Entrevista. El director de evaluación del INEE, Andrés Sánchez Moguel, revela a Crónica los riesgos del mal aprendizaje. Lectura. La mayoría de alumnos de secundaria puede leer pero no entiende a cabalidad los textos]
La prueba Planea 2017 mostró carencias en el aprendizaje de los alumnos de secundaria, pero Andrés Sánchez Moguel, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), va más allá y señala que estos resultados deben entenderse como el riesgo de que los muchachos se conviertan en ciudadanos incapaces de entender y defender sus derechos, de convertirse en adultos que tampoco sepan distinguir entre las condiciones de préstamo entre uno y otro banco.
El director general de Evaluación de Resultados de Aprendizaje del INEE agrega que el dominio de lenguaje no sólo es saber leer, es decodificar las palabras, es decir, captar el mensaje que encierra un texto. Expone, por ejemplo que, en esta época electoral, quien no sea capaz de hacerlo se quedará en la superficie de los mensajes electorales, sin llegar a razonar las problemáticas de fondo.
Así, resume, “tanto el español como las matemáticas (materias que evaluó Planea 2017) son habilidades que nos permiten ejercer nuestros derechos ciudadanos”.
UN EXAMEN, UNA ALERTA. La prueba Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes o Planea 2017 fue aplicada a poco más de 131 mil estudiantes de tercero de secundaria. Con ella se reveló que apenas 5.1 por ciento cuenta con los conocimientos para dominar las matemáticas; en tanto que 8.3 por ciento tiene un nivel de aprendizaje idóneo para dominar el lenguaje y la comunicación.
Es decir, una proporción menor a uno de cada diez muchachos del sistema escolar, se ubicó en el nivel IV de la prueba, el más alto.
El grueso de los estudiantes vive otra realidad. En matemáticas, por ejemplo, 70 por ciento demostró tener un aprendizaje claramente insuficiente.
En español, 40 por ciento no fue capaz de identificar, localizar y extraer información en textos y gráficas sencillos. Estos jóvenes simplemente no pueden entender a cabalidad un escrito.
Esto no significa nada para muchas personas… a menos que se piense en función de padre o madre de familia. Lo relevante de estas cifras es que en un futuro, sus hijos podrían enfrentar serios problemas: no ser capaces por ejemplo de entender los mecanismos de un préstamo bancario ni las condiciones de cobro o comprender si conviene o no la oferta de un particular que le ofrezca el mismo préstamo bajo otras condiciones, ejemplifica Sánchez Moguel en entrevista con Crónica.
El director general de Evaluación de Resultados de Aprendizaje del INEE detalla que entre más precisos seamos en el dominio del lenguaje es más probable una comunicación eficiente y estaremos en mejor posición para ejercer derechos ciudadanos.
Cuando leemos un texto de opinión, comenta Sánchez Moguel, un artículo argumentativo que nos quiere convencer de algo o cuando alguien quiere nuestro voto, van a usar el lenguaje con ciertos argumentos en sus partes más sofisticadas; es decir, el lenguaje no sólo es decodificar letras y palabras, sino saber descubrir cuándo un tipo de texto requiere un análisis más profundo.
EL RETO PARA LOS PATERFAMILIA. Sánchez Moguel subraya el notable incremento en la cobertura en educación básica (ya es del 96.4 por ciento), pero contrapuntea diciendo que hay un enorme reto para los padres de todos estos jóvenes, porque “es muy probable que la mayoría de estos estudiantes sean la primera generación de sus familias que van a la secundaria”.
Resalta que, en consecuencia, el apoyo que pudieran recibir de sus padres no sólo es un asunto de interés o desinterés, sino de factores externos, como falta de tiempo por trabajo u obstáculos, como no contar con las herramientas necesarias, es decir, tener una enciclopedia, acceso a internet para buscar información o tan sólo saber cómo iniciar una buena búsqueda en la red.
El funcionario refiere que se ha detectado que el nivel educativo de los padres está relacionado con el nivel de aprendizaje de los alumnos. Que los padres no hayan ido nunca a la escuela se relaciona directamente con el promedio que sacan sus hijos en un examen como Planea.
Sánchez Moguel añade que también están los casos de los padres que, de plano, han pasado tantos años sin tocar temas académicos que les resulta casi imposible auxiliar a sus hijos en sus materias. La brecha puede tender a abrirse entre quienes tienen buenas condiciones y los que no: “observamos que mientras más alto es el nivel educativo de los padres, mayor es el rendimiento escolar de los hijos”.
NO TODO ESTÁ PERDIDO. Ante los resultados obtenidos en Planea, Andrés Sánchez Moguel aconseja a los estudiantes prepararse no sólo para un examen, sino para el resto de sus vidas.
Los resultados de un examen como Planea, resalta el funcionario, reflejan el esfuerzo del estudiante iniciado 9 o 12 años atrás, fruto también, añade, del esfuerzo y constancia de los padres al llevar a sus hijos a la escuela, de los maestros (que a pesar de haber tenido condiciones difíciles, debieron encontrar maneras creativas de mantener el interés de los estudiantes), de haber contado con materiales educativos, de tener instalaciones escolares adecuadas.
“Hay que recordar que la educación, al final, es una de las grandes tareas que hacemos los seres humanos. No es algo que se lleva un ratito ni es el esfuerzo de unos pocos, sino el de una sociedad en su conjunto”, concluye.
Andrés Sánchez Moguel recuerda que el reto es, primero, atender a jóvenes con niveles realmente bajos e irlos acercando a un mayor entendimiento del lenguaje y de las matemáticas.
Los integrantes de la junta de gobierno del INEE, sostiene, han sido claros en el hecho de que esto es un esfuerzo generacional, no sólo depende de la secundaria (el nivel educativo en el que se aplicó Planea) sino que se tiene que pensar ya en el niño que va por primera vez a la escuela, “desde ese momento comienza el trabajo”.
LA CONSTANCIA, CLAVE DEL ÉXITO. La constancia tiene mucho que ver en el éxito académico de los estudiantes y está muy relacionada con la actitud de los padres con frases como: “hoy no vayas a la escuela porque hace mucho frío, eres mi tesoro más precioso y no quiero que te enfermes”.
Aquellos padres que no tienen el tiempo, las herramientas o los conocimientos, indica, deben acercarse a la escuela, tener cercanía con los profesores y participar en reuniones, en las decisiones que involucran a la escuela; incluso, “hay que hacer que los estudiantes participen en su educación porque, si ellos no quieren aprender, todo lo que los demás hagamos no va a servir de nada”.
Algunos datos del examen
Universo
La prueba Planea 2017 se aplicó a 131 mil 662 estudiantes de tercero de secundaria, de 3 mil 398 planteles educativos públicos y privados en todo el país, representativos del sistema educativo nacional.
Resultados:
Sólo el 5.1% demostró un aprendizaje satisfactorio en matemáticas, en tanto que en español sólo el 8.3% fue aprobatorio.
Revelaciones:
El nivel educativo de los padres está relacionado con el nivel de aprendizaje de los alumnos. Que los padres no hayan ido nunca a la escuela se relaciona directamente con el promedio que sacan sus hijos en un examen como Planea