Incognitapro

VIDA POLÍTICA

EL ABSURDO Y PERVERSO CONTRATO DE LA FAMILIA YÁÑEZ, A LA BASURA…

Tres años después, la familia Yáñez Moreno se siente defraudada por Cuauhtémoc Blanco Bravo, de quien esperaban ganar el ayuntamiento y ellos administrar los bienes municipales de Cuernavaca para bien propio.

El asunto del contrato por siete millones que habrían sido pagados por la familia propietaria del Partido Socialdemócrata, para que el jugador de futbol soccer en retiro fuera su candidato, es un delito más que electoral que también debe ir contra el diputado Julio y Roberto Yáñez, así como Eduardo Bourdonave Zamora.

La familia Yáñez Moreno, invirtió siete millones de pesos hacia una persona y ganó más de mil 600 millones de pesos, que fueron los que manejaron al principio de la presente administración municipal.

Sin embargo, todavía queda en entredicho el presunto contrato entre los hermanitos Julio y Roberto con el secretario Técnico del edil citadino, José Manuel Sanz Rivera.

Queda en la duda porque la autoridad ministerial ha dado dos veredictos sobre ese tipo de actos, en los cuales suele contraponerse; segundo, el Instituto Nacional Electoral al carecer de los recursos científicos prefirió pasar el caso hacia la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales y que sea la misma quien al final decida.

Los hermanos Yáñez y sus abogados desconocen que la FEPADE solamente tiene atribuciones administrativas y fiscales para emitir una sanción, no las punitivas o de cárcel por si algún personaje, servidor público o representante popular comete un ilícito.

Después de tres años de acusaciones y señalamientos entre los hermanitos Yáñez y Cuauhtémoc Blanco, cualquier resolución que emita, incluso, la Fiscalía General del Estado de Morelos, está no tiene atribuciones para sancionar este tipo de presuntos delitos electorales.

Lo que si pudiera tener como atribución la Fiscalía morelense es que al haber fraude en un presunto convenio comercial, por alguno de los firmantes entonces entraría por el delito de fraude.

Sin embargo, en su momento los hermanos Yáñez no catalogaron las acusaciones contra Cuauhtémoc Blanco como fraude, sino como un delito electoral.

Por ser tiempos electorales vuelve a resurgir el tema del sedicente contrato, que por cierto el supuesto documento original fue “perdido” por Roberto Yáñez.

La nota del escándalo la hace y la reproducen los hermanos Yáñez Moreno, porque saben que no volverán a entrar al ayuntamiento de Cuernavaca como quieren, para manejar a su antojo la Tesorería Municipal.

Julio Yáñez, sabe que aun cuando viene “por la revancha” popularmente es un desconocido en Cuernavaca, sabe que no es su domicilio como lo marca la ley y trata con el escándalo jalar votos.

Pero a veces vale más popularidad que malgasto en una imagen malamente construida, como ha pasado desde el padre de los hermanos Yáñez cuando fue regidor de Cuernavaca, en la administración 2009-2012.

No la traen consigo los hermanos Yáñez porque tanto Roberto como Julio en su paso por el Congreso local no supieron ni pudieron construir una relación seria y profesional ni con sus compañeros, menos con los medios de comunicación social.

La realidad es que ambos utilizan y usaron la curul para vender el voto, hacerse millonarios y con los recursos del pueblo conocer el mundo, porque de ellos no hay ni un exhorto que les permita decir que su paso fue, cuando menos, de decencia legislativa.

El PSD es el negocio de sobrevivencia financiera de la familia Yáñez y su capataz, Eduardo Bourdonave Zamora, quien utiliza la regiduría de Cuernavaca solamente para hacer negocios y extorsionar.

El asunto del presunto convenio de siete millones de pesos firmado entre los hermanitos Yáñez con Cuauhtémoc Blanco ya fue pagado económicamente hasta con creces, de eso no pueden quejarse porque hay un hermano como diputado y otro cuando fue secretario Municipal tuvo el control del dinero hasta más no poder.

Y de darse un resolutivo de la FEPADE de ser cierto el supuesto contrato, no se alegren los opositores de Cuauhtémoc Blanco ni sus seguidores vayan a caer en la depresión, porque pagarían una simple multa, que por cierto, no sería sobre los 50 mil pesos. ¡Corruptos pues los Yáñez!

Ámbito: 
Local