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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

Los sismos de septiembre movieron al país, impactaron en muchas regiones y modificaron el escenario político y social de México y de Morelos. El proceso de reconstrucción era una oportunidad para que el gobierno se reencontrara con la gente, pero la pésima operación de los programas volvió el tema contraproducente. En lugar de estar agradecida, hoy la gente está enojada.

 

 

Los movimientos telúricos del 19 de septiembre del 2017 fueron un parteaguas social y político en México; por diversas razones nuestro estado no es el mismo después de esa fecha, las afectaciones que dejó el sismo son muchas y los estragos del terremoto se sienten de distintas maneras. Para los gobiernos federal y estatales la tragedia se presentó como una oportunidad para reencontrarse con los ciudadanos, pero a casi seis meses de los sismos las víctimas siguen sin ser atendidas. El costo de este descuido será muy alto en las elecciones.

La reacción inicial del gobierno federal ante la tragedia fue buena; el presidente acudió a las zonas afectadas, coordinó la ayuda y estuvo pendiente en todo momento del avance de las cosas. Esa primera actuación fortaleció la figura del jefe del ejecutivo federal, mejoró su imagen dentro y fuera del país y le ganó una importante mejoría en el terreno de la percepción. El mismo Donald Trump elogió la labor de Enrique Peña y refirió que México tenía “un gran presidente”.

Cosa distinta ocurrió en Morelos, aquí el gobernador no supo cómo afrontar la crisis, se vio rebasado por la tragedia y cometió errores que le pusieron en el ojo del huracán nacional. Graco se convirtió en el villano de la historia, su figura se volvió el estereotipo del gobernante que quiso lucrar con la tragedia y sus yerros fueron exhibidos por los propios ciudadanos. Si algo más faltaba para lastimar la imagen del gobernador de Morelos era eso; fue el último clavo de su ataúd político.

Pero la vida da revancha y aún las tragedias pueden convertirse en oportunidades. Así lo entendió el gobierno federal y por eso apostó fuerte a la reconstrucción de las zonas dañadas por los sismos de septiembre; a través de la Sedatu y Sedesol el gobierno de la república implementó un programa de apoyo a través de tarjetas personalizadas para que la ayuda llegara de manera directa y no se politizara. Localmente el gobernador Graco Ramírez planteó un fideicomiso estatal de 3 mil millones de pesos para la reconstrucción que se sumaría al fondo nacional, para duplicar el esfuerzo y atender a más víctimas.

Las ideas eran buenas, pero la implementación de los programas (federal y estatal) no lo fueron. A seis meses de la tragedia el dinero del Fonden no ha llegado y los damnificados ya se cansaron de esperar; los recursos destinados a las zonas devastadas se politizaron y tanto los afectados como las autoridades municipales acusaron al delegado de la Sedatu Rodrigo Peña de condicionar el apoyo y hacer negocio con la tragedia.

Lo mismo ocurre con el fondo estatal de reconstrucción: el primer error del gobernador fue colocar al frente del fideicomiso a un funcionario señalado de corrupción, afecto al dinero y sin sensibilidad social. Sergio Beltrán Toto es un personaje bien identificado por todos, el enriquecimiento de su familia es público y se ha dado al amparo del gobierno; su presencia en el programa de apoyo a víctimas dejó claro que el objetivo del gobierno no es la ayuda, sino el negocio.

La crisis de la reconstrucción ya rebasó a los gobiernos; desde la semana pasada un grupo de ciudadanos afectados por el terremoto se trasladaron a la capital del estado, tomaron la delegación de Sedatu y bloquearon la autopista hasta que les hicieron caso. Ayer Rosario Robles los recibió y oyó de viva voz la pesadilla de quienes escucharon promesas de ayuda y lo único que han recibido son excusas. La respuesta de la secretaria fue tajante: el gobierno federal ya cumplió, quien no ha dado un solo peso es el gobierno estatal.

