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* Las posibilidades de ganar del PAN.

 

Entre el olvido de los presidentes municipales en su constitucional obligación de ser quienes prevengan el delito y la injerencia de gobernadores y exgobernadores de Morelos hoy vive un proceso electoral complicado, sobre todo porque los electores nada o poco quieren saber de los aspirantes a cargos populares.

La realidad “democrática” en Morelos mantiene un alejado interés por parte de la sociedad, que hoy ve las instituciones políticas como una mala carga política en momentos de crisis financiera.

Son momentos en los que los ex gobernadores tampoco pueden influir realmente dentro del electorado para definir un proceso electoral, bueno ni al interior de sus partidos están relacionados con su militancia.

Hace unos días el ex gobernador Marco Antonio Adame intentó influir dentro del Partido Acción Nacional (PAN) para imponer, primero, una alianza con el PRD y fracasó.

Fue tan grande el fracaso de Marco Antonio Adame Castillo que hoy los únicos aliados de sus compañeros son el Movimiento Ciudadano, con la capacidad de obtener varios triunfos al nivel local como son recuperar con el PAN el gobierno municipal de Cuernavaca, Ciudad Ayala, Jiutepec, Temixco y otros de importancia.

En esta alianza PAN-MC el gran perdedor fue, sin duda, Marco Antonio Adame Castillo, quien también deja fuera de la carrera por una diputación a uno de sus hijos.

Hoy el ex gobernador de Morelos está desesperado porque carece del apoyo de la Sagrada Familia como el de la nueva ola panista en la entidad, que lo han dejado fuera de las grandes decisiones.

Y es que para los panistas morelenses es Marco Antonio Adame Castillo un traidor al impulsar, primero, la alianza con el PRD al nivel nacional, para luego pretender hacer lo mismo en Morelos cuando los albiazules mantienen un alejamiento con el gobierno de Graco Ramírez.

Para el Consejo Político Estatal del PAN fue difícil dejarse de convencer por su Comité Nacional, quienes hasta la semana pasada trataron de influir en una alianza con el PRD.

Hoy, el panismo morelense está satisfecho y alegre de no mantener coaliciones con el Partido de la Revolución Democrática (P¨RD), pero basados en un programa electoral que pretenden les traigan beneficios en el próximo proceso electoral.

Los panistas, como el Movimiento Ciudadano, saben caminar por los senderos sin hacer ruido, por ello no es de ser sorpresivo que puedan tener grandes avances en la conquista del voto el próximo primero de julio.

Los panistas también han aprovechado y muy bien los errores de los ediles en materia de prevención del delito, sin tener que crucificarlos en comentarios –ni en las redes sociales- por actos que legalmente pueden ser tipificados como un delito y se llama de omisión.

Y es ahí en donde los panistas tienen sus esperanzas para volver a ser gobierno, aunque sea en los municipios y con personajes de relevancia política y social, no con artistas ni deportistas en retiro.

 

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