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SERPIENTES Y ESCALERAS

Algo pasa en Morelos, que pase lo que pase nunca pasa nada. Delinquir en esta tierra es sencillo, porque casi nunca hay consecuencias ni sanciones. Para que las cosas cambien, la decisión la debemos tomar los ciudadanos.

 

Morelos se ha convertido en tierra sin ley, en zona de confort para los delincuentes y hábitat natural de los gobiernos corruptos. Lo que esta ocurriendo en el hogar de Zapata parece la maldición feroz de algún Dios resentido que decidió castigar con enjundia a un pueblo noble. Hoy en Morelos se puede robar, matar, defraudar, extorsionar, disparar… y nada pasa. Lo que está sucediendo en Morelos es culpa y responsabilidad de todos.

Hay situaciones que llaman a la reflexión, pero no dan pie a ninguna acción de otra índole. Los niveles de inseguridad y violencia en el estado han alcanzado niveles nunca antes vistos y la corrupción se ha convertido en el deporte predilecto de la clase gobernante. Morelos es el estado 30 de 32 en materia de paz, ocupa uno de los primeros cinco lugares en los cinco delitos de alto impacto, estamos (porcentualmente) en primer lugar de secuestros, primero en endeudamiento público y somos uno de los últimos en materia de desarrollo.

Pero estas estadísticas no son lo único que nos expone como entidad: tantas y tantas desgracias nos han vuelto insensibles al dolor de los demás y apáticos en materia de participación ciudadana. Nos hemos acostumbramos a vivir con miedo y lo que es peor, se nos ha hecho normal observar los abusos de poder y los actos de corrupción de la clase política.

El problema no se queda ahí: como si fuera poco aguantar los excesos gubernamentales y los abusos de la clase política y de sus familias, como sociedad nos hemos convertido en cómplices por omisión de toda esta degradación. Nos indigna el asesinato de un niño o de un abogado, pero no hacemos nada; criticamos la actuación de los gobiernos, pero también despreciamos las marchas que los repudian. Cuestionamos la poca credibilidad y confianza en los partidos y cada tres años volvemos a votar por los mismos personajes.

Si no aprendemos de la historia, estamos condenados a repetir los mismos errores. Hace años permitimos que un personaje ajeno al estado (Jorge Carrillo Olea) llegara a gobernarnos porque así convenía al sistema; pagamos las consecuencias. Hace tres años de nueva cuenta hubo el interés institucional para colocarnos a un gobernador ajeno a esta tierra y como zombies le respaldamos a través de los votos; seguimos pagando los costos de ello.

Habría que pensar hacia donde nos lleva este camino: Graco Ramírez se ha enemistado con muchos sectores, gobierna a distancia y dedica gran parte de su tiempo y los recursos del estado a la promoción política de su figura de cara a las elecciones. En asuntos menores (en rango político, pero de igual o mayor impacto social) vemos cómo de manera cotidiana se negocia la ley, se pervierte la justicia y se acomodan las cosas de acuerdo a las conveniencias de algunos.

Pongámoslo más claro: un reconocido abogado es secuestrado y asesinado de manera impune, los litigantes alzan la voz (pero no hacen nada más) y la respuesta oficial es la ofensa. Un regidor se ve involucrado en un incidente de tránsito, los reportes oficiales (de la policía de Jiutepec) lo exponen como el causante del percance vial y también como el responsable de disparar y herir a tres personas, entre ellas una niña de once años; unas horas más tarde la Fiscalía dice que el regidor no iba tomado, no disparó y, casi casi, fue víctima de un imprudente árbol que se le atravesó.

Como estas historias hay muchas de todo tipo: situaciones de seguridad en donde muchas personas se ven afectadas o cuestiones de orden administrativo, desviando millones y millones de pesos sin penalización alguna. Cometer una infracción en Morelos se ha convertido en cosa sencilla porque nuestras autoridades no investigan o, en el peor de los casos, “componen” las cosas para que los agresores resulten agredidos (como el caso del regidor). Ahora vemos que una magistrada acusada de proteger a narcotraficantes y secuestradores es ungida como presidenta del poder judicial ¿Qué nos espera?

Algo debería pasar en este escenario, pero desafortunadamente estamos en la tierra donde ya no pasa nada. Violar la ley en Morelos se ha convertido en el deporte favorito de hombres y mujeres del poder (y de muchos ciudadanos) que no sólo negocian personalmente con la ley y las instituciones, también las han convertido en un muy lucrativo negocio individual.

