC sólo porque así lo determinaron en México. Simple: ni el PAN confía en Movimiento ni MC quiere a los panistas.

La sorpresa de la noche fue que el PRD se quedara sólo. Las posibilidades de que la dirigencia de AN Morelos mantuviera firme su rechazo al Frente eran previsibles, no así la repentina huida de MC. Algunos dicen que algo se movió en las últimas horas, pero es más probable que lo ocurrido sea porque muchas cosas no se movieron en los últimos meses. Concretar el Frente en Morelos era difícil y para sacarlo adelante se requería de mucho más que presión nacional; a los artífices de ese proyecto les faltó humildad, la habilidad de tejer en lo local y sobre todo un cambio sustantivo en la actitud del gobernador, a quien los partidos atribuyen su rechazo.

Formalizadas las alianzas lo que viene es la definición de candidatos y estrategias. Las fortalezas de siglas pueden ser en algunos casos debilidades personales, pues aunque matemáticamente hay mezclas que aparentan ser ganadoras, todavía falta ver la manera como se desenvuelven las cosas para entender hasta que punto se pueden capitalizar las fortalezas y minimizar las debilidades.

El primer paso de la carrera por la gubernatura de Morelos, la definición de Alianzas, se ha dado. Faltan tres más: elección de Candidato, Campaña y Jornada electoral. Un buen paso no es suficiente para ganar o perder la elección.

  • posdata

Instalados en el punto de arranque los partidos se preparan ahora para definir a sus candidatos y estructurar las estrategias con las que competirán. Hoy más que nunca las decisiones que tomen tienen que ser bien pensadas, basadas en información real y alejadas de filias y fobias.

El tiempo para armar alianzas concluyó y aún faltan algunas semanas para formalizar las candidaturas; ahora entramos al proceso  de selección de candidatos, al periodo de las precampañas y el armado del plan con el cuál se competirá en el 2018. Quienes buscan ganar un espacio de elección popular no tienen tiempo que perder.

Un elemento clave en esta carrera es la confianza de los equipos, las fórmulas con las que competirán inyectó ánimo a algunos y dejó impávidos a otros; aquellos que sepan controlas sus sentimientos, que entiendan claramente y a tiempo los escenarios y tengan la habilidad de superar y capitalizar los errores propios y ajenos, tendrán ventaja en las urnas.

Un elemento fundamental en esta historia es la percepción. El ánimo de la gente jugará un papel muy importante en el rumbo de los votos. El humor social tiene un rol determinante en el electorado: fortalece proyectos políticos, los hunde y da sorpresas.

En Morelos tenemos experiencias que confirman esta situación; nuestro estado no es ajeno a los vaivenes políticos nacionales, pero tiene particularidades que lo han diferenciado de lo que ocurre en otras partes del país. En la tierra de Zapata tenemos una sociedad altamente informada y consecuentemente muy politizada, nuestro porcentaje de votación está por encima de la media nacional y desde hace muchos años entendemos lo que es el voto diferenciado.

Un dato más: las últimas tres elecciones sexenales han sido sorpresivas: en el 2000 el PRI perdió la contienda con un candidato joven y sin estructura que logró darle la vuelta a la maquinaria de poder. En el 2006 el PAN pudo sortear la crisis sexenal con un candidato insípido, desarraigado y sin discurso, utilizando la estructura del estado y el dinero público. En el 2012 el PRI arrancó la carrera con 21 puntos de ventaja y tres meses después perdió por once puntos. Traducción: cualquier cosa puede suceder en Morelos.

Hoy los ojos de muchos están puestos en la mezcla Morena-PES, parecería imposible que alguien pudiera ganarle a un personaje tan popular como Cuauhtémoc Blanco cobijado por las siglas del partido mejor calificado y la ola del candidato más rentable. El punto es que el alcalde primero tiene que sortear problemas legales muy delicados como la denuncia que aún está vigente ante la Fepade por su residencia y el fallo judicial por la demanda de la empresa recolectora de basura que ya está en etapa de sentencia y podría en cualquier momento, junto con todo el cabildo, dejarlo inhabilitado para competir.

Resueltos estos (y otros) conflictos de carácter jurídico está el desgaste social de un alcalde sumamente cuestionado por su desempeño en la capital, por la terrible situación en la que se encuentra Cuernavaca y los escandalosos actos de corrupción en los que cotidianamente incurren personajes de su gobierno, empezando por las áreas de Obras y Servicios  Públicos, Turismo y Desarrollo Social.

Cuauhtémoc Blanco es sin duda el enemigo a vencer en la carrera por la gubernatura de Morelos. El problema del futbolista (otro problema) es que no tiene un buen equipo que le acompañe y ayude a resolver los conflictos en los que se ha metido… y que ahora ya no tiene la protección del gobierno federal.

  • nota

Alguien mencionó el nombre de Juan Pablo Rivera Palau como probable candidato de la alianza PAN-MC a la gubernatura de Morelos. El empresario se dice sorprendido, pero desde hace varios meses se ha movido a través de sus amigos del gobierno para estar en la boleta electoral.

Rivera Palau no es un empresario cualquiera, es uno de los empresarios consentidos del sexenio, ha recibido cientos (¿miles?) de millones de pesos de Graco Ramírez y suministró de concreto obras como el Coruco Díaz, el museo Juan Soriano, el auditorio Teopanzolco, las remodelaciones de las calles del centro de Cuernavaca, entre otras muchas cosas que ha hecho.

También por intermediación estatal recibió contratos multimillonarios en el Paso Exprés Cuernavaca, cuya calidad de obra es de conocimiento internacional.

Juan Pablo Rivera es un empresario, un ciudadano, pero también un personaje fuertemente vinculado al gobernador Graco Ramírez. La calidad de su producto está a la vista de cualquiera que camine por las obras de la nueva visión.

  • post it

Dos temas debe tener muy presente el equipo de Cuauhtémoc Blanco en su escenario electoral: el resolutivo de la Fepade y la sentencia judicial de la empresa recolectora de basura. En un descuido y el futbolista es expulsado antes de que inicie el partido.

  • redes sociales

Tanto acusó el PAN al gobierno de Graco Ramírez y rechazó ir en alianza con cualquier cosa que represente a su gobierno y al final quedó de la mano del partido que más ha operado para la nueva visión en Morelos.

¿Se puede entender así que Javier Bolaños, el segundo precandidato mejor posicionado de todos, se bajara de la contienda por la gubernatura? ¿Existe, como algunos comentan, un pacto oculto similar al del 2012? Más claro: ¿Le llegaron al precio?

  • es viernes

Pá que arranque bien el año: hoy toca.

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