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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
 

La administración pública no es sencilla ni la puede hacer cualquiera. Una campaña electoral es difícil, se debe convencer al votante y hacer buenas propuestas; pero gobernar es aún más complejo, ahí se necesita de un buen equipo de trabajo y la claridad de lo que se puede hacer con lo que se tiene. En Morelos hay un escenario complicado ¿Quién es capaz de sacar al estado adelante?

 

Hacer campaña no es lo mismo que gobernar y prometer es mucho más sencillo que cumplir. Bajo esa premisa tendríamos que analizar las propuestas electorales y valorar el sentido de nuestro voto. Una y otra vez hemos caído en la trampa de los partidos y somos víctimas de nuestro mal humor social: creemos en promesas irrealizables, confiamos en los mismos de siempre o nos dejamos llevar por una emoción momentánea. Ahora tendremos ocho alternativas para elegir ¿Cuál de ellas es la mejor para Morelos?

La administración de un estado es muy compleja y se requiere de un equipo comprometido y eficiente para sacarla adelante; la buena voluntad es importante, la preparación profesional es básica, pero la integración de un gabinete adecuado es la clave para que el gobierno funcione.

Hay que entender al estado y a su gente para poder dimensionar la complejidad que implica gobernar la tierra de Zapata; también es fundamental conocer la situación en la que se encuentra el gobierno y sus finanzas, para poder definir caminos y soluciones.

Quien encabece la gubernatura de Morelos a partir del 01 de octubre del presente año recibirá una entidad endeudada, con finanzas comprometidas y muy poco margen de maniobra. Los datos están a la vista en la cuenta pública: el sobregiro en el gasto corriente es enorme, resultado de la creación de nuevas secretarías.

La deuda pública contratada por esta administración comprometió las finanzas públicas por los próximos 20 años y redujo de manera sustancial la capacidad de operación del siguiente gobierno. Más claro: los créditos que ha solicitado Graco Ramírez los pagarán los próximos cuatro gobernadores y el dinero saldrá de los bolsillos de cada uno de los morelenses; con más de 9 mil millones de pesos de deuda pública, cada morelense debe hoy más de 20 mil pesos. De ese tamaño es el compromiso económico que contrató el gobernador perredista.

Entonces, hay que analizar: ¿Quién puede sortear el temporal financiero y cumplir con los compromisos del estado? ¿Qué promesas de campaña son realizables, tomando en cuenta el escenario económico que tendrá el próximo gobernador? ¿Cuál es el camino a seguir en Morelos si la capacidad económica del gobierno se ha reducido al mínimo? ¿Quién es capaz de hacer lo mejor por el estado y por su gente?

Son ocho candidatos y un sólo estado, somos poco más de un millón 400 mil electores de un universo de casi dos millones de habitantes. Ya conocemos los rostros de quienes quieren gobernar el estado, pero aún no conocemos las propuestas que harán para transformar nuestra entidad. La base es lo que hay y lo que se ha hecho, la clave es poder aprovechar lo bueno, replantear lo malo y no querer reinventar todo como ha sucedido cada seis años.

En la boleta electoral del 01 de julio estarán Cuauhtémoc Blanco, Víctor Caballero, Rodrigo Gayosso, Jorge Meade, Alejandro Vera, Fidel Demédicis, Nadia Lara y Mario Rojas; uno de ellos será el próximo gobernador del estado y en ese momento su rol cambiará (así debe ser): se despojará del rol de candidato, dejará de ser el representante de un partido y deberá comenzar a atender las necesidades de todos los ciudadanos. 

¿Con quién gobernará? ¿Cuál será la premisa de su gobierno? ¿Por dónde comenzará a trabajar? ¿A qué programas les dará continuidad y cuáles cancelará? ¿Mantendrá la misma estructura gubernamental o reducirá las secretarías? ¿Cómo será su relación con los partidos políticos y de qué manera se relacionará con la sociedad? ¿Cuál será su trato con los grupos sociales? ¿De qué manera reaccionará ante la crítica y cómo atenderá las inconformidades ciudadanas? ¿Y la seguridad pública? ¿Y la comunicación? ¿Y política interna? ¿Y la gobernabilidad?

Insisto: gobernar no es cosa sencilla; Morelos no es un estado de fútbol y los problemas sociales no se resuelven a patadas.

  • posdata

Hace unas semanas la revista proceso refirió en una nota las observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación al gobierno de Morelos; según la publicación, el gobierno de Graco Ramírez ha sido advertido y requerido por varios miles de millones de pesos. Las faltas en las que habría caído la administración perredista de Morelos puede traer consecuencias graves para su titular y para varios de sus colaboradores. Algo similar a esto es lo que enfrentan los ex gobernadores de Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo, Sonora y Chihuahua.

Esto es parte de lo que publicó Proceso:

“En enero pasado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) promovió dos denuncias penales contra el gobierno de Graco Ramírez por un supuesto desvío de recursos cometidos en el ejercicio fiscal del 2016, por un monto de 534 millones de pesos. Lo anterior está incluido en el Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública del 2016 de la ASF, que calificó a Morelos como una entidad en alta situación de riesgo para cumplir con el principio de sostenibilidad, debido a que presentaron déficit en el balance presupuestario de recursos disponibles y en el balance primario de recursos disponibles.

En castellano: Graco Ramírez llevó a Morelos a la insolvencia presupuestal, situación que puede provocar que en los próximos cuatro años la entidad sufra una crisis presupuestal que lleve a la cancelación del pago de la deuda pública que supera los ocho mil millones de pesos. Además de eso, según el mismo informe, el gobierno estatal cayó en un subejercicio por la cantidad de 162 millones de pesos.

