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BITÁCORA DEL DIRECTOR

Gubernaturas 2018

 

De los 87.8 millones de ciudadanos que están convocados a votar en las elecciones federales y locales del 1 de julio, 35.8 millones lo harán en entidades donde se renovará el Ejecutivo local.

Esto es, 40.85%, de acuerdo con datos del Registro Federal de Electores al 12 de enero.

Son nueve las gubernaturas –incluida la Jefatura de Gobierno capitalina– las que se renovarán en las urnas dentro de 159 días.

Se trata de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la ya mencionada Ciudad de México.

Actualmente, el PAN tiene tres de esas gubernaturas (Guanajuato, Puebla y Veracruz); el PRD otras tres (Ciudad de México, Morelos y Tabasco); el PRI dos (Jalisco y Yucatán), y el PVEM una (Chiapas).

En cinco de los nueve estados en cuestión hubo alternancia en la elección más reciente (Chiapas, Jalisco, Morelos, Tabasco y Veracruz) y en las otras cuatro hubo continuidad (Ciudad de México, Guanajuato, Puebla y Yucatán).

En 2012, sólo siete de esos estados renovaron su gubernatura el día de los comicios federales. Un cambio en los calendarios electorales –logrado mediante reformas que dispusieron que en 2016 se eligieran gobiernos estatales cortos, de dos años de duración, en Veracruz y Puebla– ha hecho posible que en 2018 sean nueve las gubernaturas en juego.

De los siete estados que votaron por gobernador en 2012, sólo tres lo hicieron mayoritariamente por el candidato ganador de la contienda presidencial, el priista Enrique Peña Nieto. Fueron, de hecho, los dos en los que el PRI ganó también la gubernatura, Jalisco y Yucatán, y Chiapas, donde la obtuvo el Partido Verde, en alianza con el PRI y el Panal.

En los otros cuatro estados, la mayoría dio el triunfo a un candidato presidencial distinto: Tabasco, Distrito Federal y Morelos, al perredista Andrés Manuel López Obrador, y Guanajuato, a la panista Josefina Vázquez Mota.

En esos cuatro estados ganó la gubernatura el mismo partido que postuló al candidato presidencial que se llevó el triunfo. Es decir, la mayoría de los ciudadanos no aplicó el voto cruzado.

Aun así, hubo diferencias en los totales de votos obtenidos por los ganadores de la elección de gobernador y la elección presidencial.

En la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Morelos y Yucatán, los primeros obtuvieron más votos que los segundos.

Rolando Zapata y Manuel Velasco consiguieron 90 mil y 410 mil sufragios más, respectivamente, que Enrique Peña Nieto; Miguel Márquez, 167 mil más que Josefina Vázquez Mota, y Miguel Ángel Mancera y Graco Ramírez 463 mil y mil 600 más, respectivamente, que Andrés Manuel López Obrador.

En cambio, en Tabasco y Jalisco, el aspirante presidencial ganador superó al candidato a gobernador que logró la mayoría. En el primer estado, López Obrador sacó 99 mil sufragios más que Arturo Núñez, mientras que en el segundo, Peña Nieto obtuvo 53 mil más que Aristóteles Sandoval.

Es decir, aunque siempre triunfaron los mismos partidos o coaliciones a nivel local y federal, las más de las veces al candidato a la gubernatura le fue mejor que al candidato presidencial.

También hay que decir que en sólo tres de los siete estados triunfó el candidato presidencial cuyo partido controlaba la gubernatura: el Distrito Federal, donde ganó López Obrador; Guanajuato, donde triunfó Vázquez Mota, y Yucatán, donde salió adelante Peña Nieto

¿Se repetirá todo aquello –como la alternancia en la mayoría de los casos– en los nueve estados que esta vez tendrán comicios para gobernador?

Habrá que verlo. Lo cierto es que la lucha por las gubernaturas se antoja sumamente cerrada en esta oportunidad.

De primera impresión, así estarán las elecciones para la Jefatura de Gobierno capitalina, donde la batalla se dará entre las coaliciones Morena-PT-PES y PRD-PAN-MC; en Veracruz, entre esas dos coaliciones, además de la de PRI-PVEM-Panal; en Morelos, entre las dos primeras; en Chiapas, entre la primera y la tercera, y en Yucatán, entre la segunda y la tercera.

Los estados con menos competencia para la gubernatura parecen ser Tabasco, donde, previsiblemente, López Obrador volverá a jalar la votación para su candidato al gobierno local; Jalisco, donde parece casi inevitable el triunfo de Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, y Guanajuato, donde el PAN ha venido ganando sin mayor problema desde 1995, con porcentajes de votación de entre 48% y 62 por ciento.  

 

Ámbito: 
Nacional