Este primer reclamo de la gente ha sido en contra del gobierno federal, pero no falta mucho tiempo para que los afectados volteen la vista al gobierno de Graco Ramírez y exijan que se apliquen los 3 mil millones de pesos del fondo que se creo para ayudar a las víctimas. El fideicomiso de reconstrucción de Morelos es un elefante blanco con mucho dinero, manejado por un personaje conocido por ser el orquestador de los negocios del régimen, que hasta ahora no ha dado resultados más allá de lo publicitario.

Jojutla no está de pie, dicen los propios pobladores, las zonas devastadas siguen en crisis y la ayuda prometida por el gobierno de Morelos no ha llegado. El gobernador Graco Ramírez afirma que los recursos del fideicomiso se manejan con transparencia, presume en sus discursos que se hay resultados, pero no está supervisando que sus ordenes se cumplan.

Cuando la crisis explote Graco Ramírez no tendrá mucho margen de maniobra, porque más allá de sus declaraciones no hay hechos tangibles. Como sucede ahora con el gobierno federal, donde el problema estalló por la ineptidud y la falta de probidad del delegado encargado de la reconstrucción, sucederá en el caso estatal porque la ayuda a la gente no llega. Al mandatario lo engañan sus funcionarios.

A unos meses de que concluya su mandato el gobernador Graco Ramírez sigue cometiendo el mismo error de todo el sexenio: confía demasiado en su equipo, no supervisa que las cosas se hagan y se rehúsa a ver la realidad. Estos descuidos lo tienen en la posición actual, le han costado un enorme desgasta social y complicaron al PRD la posibilidad de refrendar el gobierno estatal.

El perredista no quiere ver más allá de la verdad que le dicen sus empleados; en un tema tan delicado como la reconstrucción, en donde los propios afectados alzan la voz y denuncian que la ayuda no llega, la postura gubernamental sigue siendo insensible y retadora.

Descuidar el desempeño de su equipo le costó mucho a Graco Ramírez como gobernador. Descuidar un asunto tan complejo y de tanto impacto social como la reconstrucción le puede costar mucho más cuando termine su gestión.

Lo dice la sabiduría popular: “Orden dada, no supervisada, se la lleva la chingada”

  • posdata

Obligada por la presión social, la titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Territorial y Urbano Rosario Robles vino a Morelos a entrevistarse personalmente con una comisión de afectados por el sismo en Jojutla. Acompañada por el secretario de gobierno en una reunión a puerta cerrada, la secretaria escuchó de viva voz los reclamos de quienes no han recibido aún el apoyo prometido.

Al término de la reunión la secretaria Robles fue abordada por la prensa y cuestionada sobre el retraso en la entrega de recursos para las víctimas del sismo del 19 de septiembre. Robles Berlanga fue contundente al señalar que el gobierno federal ya cumplió, ya entregó la parte que le corresponde y que lo único pendiente es el dinero que le toca aportar al gobierno del estado. Así lo dijo la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México:

“Está totalmente cubierto el daño total, llevamos pagado en promedio, unos más otros menos, 65 mil pesos. Pero hay un 25% faltante que corresponde al gobierno del estado, que hasta ahora ha pagado cero pesos con cero centavos… Ya se comprometió ahorita el gobierno de Morelos que esos treinta mil pesos que a ellos les corresponde pagar se depositarán a más tardar el día 16 de marzo, entonces el 16 de marzo la gente tendrá en sus tarjetas ese recurso adicional a lo que ya ha recibido del gobierno federal… Quiero decir que el gobierno federal ha cumplido puntualmente, los afectados han recibido ya 65 mil pesos y van a recibir 30 mil pesos más del gobierno estatal, que es lo que faltaba; el gobierno de Morelos va a poner su parte y la ministración que falta del gobierno federal será la última antes de que concluya el mes de marzo, entonces estaremos acabando… Había mucha confusión y no se entendía esta diferencia entre gobierno federal y el gobierno estatal, nosotros hemos ido depositando de acuerdo a las 4 ministraciones comprometidas, mañana se va a tener una reunión en Jojutla y así lo vamos hacer en cada uno de los municipios con nuestro personal; aquí estuvo el personal de Bansefi y con nombre y apellido vamos a ir viendo cuánto dinero ha retirado la gente, porque nosotros tenemos esa información.”

