LAS FOSAS: EL TEATRO
Incumplimiento de funciones públicas, ejercicio indebido del servicio público, sabotaje, quebrantamiento de sellos y ultrajes a la autoridad. De esos delitos están acusados el rector Alejandro Vera, sus subordinados Javier Sicilia e Iván Martínez, la señora María Hernández (madre de una víctima) y dos policías del Mando Único, en una denuncia iniciada a nombre del Gobierno estatal por la fiscal de la Región Oriente, Monserrat Castañeda Delgado, tocante al caso de las fosas de Tetelcingo, que unos califican como clandestinas y otros como comunes. Sin embargo, durante una supuesta reunión celebrada la tarde de ayer, el fiscal Javier Pérez Durón pudo haberse disculpado con los presuntos imputados, advirtiendo además que la Fiscalía se desistió de la denuncia y que fue presentada sin el conocimiento del gobernador Graco Ramírez o suyo. Sin embargo, el señalamiento avivó la polémica sobre un tema conocido ya por la opinión pública estatal y nacional.
Así las cosas, este fin de semana comenzarán los preparativos para que el lunes se abran las fosas con la participación de la Fiscalía, la PGR, la Comisión Nacional de Seguridad y la UAEM, a fin de identificar de manera plena los 116 cadáveres enterrados por la Fiscalía General de Morelos cuando Rodrigo Dorantes era su titular (tal personaje ni suda ni se acongoja en la Delegación de la PGR-Chihuahua). Por lo demás, podemos imaginar la escena de exhumación frente a cámaras, micrófonos y periodistas. El montaje perfecto, donde el rector e “Indiana Jones” anunciarán el hallazgo del Arca Perdida. Tocante a las acusaciones de la Fiscalía Oriente, Vera reaccionó con su conocido estilo histriónico asumiendo el rol de víctima. Él sí puede madrear a propios y extraños, pero no le gusta recibir. Y reveló su intención de incorporarse a la marcha del pederasta programada para este sábado. Lo hará, dijo, como un ciudadano común. Eso no lo cree ni su abuela.
Carmen Verónica Cuevas López es la nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia. Así como previo a su designación le llovieron cuestionamientos de personajes interesados en beneficiar otro proyecto, luego de obtener 11 de los 16 votos del Pleno del TSJ le han llovido alabanzas. El nombramiento surge de una disputa dentro y fuera del Poder Judicial, que lleva a las siguientes preguntas: ¿Cuáles fueron los factores de poder que concurrieron para entronizarla? ¿Con qué compromisos asume el cargo? ¿Será que, como su antecesora, llega obligada a hacer caso omiso de la autonomía financiera del Poder Judicial, la cual ya está aprobada por el Congreso y el Constituyente Permanente, pero le falta la declaratoria de validez del Legislativo? ¿Será que en esta negociación se puso en juego la procedencia del juicio político recientemente presentado en contra de Nadia Luz Lara Chávez? Cuevas asume representando al sector de quienes denunciaron irregularidades en el TSJ. La honestidad, pues, deberá ser la marca de su gestión. A ver.