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"Riesgo social", la precariedad de empleo e ingreso

La precariedad del empleo y el ingreso en México es considerada un riesgo social. El ingreso laboral promedio de dos de cada tres personas que trabajan se ubica por debajo de 2 mil 400 pesos a mes. Es una cantidad insuficiente, si se trata de atender las necesidades de una familia: el valor de la canasta básica por persona es de mil 335 pesos mensuales.

Hay una parálisis tanto de la capacidad de la economía mexicana para generar empleos, como para incrementar la calidad de los mismos, indica el Informe del desarrollo en México, que se publica por primera vez, bajo el auspicio del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

México se enfrenta a un conjunto de riesgos asociados al mundo del empleo, apunta.

El Informe del desarrollo en México aborda en nueve secciones algunos de los rasgos estructurales que han ido redefiniendo la economía mexicana y que condicionan sus resultados sociales y las capacidades para estimular el desarrollo, se lee en la presentación del documento, coordinado por Rolando Cordera, responsable del PUED, y Enrique Provencio.

Uno de los temas en los que se detiene el Informe es en los riesgos sociales relacionados con el desempeño de la economía en los años recientes, entre los que cita el “de no contar con un empleo digno.

México se enfrenta a un conjunto de riesgos asociados al mundo del empleo, advierte el capítulo respectivo, elaborado por los especialistas Mario Luis Fuentes, del PUED, y Saúl Arellano, del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (Ceidas).

Destaca, de entrada, la desigualdad que existe en los ingresos laborales de las personas. Se trata de un problema estructural de la economía pues, según datos oficiales, hay un porcentaje similar de personas que perciben más de cinco salarios mínimos, respecto de las personas que no obtienen ningún ingreso.

Este dato es indicativo de la polarización del empleo y de los ingresos laborales, pues los extremos están distribuidos, no sin ser una paradoja, en porcentajes similares entre quienes más ganan y quienes no perciben recursos por el trabajo que desarrollan, menciona.

El resultado de la desigualdad de los ingresos laborales se expresa en el hecho de que 82 de cada 100 personas que se encuentran ocupadas perciben menos de cinco salarios mínimos mensuales (un salario mínimo mensual es de 2 mil 191.20 pesos) y poco más de dos terceras partes (67 de cada 100) obtiene ingresos por debajo de tres salarios mínimos, agrega.

A esas cifras debe añadirse que, dado que alrededor de 7.5 de cada 100 personas ocupadas no percibe ingresos, el ingreso laboral promedio de dos de cada tres personas que trabajan en México se ubica por debajo de 2 mil 400 pesos al mes, señalan los especialistas.

El costo mensual de los satisfactores mínimos para una familia es de mil 355 pesos mensuales, de acuerdo con la línea mínima de bienestar establecida por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A la par de la desigualdad del ingreso laboral, alrededor de seis de cada diez personas ocupadas se desempeña en actividades informales, sin acceso a los beneficios de la seguridad social.

Como puede observarse, hay una parálisis tanto de la capacidad de la economía mexicana para generar empleos, como para incrementar la calidad de los mismos, sobre todo en términos salariales, pues si se compara con lo que sucede en otros países, las diferencias entre el ingreso en el ámbito de las manufacturas, por citar un caso, son enormes, agrega.

Los ingresos promedio por hora obtenidos por los trabajadores del sector manufacturero en México se ubican, entre 2013 y 2015, en cinco dólares; en Japón, el promedio para el mismo periodo es de 20.9 dólares; mientras en Canadá es de 21.5 dólares, también por hora.

http://www.jornada.unam.mx/2016/05/18/economia/018n1eco

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Nacional
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