ENCUENTRO. Los negociadores de México, Canadá y EU se reunieron para afinar capítulos controvertidos. Postura. Juan Carlos Castañón, líder del CCE, dijo “que no queremos negociar el tratado con una soga al cuello”
A pesar de la tensión diplomática entre México y Estados Unidos, por las amenazas de Donald Trump, los tres ministros negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se reunieron ayer en Washington para debatir los capítulos más controvertidos del acuerdo y darle continuidad al pacto comercial.
Tras la decisión del gobierno de Estados Unidos de posponer la octava ronda de negociaciones del TLCAN, prevista del 8 al 16 de abril en ese país, el representante comercial estadunidense, Robert Lighthizer, propuso que este viernes se llevara a cabo una reunión ministerial con sus homólogos de México, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, para darle seguimiento al acuerdo.
Los ministros de las tres naciones debatieron sobre los temas considerados como los más álgidos de la negociación como: las reglas de origen en el sector automotriz, la imposición de aranceles para frutas y hortalizas en territorio estadunidense y la revisión del tratado cada cinco años.
El propósito era llegar a un acuerdo inicial y precautorio del TLCAN, previo a que se realicen las elecciones mexicanas en julio próximo; sin embargo, no hubo resoluciones puntuales a los temas complejos. Lo que sí se acordó fue instruir a los equipos negociadores a reunirse en los próximos días para profundizar el trabajo técnico, con la intención de encontrar los equilibrios que permitan avanzar al proceso en su totalidad.
Posterior a la reunión, la canciller canadiense, Chrystia Freeland, declaró a medios locales que la reunión ministerial había sido “constructiva”, pues se confirmó que existe un compromiso “más intenso” por parte de los negociadores de los tres países, con miras a llevar a un buen término a la negociación del TLCAN.
Por separado, la Secretaría de Economía (SE) emitió un comunicado en donde señaló que los ministros de los tres países se comprometieron a mantener una comunicación permanente, para estar al tanto de la evolución del proceso de negociación. Además, destacó que instruyeron a los equipos negociadores a seguir trabajando en la parte técnica, con la intención de “encontrar los equilibrios que permitan avanzar al proceso en su totalidad”.
Mientras en Estados Unidos se llevaba a cabo la reunión ministerial, en México los miembros del sector privado y autoridades emitieron sus opiniones sobre el tema.
El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, dijo que la tensión diplomática con Estados Unidos no afectarán las negociaciones del TLCAN, por lo que confió en que éstas continuarán.
En entrevista televisiva, el canciller reiteró la exigencia de México hacia el gobierno de Estados Unidos, sobre un trato digno y respetuoso hacia la población. Además, dejó claro que el país no tiene miedo a negociar sobre las condiciones del acuerdo comercial, pero lo hará sin agresiones y de manera diplomática.
Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, respaldó las declaraciones de Videgaray, diciendo que “no queremos negociar el TLCAN con una serie de amenazas y una soga al cuello”.
Asimismo, calificó como un signo positivo el hecho de que vayan a continuar las reuniones técnicas, pues consideró que significan una ventana de oportunidad para avanzar sustantivamente hacia un acuerdo.
Agregó que el sector empresarial mexicano continuará participando activamente en el proceso, a través del Cuarto de Junto, liderado por el CCE y en donde participan también especialistas de todos los sectores de la economía.
Por su parte, el presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Alejandro Ramírez, respaldó la posición de Peña Nieto, y consideró necesario que el gobierno estadunidense sepa que no puede usar al TLCAN como una herramienta de negociación para endurecer sus políticas migratorias.