Si dependemos de la clase política para que las cosas cambien en el estado, estamos perdidos. El nivel de arreglos y componendas institucionales es tan grande que resulta imposible mover el status quo de las cosas a partir de la toma de conciencia de nuestras autoridades y representantes populares.

Como sucedió en 1997, el cambio depende de aquellos que no forman parte del clan de poder, que no tienen componendas políticas ni se prestan a los acuerdos partidistas.

Graco Ramírez va a dejar la gubernatura en unos meses más, pero no lo hará por presión de ningún tipo, sino porque así conviene a sus intereses políticos personales. La salida del tabasqueño no resolverá el problema en Morelos porque el perredista seguirá manejando la administración a través de Matías Quiroz y con la absoluta influencia de Rodrigo Gayosso. Saldremos de Guatemala para entrar a Guatepeor.

El cáncer de Morelos no es sólo Graco; son también Rodrigo, Elena, Capella, Messeguer… y la apatía de muchos de nosotros.

  • posdata

El 15 de Julio concluye el primer periodo ordinario de sesiones en el congreso de Morelos; el 01 de septiembre arranca el segundo año parlamentario.

Entre los legisladores hay desde ahora un escarceo para tratar de acomodar equilibradamente las piezas políticas dentro de los órganos de gobierno del parlamento local: al PRI le corresponde encabezar la junta política y la mesa le correspondería al PAN, si los acuerdos iniciales se respetaran. No será así.

Lo único cierto, hasta ahora, es que el PRI tendría el control de la Junta Política, porque así lo determina la ley orgánica del congreso; Paco Moreno quiere repetir en la presidencia, lo cual (de lograrse) daría al Revolucionario Institucional el manejo de dos de las tres posiciones más importantes de la cámara.

En poco tiempo sabremos si esta hipótesis se confirma, si los diálogos fructifican y el PRD cede al PRI esa doble presidencia. Suponiendo que la salida de Graco fuera en el mes de enero, será interesante observar el ambiente legislativo de cara al relevo gubernamental, donde el PRI podría tener el poder y los votos para designar a quien quieran el sucesor del tabasqueño.

Conceder al PRI ambas posiciones no es un acuerdo político, es un salto de fe. ¿Confiará ciegamente el PRD en la buena voluntad y palabra de los priístas?

  • nota

Noble, generoso, respetable y honesto, Hugo Salgado cumplió recientemente más de tres décadas de estar al frente de la Notaría 2 de Cuernavaca.

Maestro de varios notarios, pero también de cientos (¿miles?) de alumnos en la UAEM, el oriundo de San Antón es una de las figuras más queridas y respetables de nuestra comunidad.

En su labor profesional ha sido mentor de muchos abogados que hoy están al frente de notarías; durante su paso por la universidad formó a muchos profesionistas, encabezó al Patronato y allegó a nuestra máxima casa de estudios de muchos recursos y beneficios para la comunidad universitaria; como secretario de turismo instauró el programa Sabor Es Morelos y remodeló el centro histórico de Cuernavaca; como ciudadano se ha destacado por su incansable labor altruista y sentido de la responsabilidad y la legalidad.

Ya paso el día del maestro, pero el saludo vale: felicidades al maestro y abrazo cariñoso al amigo. 

  • post it

Las cosas no están resultando sencillas al alcalde capitalino. En cinco meses El Cuau está dándose cuenta que gobernar no es lo mismo que meter goles y que la población de un municipio no responde igual que afición en una cancha.

El joven edil ha comenzado a aprender rápido sobre política; su cercanía con el gobernador Graco Ramírez y los sabios consejos que constantemente le brinda el hijo pródigo del estado le abren los ojos sobre una realidad que ni los medios ni mucha gente alcanza a percibir.

Las expresiones del sabio Cuauhtémoc han ido modificándose con el tiempo; del: Ya me los chingué, no les voy a fallar, ténganme confianza, y yo no soy ratero… entramos al: vamos bien, no me dejan gobernar, los medios de comunicación están en mi contra, los políticos me ponen piedras y sólo unos cuantos se quejan.

Esperemos que en breve el otrora ídolo del fútbol pase del dicho al hecho, ponga los pies en la tierra (si es el la tierra de Cuernavaca, mucho mejor) y entienda que muchas de las cosas que critica y de las cuales se queja, son su responsabilidad.

Más aún: ojalá y pronto su equipo demuestre que en verdad no son iguales a los demás políticos, que no tiene las mismas mañas de otros y que su paso por el ayuntamiento no es (como ha sido en los últimos gobiernos), para enriquecerse a costa de la ciudad.

