Llevaría cinco años reubicar el proyecto. Pegaría al sector aeroportuario con rebaja en su calidad crediticia. El desarrollo del sector es 10 por ciento anual y se registran serias restricciones de capacidad y saturación
Cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) o retrasar su apertura, sería negativo para el sector aeroportuario mexicano y para sus perspectivas crediticias, dijo la calificadora Moody’s.
Moody’s refirió que el tráfico total de pasajeros aéreos en México aumentó 60 por ciento entre 2012 y 2017, un promedio de 10 por ciento anual, por lo que las compañías aeroportuarias esperan que continúe esta tendencia de la mano con la disminución del costo en los boletos que provoca la mayor competencia entre aerolíneas.
Expuso que la apertura del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México generaría flujo de efectivo adicional para el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México Nafin F/80460 (MEXCAT) que estaría disponible para pago de servicio de la deuda debido a la mayor capacidad y crecimiento esperado del tráfico de pasajeros.
“La cancelación del proyecto, o serios retrasos de su apertura, tendrían implicaciones crediticias negativas, no nada más para MEXCAT sino también para el sector aeroportuario mexicano en general”, refirió.
“El principal desafío de largo plazo para las compañías aeroportuarias son las restricciones de capacidad que pudieran inhibir su crecimiento”, apuntó el analista de Moody’s, Adrián Garza.
Añadió que para “poder atender la fuerte demanda, muchos aeropuertos necesitarán inversiones de capital y contratación de deuda adicional para financiamiento durante los próximos cinco años”.
La creciente demanda local e internacional también impulsa la tendencia de crecimiento de tráfico aéreo, ante mejores perspectivas económicas en México y Estados Unidos que podrían atraer más pasajeros internacionales. La agencia evaluadora mencionó que el desempeño financiero de los aeropuertos también se beneficia con el crecimiento de los ingresos no aeronáuticos.
Los ingresos totales de los aeropuertos privados están creciendo incluso más rápido que el tráfico, a una tasa anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) de 21 por ciento en el período 2013-2017, impulsados por ingresos no aeronáuticos tales como concesiones, las cuales aumentaron a una CAGR de 21.2 por ciento en el mismo período, reseñó.
Como resultado, se fortaleció la situación financiera de los aeropuertos mexicanos, reportando indicadores clave más altos que el promedio de la cartera global de aeropuertos administrados por privados calificada por Moody’s.
Añadió que las compañías tienen sólidos antecedentes con la ejecución de programas de capital para aumentar su capacidad y tienen solidez financiera para tomar endeudamiento adicional sin sufrir implicaciones crediticias importantes.