Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, dijo que los aranceles no incentivan a la modernización del tratado; México y Canadá amagan con represalias
Chrystia Freeland, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, durante la conferencia de prensa para anunciar las conclusiones de la séptima ronda del TLCAN.
CIUDAD DE MÉXICO.
Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, calificó de “equivocada” la postura del presidente Donald Trump de eximir de aranceles en las importaciones de acero y aluminio a México y Canadá a cambio de un “nuevo y justo” Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Juntos, Canadá y México, envían más de 75% de las exportaciones a Estados Unidos, es por ello que han amagado con tomar represalias a menos de que se les excluya del cobro de dichos gravámenes.
En la séptima ronda de negociaciones se lograron cerrar tres capítulos: mejora regulatoria, transparencia y medidas sanitarias, con lo cual suman seis los textos terminados desde que se iniciaron los encuentros, en agosto de 2017.
México rechaza atar TLC a aranceles
El secretario de Economía dice que no se puede condicionar el pacto comercial a los aranceles al acero y aluminio; Canadá analiza medidas.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, descartó aceptar aranceles a las importaciones de acero y aluminio a cambio de progresar en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Esta es una manera equivocada de incentivar la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, consideró el funcionario federal a través de su cuenta de Twitter.
Posteriormente, durante la conferencia de prensa de la séptima ronda de negociaciones del acuerdo comercial, dijo que se debe tener una solución donde México no esté incluido en la propuesta del gobierno de Estados Unidos, de aplicar aranceles a dichas materias primas.
Esta postura surge después de que el presidente estadunidense, Donald Trump, anunciara la semana pasada que se incrementarán los impuestos de 25% al acero y de 10% al aluminio, así como de un comentario que hizo el gobernante condicionando la firma de un TLCAN justo o aplicaría los gravámenes.
Canadá y México rechazaron la sugerencia del mandatario estadunidense de que podrían ser eximidos de los aranceles al acero y aluminio si firman un nuevo y acuerdo del TLCAN, poniendo más tensión en el final de las últimas conversaciones para actualizar el pacto comercial.
Los dos socios comerciales de Estados Unidos han amenazado con tomar represalias a menos que se les exima de los aranceles propuestos, que han sacudido los mercados financieros. Juntos, Canadá y México envían más del 75 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos.
“Una vez que tengamos claridad de la decisión de la Casa Blanca estaremos en posición de responder con medidas recíprocas”, aseguró Guajardo.
Posición de Canadá
Por su parte, la ministra del Exterior de Canadá, Chrystia Freeland, reiteró que no aceptará las disposiciones del gobierno de Trump, pues el país de la hoja de maple es un aliado y cliente número uno con los estadunidenses.
Dijo que tomarán medidas apropiadas a los propios intereses de Canadá siempre defendiendo la industria del acero y aluminio, así como las inversiones y los empleos generados por estas materias primas.
El titular de Economía llamó a evitar una guerra comercial por el tema acerero con propuestas creativas, o de lo contrario habrá grandes perdedores: “En las guerras comerciales todo mundo pierde; lo inteligente es saber cómo evitarla y se necesita ser creativo”, expuso.
Comentó que el gobierno mexicano tendrá una respuesta para no contaminar las estrategias del libre comercio.
Por otra parte, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, señaló que pese a las dificultades y al contexto internacional hubo avances en la reciente ronda para la modernización del Tratado de Libre Comercio.
Argumentó en conferencia de prensa que “la buena noticia es que a pesar de estas dificultades siguen los avances, lentos, pero avances a fin de cuentas”.
Regla de origen
Más tarde, Guajardo dijo que el gobierno mexicano es quien tiene la última palabra en la contrapropuesta de tener una regla de origen del sector automotriz y no del sector industrial, aseguró Ildefonso Guajardo, titular de la Secretaría de Economía.
El funcionario reiteró que sí hay un documento en este tema por parte de México, pero no fue presentado en la séptima ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, debido a que el jefe negociador de este tema por parte de Estados Unidos, Jason Bernstein, no regresó a las mesas de discusión.
“La propuesta del gobierno mexicano en regla de origen automotriz no se puso en la mesa, porque el negociador estadunidense se fue, pero quien define si hay o no una propuesta no es el sector, es quien está de responsable de la negociación”, aseguró.
Y es que durante los trabajos de la séptima ronda que se celebró en la Ciudad de México, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Eduardo Solís, negó que existiera dicha contrapropuesta.
Cordero pide no ceder
México no debe ceder ante los intentos de Donald Trump de ponerlo de rodillas en la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, aseguró el presidente del Senado, Ernesto Cordero, quien recordó que la posición del Senado, como instancia legislativa que autoriza los acuerdos internacionales, es muy clara en el sentido de que es mejor no tener Tratado con Estados Unidos.