Por lo pronto Héctor Raúl González, brillante y objetivo reportero de Reforma publicó hace un par de días la siguiente nota, que expone que entre la honestidad que pregona Cuauhtémoc y la realidad que hay en su administración, existen, por decirlo suavemente, algunas discordancias:

“El Gobierno de Cuauhtémoc Blanco acordó ocultar los contratos del Ayuntamiento durante cuatro años.

A través de la Unidad de Información Pública, REFORMA solicitó a las autoridades municipales copia de los convenios de donación, por medio de los cuales se han pavimentado calles y avenidas en la ciudad.

En la respuesta, firmada por Sanjuana Ramos, enlace de la Unidad de Información Pública de la Secretaría del Ayuntamiento, se manifiesta que esos acuerdos son confidenciales.

Regidores han requerido oficialmente un informe sobre las empresas que han donado material para asfaltar más de 250 mil metros cuadrados, pero no han tenido respuesta.
Ante ello, denunciaron ante la Contraloría interna al Alcalde y a cuatro de sus colaboradores por administración fraudulenta, operaciones con recursos de procedencia ilícita y uso indebido de la función pública.

Los denunciantes sospechan que el Ayuntamiento benefició a la empresa COSMO Construcción y Agregados con la resolución de un litigio administrativo por 17.7 millones de pesos, a cambio de supuestas donaciones.

Los regidores señalaron al Alcalde, al Secretario General del Ayuntamiento, al Consejero Jurídico, al Secretario de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos Municipales y al Tesorero municipal, así como a los representantes legales de la empresa mencionada, la cual es proveedora del Municipio.

"Se presume que para la realización de las falsas obras a donación, consistentes en reencarpetados de avenidas, se pactaron acuerdos extrajudiciales", indica la denuncia.
Las empresas encargadas de las donaciones son Consormarj SA de CV, representada por Servando Ortiz Villanueva; J&W Constructores, representada por Guillermo Bonilla Millán, y Servicios y Comercializadora de Cuautla  SA de CV, representada por Miguel Pedroza Hernández.

En total, por esos contratos de donaciones, se reasfaltaron 98 mil 600 metros cuadrados, equivalentes a casi 60 millones de pesos.

Otra de las posibles violaciones cometidas por el Edil y su equipo de Gobierno es a la Ley de Impuesto Sobre la Renta, pues el Ayuntamiento debió expedir comprobantes fiscales por los montos de las donaciones, sin embargo los contratos detectados por la regidora Jaramillo no establecen cantidades.”

Lo expuesto por Héctor en Reforma no es cosa menor. De ese tema pueden derivar acciones legales y fuertes sanciones administrativas y hasta penales.

Aclaración a los futbolistas: cuando se habla de sanciones penales en un gobierno, no nos referimos a meter un gol desde los once pasos. Digo, pá que no se confundan.

  • redes sociales

En el Morelos de las ocurrencias y la intolerancia, rescatemos tres expresiones de funcionarios respecto al problema de inseguridad y violencia que enfrenta la capital y el estado.

La primera es de Matías Quiroz, el secretario de gobierno que respondió a la petición de un grupo de abogados de destituir al comisionado de seguridad por no dar resultados y llamar a la Gendarmería para reforzar las tareas de seguridad en el estado:

"Me parece que las críticas siempre deben venir acompañadas por la propuesta y nunca he escuchado alguna propuesta al respecto, solamente críticas; me parece que hoy la responsabilidad en el tema les compete a todos; vuelvo a repetir, hay que ser responsables en lo que se dice y siempre acompañar la crítica con la propuesta y no en el ánimo de sólo la crítica y la observación"

La segunda es una declaración del propio comisionado de seguridad en Morelos, Alberto Capella, en respuesta a los litigantes que repudiaron el secuestro y asesinato del abogado Rodolfo García Aragón:

“Una muerte más no cambiará la estrategia de seguridad pública; quien camina al filo del precipicio y se cae, no tiene derecho a acudir a la autoridad a pedir explicaciones de por qué se cayó”

La tercera es la expresión del alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco Bravo luego de que ejecutaron a un funcionario de su gobierno:

"Es lamentable la situación de violencia que se vive en Cuernavaca. Lo ocurrido el día de hoy, donde uno de los trabajadores del Ayuntamiento fue atacado a balazos y tristemente falleció"

¿Y luego preguntamos por qué estamos como estamos?

