Los magistrados y los medios
A los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no les gusta comparecer ante los medios.
Los eluden cuando pueden, pero ayer no pudieron.
Ofrecieron una conferencia de prensa para explicar su fallo sobre Jaime Rodríguez, El Bronco.
“Queremos dejar en claro que este Tribunal no hace política, no juzga, ni litiga con base en señalamientos en medios de comunicación o en redes sociales”, sentenció el magistrado Fuentes Barrera.
No hubo preguntas ni respuestas. Se trató de una conferencia extraordinaria. La excepción que confirma de la regla de no comparecer ante reporteros.
Los examigos
Miguel Ángel Mancera realizó una gira por Nayarit para explicar eso del gobierno de coalición que aspira a coordinar.
En el hotel donde se hospedó coincidió con López Obrador. El tabasqueño reconoció que se dio cuenta pero que no saludó a Mancera porque no le cae bien.
El candidato de Morena prefiere hablar con los narcos y hace el feo a los políticos de oposición porque le caen gordos. ¿Será igual si gobierna?
Pocas horas después, Mancera fue a un restaurante y que se topa con Marcelo Ebrard. Ambos exjefes de Gobierno se ignoraron olímpicamente y sentaron lo más lejos posible.
Esos tres, AMLO y Ebrard y Mancera, conformaron la ecuación que resolvió la sucesión en la Ciudad de México en el 2102. Pero hoy ni la palabra se dirigen.
Segundo Round
El equipo del candidato presidencial de la coalición de Por México al Frente regresó al ring.
Después de unos días de impasse el tema de la nave industrial y la triangulación financiero volvió a los diarios, tras lo que dijo el chofer presta nombres.
Ricardo Anaya antes de reemprender su defensa, declaró que el caso estaba cerrado.
Pero el PRI lo considera abierto y con ganas de engordar el expediente.
Todavía no queda claro si cuenta con nuevos elementos, ahora sí contundentes o si tiene el mismo arsenal y solo le dará una segunda vuelta.
El tiempo pasa de prisa. La jornada electoral despunta en el horizonte.
Poder sobre las gasolinas
Como prometer no empobrece, dar es lo que aniquila. López Obrador continuó con ráfaga de promesas rumbo a las elecciones.
No es motivo de sorpresa. Eso hacen buena parte del día los candidatos, prometer.
Pero a veces se pasan de la raya. El tabasqueño ofreció que durante su eventual gobierno no subirá el precio de las gasolinas.
Muy raro. El precio de los combustibles se mueve en un carril diferente al de las atribuciones del Ejecutivo mexicano.
Las tarifas cambian de manera constante en todo el mundo, pueden tener alzas o reducciones pronunciadas o discretas. Tal vez AMLO piensa que con su voluntad v a regular el mercado internacional, pero no.
Lo más que podría hacer es otorgar un gigantesco subsidio a los automovilistas.