Después de lo dicho ayer por la secretaria, la presión social se va a enfocar al gobierno de Graco Ramírez, porque aunque el retraso tiene que ver con cuestiones de normatividad, el enojo ciudadano es muy grande y la paciencia muy poca.

El ejecutivo y los encargados de canalizar la ayuda deben ser muy cuidadosos en su manejo, porque el problema puede crecer aún más y afectar el rumbo de las elecciones. Después del Despensas Gate, todavía puede venir algo peor.

  • nota

El rostro de los priístas lo refleja: la nave se hundió. A menos de cuatro meses de las elecciones el Revolucionario Institucional está ubicado en sexto lugar de la preferencia electoral y todavía puede hundirse más.

A nadie extraña: el partido está fragmentado, su dirigencia juega para otros intereses y el candidato se ha encargado de pelearse con todos. La división en el PRI es profunda e irreparable y el grado de descomposición es visible desde cualquier ángulo. Hoy nadie cree que el PRI pueda ganar.

El Revolucionario Institucional tenía la posibilidad de ganar el estado, pero fue presa de sus propios errores: primero la dirigencia se mimetizó con Francisco Moreno, luego impusieron un candidato y finalmente el abanderado gubernamental se confrontó con todos.

La lógica de Jorge Meade es una en medio de la crisis: hacer negocio. A sabiendas que no tienen oportunidad de ganar, el objetivo del candidato es allegarse la mayor cantidad de recursos posibles.

La pregunta es una ¿Quién invertiría hoy en el PRI de Morelos con los números que tienen?

  • post it

El ex fiscal de Morelos Javier Pérez Durón fue designado por Alberto Elías Beltrán, encargado de despacho de la PGR, nuevo titular de la Unidad de Investigación de Delitos para Personas Migrantes y el Mecanismo de Apoyo Exterior de Búsqueda e Investigación. La UIDPM facilitará el acceso a la justicia a las personas migrantes y a sus familias, investigará y perseguirá los delitos cometidos por o en contra de los migrantes.

Pérez Durón fue, además de Fiscal General del Estado de Morelos, Fiscal Regional Metropolitano, Director General de Control Administrativo y Encargado de Despacho de la Coordinación General de Administración y Sistemas; también se desempeñó como Director General de Adquisiciones, Director General de Procesos; Subdirector Técnico, agente del Ministerio Público en Homicidio de Mujeres, Feminicidios y Delitos Sexuales; agente del Ministerio Público y Defensor de Oficio.

Como titular de la Fiscalía de Morelos Javier Pérez Durón dejó pendientes los casos de las fosas clandestinas localizadas en Tetelcingo y Jojutla, donde el gobierno inhumó más de 200 cadáveres de manera ilegal; en ese caso el funcionario eximió al gobernador Graco Ramírez de cualquier responsabilidad en las inhumaciones ilegales de Tetelcingo y Jojutla, pues “la ley que tiene la dependencia establece responsabilidades para el fiscal y los demás mandos, pero no para el gobernador”

En diversas ocasiones el es fiscal Durón dijo que existía una carpeta de investigación abierta por las fosas y aseguró que se llegaría hasta las últimas consecuencias, sin embargo dejó la fiscalía sin un solo consignado por esos hechos.

Hace unos días Javier Pérez Durón fue destituido del cargo y relevado por el notario Uriel Carmona Gándara, quien carece de experiencia para el cargo y no cumple con el perfil que se requiere para ocupar esa posición.

Así se mueve la justicia en México y en Morelos.

  • redes sociales

¿Qué tanto impactarán las redes sociales en las próximas elecciones? ¿Quiénes postean o tuitean saldrán a votar? ¿O se quedarán en el activismo cibernético?

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