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Bloquean afectados por el 19S la autopista México-Acapulco

Casi tres horas de bloqueo, en los carriles norte-sur de la autopista México-Acapulco, provocaron la desesperación, enojo y gritos de cientos de conductores, cuyos vehículos formaron largas hileras de un estacionamiento forzado con más de seis kilómetros de longitud, frente a las pancartas de un centenar de damnificados por el sismo del 19S determinaron la toma de la vía para buscar una entrevista con autoridades federales y se les atienda en el depósito de recursos a sus tarjetas del Fondo para Desastres Naturales (Fonden) destinados a la reconstrucción.

Poco después de las 11:00 horas hasta pasadas las 14:00 de este lunes, los manifestantes mantuvieron el bloqueo, que fue apenas interrumpido unos 20 minutos con la liberación de un carril. Durante las casi tres horas, los automovilistas vivieron el infierno; “los entendemos, pero déjenos pasar”, dijeron, mientras gritaban y manoteaban personajes igualados por un bloqueo que no reconocía niveles de ingreso, grado de estudios, sexo, condición física, edad, ni filiación política.

Muchos se bajaron de sus automóviles y a gritos exigían que se retirara el bloqueo. “No tenemos la culpa, nosotros no somos el Gobierno, se están echando encima a la gente”, discutía una pareja con los manifestantes que agregó: “tenemos que ir a ver a una persona enferma”, y cuando un reportero se acercaba adelantaron: “no me grabes”.

Otros más se unían a los manifestantes, pero igual pedían el paso: “Que no los hagan tontos, esos del Gobierno les tienen que responder, nosotros entendemos, déjenos pasar pero, si quieren sigan presionando, no se vale lo que les hacen”.

Un padre de familia tuvo que dejar su automóvil a media autopista y trotar casi un kilómetro para llegar a la escuela por su hija; casi media hora más tarde, regresó con la pequeña en brazos.

Las liberaciones parciales y luego la total que hicieron los manifestantes del bloqueo fueron acompañadas de insultos y mentadas con el claxon.

El infierno a poco más de 31 grados, con sensación térmica de hasta 36, por el asfalto caliente y los motores que muchos transportistas de carga mantuvieron encendidos parecía estar pasando para los conductores; pero no para los manifestantes que, a pesar de su aire triunfante, regresaron a la misma oficina que han mantenido tomada por cinco días, a esperar respuestas, nuevamente con la esperanza de que mañana será otro día.

 

 

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