Sea en comederos políticos, sea entre supuestos adivinos de la cosa político electoral, crecen las voces de quienes refuerzan la idea de que el candidato presidencial del PRI —y el partido tricolor mismo— están frente a una crisis de unidad que derrumba a José Antonio Meade.
Lo curioso es que la especie fue sembrada luego del montaje de que el candidato Meade “no crece” o “no despega”.
Los mismos hacen crecer la especie de que Manlio Fabio Beltrones “estaría analizando” la posibilidad de abandonar el PRI y “estaría pensando” sumarse a Morena.
Lo simpático es que el grosero bulo —el castellano de fake news, es precisamente la palabra bulo— quiere ser soportado con “chabacanas evidencias” que no se sostienen por ningún lado.
Dicen los deschavetados que la muestra de que Beltrones se va a Morena son los elogios desmedidos de Ricardo Monreal al sonorense y la defensa sin límite de Yeidckol Polevnsky al ex jefe nacional del PRI.
Lo cierto es que la especulación parece no tener límite, sobre todo cuando se mete a las matonas redes sociales. Y no existe un solo indicio que demuestre la tontería de que Beltrones pudiera dejar al PRI y sumarse a Morena.
En el fondo asistimos a una campaña bien orquestada para sembrar la duda de que el PRI se derrumba y que se fortalecen las alianzas encabezadas por Ricardo Anaya y por Andrés Manuel López Obrador, respectivamente.
En sentido contrario, cada vez son más las evidencias de que no existe tal fractura en el PRI y tampoco se puede hablar de un despegue de José Antonio Meade, en tanto no empiecen las propuestas concretas en los tiempos de campaña de los candidatos. Y es que los actuales son tiempos de precampaña.
¿Y cuáles son las evidencias de que no existe un divorcio en el PRI ni con Miguel Ángel Osorio Chong y menos con Manlio Fabio Beltrones?
1. En días pasados en la capital de Hidalgo se llevó a cabo uno de los eventos de mayor simbolismo político electoral en el tiempo que lleva la precampaña de José Antonio Meade.
En Hidalgo, Osorio encabezó un acto en el que confirmo la lealtad al candidato del PRI, Partido Verde y Panal, José Antonio Meade, quien —a su vez— respondió con un gesto de cortesía pocas veces vista. Osorio Chong levantó la mano a Meade, en señal de victoria, pero Meade cambió las señales de apoyo en favor de Osorio.
2. Al buen entendedor, pocas palabras. En ese acto, Osorio se sumó a la campaña de Meade, no solo como candidato al Senado, sino como pieza clave para recorrer el país y hacer los amarres necesarios en la estructura priista.
Al final, vale recordar que Osorio se mantuvo como puntero en todas las encuestas durante cinco años —en las mediciones de aspirantes presidenciales del PRI—, gracias a su fuerte influencia en el priismo de todo el país.
3- En efecto, resulta impensable la defensa de Beltrones, por parte de los morenistas Ricardo Monreal y Yeidckol Polevnsky. El primero dedicó un largo artículo al elogio de la política y del político Beltrones y, la segunda, acusó a Javier Corral de oportunista y de inventar una persecución contra Beltrones.
Está claro que las dos expresiones no son aptas para “villamelones” de la política. ¿Por qué? Porque de inmediato aparecieron interpretaciones de “párvulos” que suponen, presumen, adivinan o de plano inventan un coqueteo entre Beltrones y Morena. O al revés, de Morena y Beltrones.
4. Pero son interpretaciones falsas. ¿Por qué? Porque solo los idiotas que no entienden los mensajes políticos y solo quienes no conocen a Beltrones pueden imaginar tal tontería.
5. Lo cierto es que desde la “pared de enfrente” —es decir desde la alianza PAN, PRD y MC— se hizo todo para hacer creer a la opinión pública que Manlio Fabio Beltrones era perseguido por Javier Corral, gobernador de Chihuahua, y que el gobierno federal había dejado solo a Beltrones.
6. De nueva cuenta resulta falso. En efecto, existió la persecución de Corral a Beltrones, pero también es cierto que el gobierno federal salió al quite de inmediato.
Y es tan falso que dejaron solo a Beltrones, que la PGR ya inició la persecución contra el gobernador César Duarte de Chihuahua, en tanto que la fiscalía del estado aclaró que no hay nada contra Beltrones.
7. Pero además, Javier Corral, el gobernador de Chihuahua, encontró en el nuevo secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, un interlocutor confiable.
Es decir, luego que la PGR hizo público que ya inició el proceso de extradición de César Duarte —proceso que venía de lejos—, Javier Corral dijo que existía “una ventana para dialogar con la Federación”.
La política hace su parte.
Solo falta desmentir el bulo de que Beltrones pelea con el PRI, con el presidente Peña Nieto y con el candidato Meade.
Al tiempo.