Las auditorías observan irregularidades financieras en la cuenta pública del gobierno de Morelos en el ejercicio fiscal de 2016 correspondientes a participaciones federales por un monto de tres mil 42 millones de pesos, de los cuales aún no ha logrado solventar 959 millones de pesos, es decir, no ha comprobado en qué se invirtió y en qué se gastó.

El gobierno de Graco Ramírez enfrenta pliegos de observaciones acumulados desde el 2012 y hasta el 2016 por un monto global de cuatro mil 420 millones de pesos que no ha podido solventar y que podrían representar un desfalco económico a la hacienda pública estatal; por esa razón la Auditoría Superior de la Federación inició procedimientos para que el gobierno de Graco Ramírez reintegre a la Hacienda Pública Estatal y Federal 297 millones de pesos.” Hasta aquí la nota.

El tema financiero es la clave de lo que viene en la agenda del estado; los problemas sociales, políticos y de seguridad se pueden discutir en el contexto de la política e interpretar a conveniencia, pero en materia económica los números son fríos y las sanciones claras.

El séptimo año de este gobierno será muy complicado. Las investigaciones ya comenzaron y los personajes están perfectamente identificados; el hilo se romperá por lo más delgado. Los primeros en la lista son Andrik Ruíz de Chávez y Sergio Beltrán Toto.

  • nota

Este día concluye el ciclo de Francisco Santillán como Secretario del Trabajo del gobierno estatal. Casi un año se separó el diputado de su curul para atender el área labora de un gobierno que de principio a fin ha estado en medio de conflictos.

Paco tomó una secretaría que por mucho tiempo se manejó de manera frívola y superficial, cuya titular se entregó a los intereses de un grupo sindical y actuó por encomienda económica. El principal reto de Santillán fue poner orden en la oficina, liberarla de compromisos políticos, atender el rezago y profesionalizar el trabajo institucional.

Nunca ha sido sencillo convivir con ese sector, en él se combinan muchos intereses personales y de grupo, además de que se enfrentan muchos retos profesionales y técnicos. Los esfuerzos para atender la problemática laboral en Morelos han sido muchos desde hace varios años, eso permitió quitar a la entidad el estigma de ser un estado conflictivo para ponerlo como un destino atractivo para la inversión.

Al secretario le reconocen diálogo con todos los sectores, paz laboral, coadyuvar a la buena relación entre empresarios y trabajadores, alcanzar buenos indicadores y sobre todo haber dado un giro de 180 grados al estilo de Gabriela Gómez Orihuela, quien por cierto se ostenta como maestra sin haber hecho el examen de grado.

Paco regresa a su curul, desde ahí observará el proceso electoral y el final de un régimen que se caracterizó por la confrontación a partir de los odios personales de su titular. Lo bueno del gobierno de Graco Ramírez está a la vista, quizá se reconozca con el tiempo, pero por el momento es imposible de apreciar porque lo que predominó de principio a fin fue la personalidad del gobernador y lo que siempre se impuso fue su carácter.

Francisco Santillán es de los pocos secretarios valiosos que ha tenido el régimen; no tengo claro las razones de su salida, pero sin duda dejará un vacío importante en el equipo de gobierno. Sin ser parte del partido político del gobernador y a pesar de que en distintos momentos fueron públicas las diferencias entre ambos, Paco fue más leal a Graco Ramírez que muchos de quienes están con él y se han beneficiado económicamente del gobierno.

Paco concluye una etapa profesional y lo hace bien. Visto el desempeño de la clase gobernante es difícil ver algo bueno en los políticos, pero Santillán es de lo poco rescatable.

  • post it

Alguien sugirió al gobernador iniciar una campaña publicitaria con su imagen en redes sociales; su figura aparece al lado de mujeres o niños, con frases que refieren las acciones de su gobierno.

Quizá el mandatario no ha percibido (o no acepta) el enorme desgaste que tiene su figura, el profundo enojo de la gente y lo poco atinado que resulta que lo publiciten en tiempos electorales. Tal vez por ello insiste en mostrarse como si fuera él quien está en campaña.

La prudencia nunca ha sido característica de este gobernador; su personalidad, su carácter y sus odios marcaron su gobierno de principio a fin. Graco Ramírez puso ser el gobernador de la transformación del estado, pero se convirtió en el gobernante de los rencores y los desquites. Al final del sexenio esa actitud pesa mucho... y lo peor para él apenas viene.  

Si el gobernador quiere ayudar a su partido y a sus candidatos es prudente hablar de los logros de la administración, pero sin su imagen. Su figura no suma votos.

  • redes sociales

Como titular de la Secretaría del Trabajo Gabriela Gómez Orihuela se caracterizó por su arrogancia, por el maltrato al personal y por actuar por consigna; en su oficina cuentan que la funcionaria era vanidosa, voluble y muy limitada profesionalmente, pero gozaba, como hasta ahora, de la protección de la CTM y de su titular.

Aunado a ello, dicen, Orihuela engañaba al ostentarse como maestra en Ciencias Políticas, pues a través del portal de Transparencia un ciudadano solicitó su número de cédula profesional y resultó que no la tenía.

Hoy la maestra Gabriela Gómez participa en la fórmula electoral de Cuernavaca del PRI con el licenciado Víctor Saucedo Perdomo. Tal para cual.

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