¿Aplicará AMLO el ‘catenaccio’?
Andrés Manuel López Obrador tiene dos opciones. Jugar al ‘catenaccio’ o arriesgar para tratar de golear.
Los lectores recordarán que la selección italiana de futbol hizo célebre ese sistema de juego. Catenaccio es cerrojo en italiano e implica un sistema de juego conservador, que aplicaban los italianos cuando lograban una ventaja, así fuera de 1-0.
Y, dejaban a los contragolpes las oportunidades de anotar gol, cuando los contendientes desesperados descuidaban su defensiva y cometían algún error.
Se trata de un sistema que da un muy mal espectáculo… pero el récord de Italia muestra su eficacia.
Claro que hay otra opción. Hay equipos que, cuando tienen ventaja, aprovechan que los contrincantes tienen que atacar más para tratar de reducirla, y descuidan su defensa, lo que genera condiciones propicias para anotar más y ganar por goleada.
Pero, con esa estrategia, hay más riesgos y se puede pecar de un exceso de confianza que lleve a los adversarios a reducir la ventaja o hasta dar la voltereta al marcador.
Una de las fórmulas del juego defensivo es tener posesión de la pelota, aunque no se anoten goles, para desesperar al contrincante.
En esta metáfora, implica para López Obrador controlar la agenda en mayor medida. Lograr que lo que haga o diga se convierta regularmente en materia noticiosa.
Y la habilidad del tabasqueño para conseguirlo es reconocida hasta por sus detractores.
Siguiendo con la metáfora, los contrincantes de López Obrador, que hoy van en desventaja, tienen el reto de no desesperarse, a sabiendas de que aún tienen tiempo para elaborar jugadas.
Pero, en vista de la estrategia de AMLO, requieren dos cosas.
La primera es quitarle el balón. Es decir, lograr que ellos sean los que marquen la agenda y pongan el ritmo del juego en lugar de que sea el candidato de Morena quien lo haga, como ha sucedido hasta ahora.
Y eso se consigue sorprendiendo. Si todo van a ser giras y declaraciones predecibles y rutinarias, aunque sean inteligentes, no van a tener el efecto de producir un juego diferente.
La segunda es propiciar el error. Si un equipo que juega a la defensiva lleva ventaja y no se equivoca, ganarle es muy difícil. Pero si empieza a cometer errores, hasta una ventaja amplia puede perderse.
Los que conocen a AMLO saben que será todo un desafío para él mantener el control.
Ese personaje que saca ventaja hasta de los ataques que recibe, como fue el caso de ‘los rusos’, no ha sido el que se ha visto en otras campañas políticas.
Una campaña es una contienda y uno de sus ingredientes es la crítica. Todos los candidatos, sin excepción, van a ser cuestionados.
Si se enojan y si lo toman personal, incurren en mayor riesgo de perder el control.
López Obrador es propenso a ello.
Si él responde a las críticas con burlas e ironías, le van a hacer poca mella. Si las respuestas conducen a gritos y sombrerazos, AMLO podría estar en riesgo de perder la pelota.
Lo que veremos en los próximos meses, sin embargo, va a ser más que un entretenido partido de futbol. Se trata de una contienda cuyo resultado va a determinar en una medida importante el futuro del país.
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