Explicó que la amenaza de una guerra comercial planteada por Trump, al imponer aranceles al aluminio y al acero, aleja la posibilidad de refrendar el Tratado de América del Norte.
“Y en eso creo que el Senado de la República ha sido muy contundente, que preferimos no tener tratado a estar mal tratados en el Tratado.
“Entonces, yo creo que sí, la posición de México debe ser de mucha dignidad, de mucha firmeza y miren, esa época de tratar de poner de rodillas a los socios, pues está absolutamente superada, no es una negociación comercial, no es una negociación mercantil, es una negociación entre países, entre países aliados, de países amigos y es inadmisible que pretendan ponernos de rodillas con ese tipo de argumentos”, destacó.
Recordó que, técnicamente, podrían resolverse los tres o cuatro diferendos que están pendientes sobre la mesa, si hubiera voluntad política y si el gobierno de los Estados Unidos verdaderamente creyera que vale la pena salvar la zona de libre comercio de Norteamérica “y vernos como socios, como amigos y como compañeros de viaje hacia el futuro, como fuimos por algunos años juntos Estados Unidos, Canadá y México.
“Lamentablemente el presidente Trump no nos ve así. La amenaza de una guerra comercial al imponer aranceles al aluminio y al acero, pues nos aleja mucho más de poder tener un Tratado de Libre Comercio; el utilizar esto para chantajearnos, para amenazarnos, pues me parece algo que no es correcto y no es bien recibido, ni por México ni por Canadá”, criticó.
Dijo que las decisiones de Trump ponen “a la vista de todos que un nuevo TLCAN es cada vez más lejano.
“Es una tristeza porque hay que recordar que el Tratado de Libre Comercio se nos hizo viejito, entonces hay muchísimas áreas de oportunidad, donde actualizando el Tratado de Libre Comercio ganarían México, Canadá y Estados Unidos. Nadie tendría por qué perder, pero esa visión que tiene el gobierno de Estados Unidos, lamentablemente nos aleja de algo que era casi una obviedad y era algo que desde el punto de vista económico y técnico pues hubiera sido muy bueno para los tres países”, destacó.
EU da ultimátum para “pronta” firma del TLC
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo ayer que los acuerdos bilaterales podrían reemplazar al TLCAN si el pacto no es renegociado pronto, incrementando la presión sobre Canadá y México, que ya estaban resentidos por el plan del presidente Donald Trump de imponer aranceles al acero y el aluminio.
Robert Lighthizer sostuvo que las dificultades políticas aumentarían a medida que las negociaciones se alarguen, y advirtió que el margen para volver a tramitar el acuerdo comercial de 1994 es “muy corto”.
“Preferiríamos un acuerdo trilateral. Si eso resulta imposible, estamos preparados para avanzar de manera bilateral”, dijo Lighthizer, leyendo un comunicado en la Ciudad de México al final de la séptima ronda de conversaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“No creo que podamos terminar esto a finales de mayo, y pensar que podemos tener todo concluido. No es absurdo pensar que se tenga que reducir el ritmo de las conversaciones en un momento determinado precisamente para mantener las conversaciones en marcha... y esperar hasta después de las elecciones”, afirmó el funcionario en referencia a los comicios presidenciales del 1 de julio en México.
“La pregunta es: ¿hasta cuándo? ¿Cuándo empezarías? Después de la elección o después de que (entre) el nuevo Presidente esté a cargo y tenga listo su equipo”, manifestó Lighthizer.
El progreso en las conversaciones ha sido más lento de lo esperado, subrayó, y agregó que después de noviembre podría ser más difícil conseguir la aprobación del Congreso estadunidense.
“Existe cierta posibilidad de que los demócratas se hagan del control del Congreso, e incluso si eso no sucede, con seguridad tendrán una composición distinta en el Congreso”, agregó.
Por su parte, el presidente Donald Trump dijo por la mañana que podría excluir a México y Canadá de los aranceles al acero y aluminio podría si se alcanza un nuevo pacto comercial “justo”.
Tenemos grandes déficits con México y Canadá. El TLCAN, que actualmente está en renegociación, ha sido un mal acuerdo para Estados Unidos, gran reubicación de empresas y empleos. Los impuestos en el acero y el aluminio serán retirados únicamente si un nuevo acuerdo es firmado”.
Claramente sugirió que México y Canadá solamente se verán a salvo de las pesadas tarifas si aceptan hacer concesiones en la mesa de negociaciones por el TLCAN.
Descargó su batería oratoria contra canadienses y mexicanos: a los vecinos del norte por su política comercial y a los del sur por considerar que no hacen lo suficiente en el combate a las drogas.
Por su parte, Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes y líder de los republicanos se dijo preocupado por el anuncio de Trump sobre los aranceles.
Dijo que el anuncio puede desencadenar una guerra comercial, por lo que urgió a la Casa Blanca a no continuar con dicho plan.