Anaya no aprendió del caso Abarca
Los habitantes de San Luis Potosí tendrán entre sus representantes en la Cámara de Diputados a un personaje con pasado cuestionable y serios señalamientos en su contra porque parece que al PRD, partido integrante de la alianza Por México al Frente ya se contagió en eso de incluir impresentables a sus listas plurinominales.
El hombre que aparece como candidato a diputado por representación proporcional en el cuarto lugar de la segunda circunscripción, garantía de que entra a la Cámara, es José Ricardo Gallardo Cardona El Pollito. Él es pieza clave de “La Gallardía”, como se autonombra un poderoso grupo político que encabeza su papá, el actual alcalde de San Luis Potosí, el perredista Ricardo Gallardo Juárez quien no tiene empacho en presumir, por ejemplo, sus coches de colección, por sólo soltar un brochazo de sus conocidos abuso de poder y desmedida riqueza.
La Gallardía. Grupo político que hace frontera con pandilla, que hace frontera con organización delictiva. “Es como Abarca, pero de San Luis”, suelen diagnosticar propios y extraños. Parece que el PRD no aprendió de la pesadilla de Iguala. Tampoco sus aliados.
Desde hace meses le he insistido en la descomposición en San Luis Potosí capital y en Soledad de Graciano Sánchez, municipio vecino. Los empresarios se dicen extorsionados, los periodistas denuncian ser amenazados de muerte, la sociedad civil padece niveles de inseguridad y violencia no vistos antes… y todos los caminos llevan al apellido Gallardo. Hasta los perredistas se sienten amordazados. ¡Hasta el gobernador, que es del PRI, le saca!
Antes de ser alcalde de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Juárez ocupó el mismo cargo en Soledad de Graciano Sánchez. Cuando terminó su periodo, pasó la estafeta a su hijo José Ricardo Gallardo Cardona.
En 2015, a punto de terminar su administración, Gallardo junior solicitó licencia para buscar la gubernatura del Estado, pero la PGR se lo impidió: fue detenido acusado de desviar a sus cuentas personales más de 200 millones de pesos que pertenecían al municipio. Un año después quedó libre porque la PGR lo acusó del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero un magistrado consideró que el dinero era limpio por ser del erario y lo dejó en libertad. ¿Justicia, error, negociación, corrupción?
El puesto como diputado plurinominal inicialmente era para uno de sus hombres de confianza, José Luis Fernández alias El Chiquis, dirigente estatal del PRD. A él se le conoce como de esos operadores que están dispuestos a mancharse las manos en tiempos electorales. Diversas corrientes del PRD lo señalan como el autor intelectual del episodio tipo-mafia italiana de las cabezas de cerdo que aparecieron afuera de las oficinas de Morena un día antes de la elección de gobernador en el Estado de México. Él lo niega.
Al final del camino, El Chiquis se bajó de la contienda y le abrió paso a Gallardo Jr. quien se convirtió en el elegido del PRD para San Luis Potosí. PAN y Movimiento Ciudadano, sus aliados, están dispuestos a jugar así, a pesar del oscuro pasado y sin importar que sus fieles integrantes estén sumamente molestos por chapotear en el pantano de “La Gallardía”.
Vaya pérdida de identidad electoral. Con decisiones así, cada vez que el candidato Ricardo Anaya fustigue al Napito de López Obrador o enliste a cualquiera de los impresentables del PRI, al Frente le van a recordar a La Gallardía.
SACIAMORBOS. Contender por cargos locales ya no es igual de atractivo: en San Luis Potosí ya no hay fuero.