 

http://elregional.com.mx/Noticias/?id=79526

 

 

 

Eolo Pacheco |
2016-05-18

Algo pasa en Morelos, que pase lo que pase nunca pasa nada. Delinquir en esta tierra es sencillo, porque casi nunca hay consecuencias ni sanciones. Para que las cosas cambien, la decisión la debemos tomar los ciudadanos.

 

Morelos se ha convertido en tierra sin ley, en zona de confort para los delincuentes y hábitat natural de los gobiernos corruptos. Lo que esta ocurriendo en el hogar de Zapata parece la maldición feroz de algún Dios resentido que decidió castigar con enjundia a un pueblo noble. Hoy en Morelos se puede robar, matar, defraudar, extorsionar, disparar… y nada pasa. Lo que está sucediendo en Morelos es culpa y responsabilidad de todos.

Hay situaciones que llaman a la reflexión, pero no dan pie a ninguna acción de otra índole. Los niveles de inseguridad y violencia en el estado han alcanzado niveles nunca antes vistos y la corrupción se ha convertido en el deporte predilecto de la clase gobernante. Morelos es el estado 30 de 32 en materia de paz, ocupa uno de los primeros cinco lugares en los cinco delitos de alto impacto, estamos (porcentualmente) en primer lugar de secuestros, primero en endeudamiento público y somos uno de los últimos en materia de desarrollo.

Pero estas estadísticas no son lo único que nos expone como entidad: tantas y tantas desgracias nos han vuelto insensibles al dolor de los demás y apáticos en materia de participación ciudadana. Nos hemos acostumbramos a vivir con miedo y lo que es peor, se nos ha hecho normal observar los abusos de poder y los actos de corrupción de la clase política.

El problema no se queda ahí: como si fuera poco aguantar los excesos gubernamentales y los abusos de la clase política y de sus familias, como sociedad nos hemos convertido en cómplices por omisión de toda esta degradación. Nos indigna el asesinato de un niño o de un abogado, pero no hacemos nada; criticamos la actuación de los gobiernos, pero también despreciamos las marchas que los repudian. Cuestionamos la poca credibilidad y confianza en los partidos y cada tres años volvemos a votar por los mismos personajes.

Si no aprendemos de la historia, estamos condenados a repetir los mismos errores. Hace años permitimos que un personaje ajeno al estado (Jorge Carrillo Olea) llegara a gobernarnos porque así convenía al sistema; pagamos las consecuencias. Hace tres años de nueva cuenta hubo el interés institucional para colocarnos a un gobernador ajeno a esta tierra y como zombies le respaldamos a través de los votos; seguimos pagando los costos de ello.

Habría que pensar hacia donde nos lleva este camino: Graco Ramírez se ha enemistado con muchos sectores, gobierna a distancia y dedica gran parte de su tiempo y los recursos del estado a la promoción política de su figura de cara a las elecciones. En asuntos menores (en rango político, pero de igual o mayor impacto social) vemos cómo de manera cotidiana se negocia la ley, se pervierte la justicia y se acomodan las cosas de acuerdo a las conveniencias de algunos.

Pongámoslo más claro: un reconocido abogado es secuestrado y asesinado de manera impune, los litigantes alzan la voz (pero no hacen nada más) y la respuesta oficial es la ofensa. Un regidor se ve involucrado en un incidente de tránsito, los reportes oficiales (de la policía de Jiutepec) lo exponen como el causante del percance vial y también como el responsable de disparar y herir a tres personas, entre ellas una niña de once años; unas horas más tarde la Fiscalía dice que el regidor no iba tomado, no disparó y, casi casi, fue víctima de un imprudente árbol que se le atravesó.

Como estas historias hay muchas de todo tipo: situaciones de seguridad en donde muchas personas se ven afectadas o cuestiones de orden administrativo, desviando millones y millones de pesos sin penalización alguna. Cometer una infracción en Morelos se ha convertido en cosa sencilla porque nuestras autoridades no investigan o, en el peor de los casos, “componen” las cosas para que los agresores resulten agredidos (como el caso del regidor). Ahora vemos que una magistrada acusada de proteger a narcotraficantes y secuestradores es ungida como presidenta del poder judicial ¿Qué nos espera?

Algo debería pasar en este escenario, pero desafortunadamente estamos en la tierra donde ya no pasa nada. Violar la ley en Morelos se ha convertido en el deporte favorito de hombres y mujeres del poder (y de muchos ciudadanos) que no sólo negocian personalmente con la ley y las instituciones, también las han convertido en un muy lucrativo negocio individual.

