TERTULIA POLÍTICA

 

 

 

        El mejor ejemplo de lo anterior, es lo que sucede con una buena cantidad de los diputados locales, que por la mañana son representantes populares y, por la tarde, son candidatos a reelegirse o para buscar ser alcaldes. Del Congreso de Rodrigo Gayosso, que en realidad lo es todo, cuando menos 13 de los diputados en su nómina son candidatos.

        Pero de entre los anteriores hay varios, que representan la basura, la doble moral, el doble lenguaje; se dan golpes de pecho ante la ciudadanía y, en sus ratos libres andan buscando meretrices; amores de ocasión, de esos que cobran, no importa que no sean completamente del sexo opuesto; con que tengan buen aspecto basta, no importa que tengan lo mismo.

        En ese segmento se encuentra el tal Alberto Mojica Linares, el supuesto panista que habla de familia; habla también de honestidad y de respeto a la vida, pero al final del día, “anda de don Juan de barriada” o contactando personas que venden caricias. Es hipócrita y mentiroso.

        Y cómo hablar de honestidad, cuando el ahora flamante candidato a diputado federal por el primer distrito, en sus contados días de presidente de la Comisión de Hacienda, lo tuvieron que remover de ese cargo, por una sencilla razón:

Su papá, el locutor Alberto Mojica, andaba extorsionando presidentes municipales; les exigía publicidad para sus pasquines radiofónicos del “Grupo En Serio”, a cambio de no tener problemas con la Comisión de Hacienda del Congreso.

Para cerrar el círculo, su madre de Alberto, buscó negociar las comisiones con instituciones bancarias; en Banorte, se aceptó haber tenido encuentros con la señora, que ofreció orientar la contratación de créditos del los ayuntamientos.

En el caso del respeto a la vida, me dicen que una secretaria se En Serio, del Grupo SonProsa, fue despedida y amenazada, luego de que tuvo “relaciones amorosas” con Beto Mojica cuyo fruto de esa pasión, fue un embarazo que fue obligada a abortar. Pura hipocresía pues.

En más de lo mismo, el payaso que firma como diputado de nombre Julio César Yáñez Moreno, habla de compromisos con la honestidad y enfoca sus misiles al ayuntamiento de Cuernavaca, precisamente en donde es señalado del desvío de millones de pesos.

Ese que se quiere desagraviar, como dice en su campaña de proselitismo en busca de la presidencia municipal e Cuernavaca, saturó las oficinas del ayuntamiento de Cuernavaca con integrantes de grupos criminales; la basura es el mejor ejemplo del caso, en cuyo tema se han registrado varios asesinatos.

Julio Yáñez, a quien se le relaciona sentimentalmente con Rodrigo Gayosso Cepeda, agarrado de cuya mano corrió por los jardines y espacios de diversión de Disney, allá por diciembre de 2016, es un sujeto que se ha mantenido en el control del Partido Socialdemócrata, amparado por el patrocinio de narcotraficantes.

Hoy, ese sujeto simulador, ladrón y mentiroso, se presenta como una blanca paloma y, con el apoyo de su pareja, del señor Rodrigo Gayosso, trabajó temas legislativos vinculados con los transportistas, con un solo fin, traducir en votos el presunto beneficio.

Hoy resulta que Julio Yáñez no trae otro tema que el de la honestidad, cuando todo mundo sabe que es un vivales, un ladrón que desfondó económicamente varias dependencias del municipio de Cuernavaca, en solo 6 meses.

Al final, me parece que las negociaciones que se dieron en la coalición “Juntos Haremos Historia”, para imponer a José Luis Borbolla, hechura y sirviente de Francisco Moreno Merino (ahí se ve al final a quién sirve) como candidato a presidente municipal de Cuernavaca, motivaron la decepción de muchos que creían que los aspirantes a la alcaldía eran más serios y que, al final, entraron en un vulgar cambalache, para colocar a familiares en posiciones que, al final, creo que será difícil que consigan… Hoy Morena y sus comparsas, están más lejos que nunca del triunfo en Cuernavaca.