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TEMPLO MAYOR

DADO QUE la campaña de José Antonio Meade no pasa por su mejor momento, los priistas ya empezaron a buscar culpables. Y uno de los primeros señalados es José Murat.

AUNQUE tiene fama de ser un eficientísimo operador político, al ex gobernador oaxaqueño lo acusan de ser muy poco discreto con los planes del equipo de campaña e, inclusive, que anda diciendo en público que Meade la tiene perdida... al menos en Oaxaca.

LA SITUACIÓN con Murat está tan tensa, que algunos lo llaman "El Cuaco", por aquello de que lo consideran un caballo de Troya para el aspirante tricolor.

VAYA LÍO se armó entre los panistas de la Ciudad de México, tras el registro de Federico Döring como precandidato a lo que será la alcaldía de Miguel Hidalgo.

COMO no le garantizaron una pluri para brincar al Senado, decidió meterle ruido a los otros aspirantes a la alcaldía: la diputada local Margarita Martínez Fisher, el legislador federal Jorge Triana y la ex funcionaria delegacional Gabriela Salido.

A VER hasta dónde lleva Döring su berrinche y, sobre todo, si la dirigencia panista se deja chantajear.

ERA sólo cuestión de tiempo para que el tema de la Línea 12 le estallara en las manos a Marcelo Ebrard, ahora que reapareció en la escena pública.

QUIEN lo sacó fue el abanderado priista Mikel Arriola al denunciar que Ebrard esté buscando fuero como diputado, siendo que las broncas que dejó en la Línea Dorada están muuuy lejos de ser resueltas.

Y SI Ebrard piensa que es sólo una cacería de brujas, no estaría mal que se aventara el viajecito a Tláhuac para que compruebe la velocidad de risa a la que viajan los convoyes y conozca las fallas estructurales de la gran obra de su sexenio.

YA SE SABE que Luis Videgaray llegó a la Cancillería a aprender, pero a decir de integrantes del Servicio Exterior, el secretario nomás no aprende.

COSA DE VER, dicen, la forma en la que quiso quedar bien con Rex Tillerson, con aquello de que México tiene mejor relación ahora, con Donald Trump, que con Barack Obama.

QUIÉN SABE en qué sustenta Videgaray su afirmación. Obama nunca nos insultó como país de manera tan directa; tampoco acusó a los mexicanos de ser culpables de la adicción de los gringos; no nos tuvo en ascuas más de un año con el nombramiento de un embajador y, por supuesto, nunca amenazó con echar a los dreamers, sino que buscó darles estabilidad y certeza. Got it?

Ámbito: 
Nacional