Si dependemos de la clase política para que las cosas cambien en el estado, estamos perdidos. El nivel de arreglos y componendas institucionales es tan grande que resulta imposible mover el status quo de las cosas a partir de la toma de conciencia de nuestras autoridades y representantes populares.

Como sucedió en 1997, el cambio depende de aquellos que no forman parte del clan de poder, que no tienen componendas políticas ni se prestan a los acuerdos partidistas.

Graco Ramírez va a dejar la gubernatura en unos meses más, pero no lo hará por presión de ningún tipo, sino porque así conviene a sus intereses políticos personales. La salida del tabasqueño no resolverá el problema en Morelos porque el perredista seguirá manejando la administración a través de Matías Quiroz y con la absoluta influencia de Rodrigo Gayosso. Saldremos de Guatemala para entrar a Guatepeor.

El cáncer de Morelos no es sólo Graco; son también Rodrigo, Elena, Capella, Messeguer… y la apatía de muchos de nosotros.

  • posdata

El 15 de Julio concluye el primer periodo ordinario de sesiones en el congreso de Morelos; el 01 de septiembre arranca el segundo año parlamentario.

Entre los legisladores hay desde ahora un escarceo para tratar de acomodar equilibradamente las piezas políticas dentro de los órganos de gobierno del parlamento local: al PRI le corresponde encabezar la junta política y la mesa le correspondería al PAN, si los acuerdos iniciales se respetaran. No será así.

Lo único cierto, hasta ahora, es que el PRI tendría el control de la Junta Política, porque así lo determina la ley orgánica del congreso; Paco Moreno quiere repetir en la presidencia, lo cual (de lograrse) daría al Revolucionario Institucional el manejo de dos de las tres posiciones más importantes de la cámara.

En poco tiempo sabremos si esta hipótesis se confirma, si los diálogos fructifican y el PRD cede al PRI esa doble presidencia. Suponiendo que la salida de Graco fuera en el mes de enero, será interesante observar el ambiente legislativo de cara al relevo gubernamental, donde el PRI podría tener el poder y los votos para designar a quien quieran el sucesor del tabasqueño.

Conceder al PRI ambas posiciones no es un acuerdo político, es un salto de fe. ¿Confiará ciegamente el PRD en la buena voluntad y palabra de los priístas?

  • nota

Noble, generoso, respetable y honesto, Hugo Salgado cumplió recientemente más de tres décadas de estar al frente de la Notaría 2 de Cuernavaca.

Maestro de varios notarios, pero también de cientos (¿miles?) de alumnos en la UAEM, el oriundo de San Antón es una de las figuras más queridas y respetables de nuestra comunidad.

En su labor profesional ha sido mentor de muchos abogados que hoy están al frente de notarías; durante su paso por la universidad formó a muchos profesionistas, encabezó al Patronato y allegó a nuestra máxima casa de estudios de muchos recursos y beneficios para la comunidad universitaria; como secretario de turismo instauró el programa Sabor Es Morelos y remodeló el centro histórico de Cuernavaca; como ciudadano se ha destacado por su incansable labor altruista y sentido de la responsabilidad y la legalidad.

Ya paso el día del maestro, pero el saludo vale: felicidades al maestro y abrazo cariñoso al amigo. 

  • post it

Las cosas no están resultando sencillas al alcalde capitalino. En cinco meses El Cuau está dándose cuenta que gobernar no es lo mismo que meter goles y que la población de un municipio no responde igual que afición en una cancha.

El joven edil ha comenzado a aprender rápido sobre política; su cercanía con el gobernador Graco Ramírez y los sabios consejos que constantemente le brinda el hijo pródigo del estado le abren los ojos sobre una realidad que ni los medios ni mucha gente alcanza a percibir.

Las expresiones del sabio Cuauhtémoc han ido modificándose con el tiempo; del: Ya me los chingué, no les voy a fallar, ténganme confianza, y yo no soy ratero… entramos al: vamos bien, no me dejan gobernar, los medios de comunicación están en mi contra, los políticos me ponen piedras y sólo unos cuantos se quejan.

Esperemos que en breve el otrora ídolo del fútbol pase del dicho al hecho, ponga los pies en la tierra (si es el la tierra de Cuernavaca, mucho mejor) y entienda que muchas de las cosas que critica y de las cuales se queja, son su responsabilidad.

Más aún: ojalá y pronto su equipo demuestre que en verdad no son iguales a los demás políticos, que no tiene las mismas mañas de otros y que su paso por el ayuntamiento no es (como ha sido en los últimos gobiernos), para enriquecerse a costa de la ciudad.

Por lo pronto Héctor Raúl González, brillante y objetivo reportero de Reforma publicó hace un par de días la siguiente nota, que expone que entre la honestidad que pregona Cuauhtémoc y la realidad que hay en su administración, existen, por decirlo suavemente, algunas discordancias:

“El Gobierno de Cuauhtémoc Blanco acordó ocultar los contratos del Ayuntamiento durante cuatro años.

A través de la Unidad de Información Pública, REFORMA solicitó a las autoridades municipales copia de los convenios de donación, por medio de los cuales se han pavimentado calles y avenidas en la ciudad.

En la respuesta, firmada por Sanjuana Ramos, enlace de la Unidad de Información Pública de la Secretaría del Ayuntamiento, se manifiesta que esos acuerdos son confidenciales.

Regidores han requerido oficialmente un informe sobre las empresas que han donado material para asfaltar más de 250 mil metros cuadrados, pero no han tenido respuesta.
Ante ello, denunciaron ante la Contraloría interna al Alcalde y a cuatro de sus colaboradores por administración fraudulenta, operaciones con recursos de procedencia ilícita y uso indebido de la función pública.

Los denunciantes sospechan que el Ayuntamiento benefició a la empresa COSMO Construcción y Agregados con la resolución de un litigio administrativo por 17.7 millones de pesos, a cambio de supuestas donaciones.

Los regidores señalaron al Alcalde, al Secretario General del Ayuntamiento, al Consejero Jurídico, al Secretario de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos Municipales y al Tesorero municipal, así como a los representantes legales de la empresa mencionada, la cual es proveedora del Municipio.

"Se presume que para la realización de las falsas obras a donación, consistentes en reencarpetados de avenidas, se pactaron acuerdos extrajudiciales", indica la denuncia.
Las empresas encargadas de las donaciones son Consormarj SA de CV, representada por Servando Ortiz Villanueva; J&W Constructores, representada por Guillermo Bonilla Millán, y Servicios y Comercializadora de Cuautla  SA de CV, representada por Miguel Pedroza Hernández.

En total, por esos contratos de donaciones, se reasfaltaron 98 mil 600 metros cuadrados, equivalentes a casi 60 millones de pesos.

Otra de las posibles violaciones cometidas por el Edil y su equipo de Gobierno es a la Ley de Impuesto Sobre la Renta, pues el Ayuntamiento debió expedir comprobantes fiscales por los montos de las donaciones, sin embargo los contratos detectados por la regidora Jaramillo no establecen cantidades.”

Lo expuesto por Héctor en Reforma no es cosa menor. De ese tema pueden derivar acciones legales y fuertes sanciones administrativas y hasta penales.

Aclaración a los futbolistas: cuando se habla de sanciones penales en un gobierno, no nos referimos a meter un gol desde los once pasos. Digo, pá que no se confundan.

  • redes sociales

En el Morelos de las ocurrencias y la intolerancia, rescatemos tres expresiones de funcionarios respecto al problema de inseguridad y violencia que enfrenta la capital y el estado.

La primera es de Matías Quiroz, el secretario de gobierno que respondió a la petición de un grupo de abogados de destituir al comisionado de seguridad por no dar resultados y llamar a la Gendarmería para reforzar las tareas de seguridad en el estado:

"Me parece que las críticas siempre deben venir acompañadas por la propuesta y nunca he escuchado alguna propuesta al respecto, solamente críticas; me parece que hoy la responsabilidad en el tema les compete a todos; vuelvo a repetir, hay que ser responsables en lo que se dice y siempre acompañar la crítica con la propuesta y no en el ánimo de sólo la crítica y la observación"

La segunda es una declaración del propio comisionado de seguridad en Morelos, Alberto Capella, en respuesta a los litigantes que repudiaron el secuestro y asesinato del abogado Rodolfo García Aragón:

“Una muerte más no cambiará la estrategia de seguridad pública; quien camina al filo del precipicio y se cae, no tiene derecho a acudir a la autoridad a pedir explicaciones de por qué se cayó”

La tercera es la expresión del alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco Bravo luego de que ejecutaron a un funcionario de su gobierno:

"Es lamentable la situación de violencia que se vive en Cuernavaca. Lo ocurrido el día de hoy, donde uno de los trabajadores del Ayuntamiento fue atacado a balazos y tristemente falleció"

¿Y luego preguntamos por qué estamos como estamos?

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