Incognitapro

VIDA POLÍTICA

POR PROBLEMAS INTERNOS, EL IMPEPAC PONE EN GRAVE RIESGO EL PROCESO ELECTORAL DEL PRIMERO DE JULIO…

 

 

Entre el desorden que traen los partidos políticos y los intereses que mantienen algunos consejeros electorales de Morelos, la sociedad desconoce quiénes efectivamente son candidatos a las presidencias municipales, síndicos, regidores, diputados por la vía directa del voto y los plurinominales.

La elección en Morelos en realidad es un desastre, incluso ya el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, plantea dedicar una ventanilla y una sala especial para asuntos que les llegan de nuestra entidad.

Conforme pasan los días y no hay presupuesto en las instancias como el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana y el Tribunal Electoral para el Estado de Morelos, las elecciones se hacen un engrudo.

Los mismos partidos políticos están desorientados y en sus áreas jurídicas como en los diferentes departamentos del Impepac a falta de personal, suelen trabajar más que horas extras y hay explotación laboral, así como maltrato.

El desorden en la organización del proceso electoral y comicial dejaría al estado en un momento de rebelión social, porque hay integrantes del Consejo Estatal Electoral del Impepac que actúan como representantes de partidos políticos.

Lo anterior, deja en evidencia que no hay un órgano administrativo electoral confiable, situación que advierte más allá de un fraude electoral el riesgo de que antes del primero de julio se caiga la elección.

Actualmente ante el TEPJF, nuestra entidad es la que mayor número de demandas y quejas tiene que son atendidas en tiempo y forma, pero que al ser regresadas al TEEM suele haber retrasos.

El problema es que también los magistrados electorales del estado carecen de personal y hasta papelería, porque los recursos asignados han sido más que insuficientes para su labor: magros.

En Morelos, estamos en el riesgo de que el proceso de cambio de autoridades se caiga, de entrar en momentos del desorden y generar una entidad en incertidumbre.

Hacer tres años esta situación pasó en Cuernavaca, pero por tres personajes que entonces conocía de la materia electoral la elección continuó hasta el final. Sin embargo, ahora ninguno de los conocedores de la materia electoral siguen dentro del Impepac.

Y lo que es peor, los últimos tres consejeros  que arribaron sus intereses no son, precisamente, los de estar a favor de la democracia, porque Javier Arias Casas, Enrique Pérez Rodríguez e Isabel Guadarrama Bustamante responden a intereses particulares, aunque su conocimiento en la material electoral sea nulo y están ahí por cobrar un salario.

A 62 días del primero de julio, todavía no hay listas de quiénes son y quiénes no son candidatos registrados, el desorden del Impepac está también evidenciado en su propio portal de internet.

En otros tiempos antes de reinventarse las nuevas formas democráticas, en estos días las campañas estaban en su apogeo y cinco –no siete- consejeros electorales trabajaban a marchas forzadas por el beneficio del estado.

Hoy, el Impepac tiene en sus integrantes doctorados y abogados con maestrías, con un sinfín de títulos, diplomados, reconocimientos y demás papeles de que fueron a cursos, pero lo que carece son de conocedores de la materia electoral y de personajes con honestidad para darle al pueblo de Morelos un proceso democrático con certidumbre.

La falta de presupuesto en el Impepac es culpa de su consejera presidenta, Ana Isabel León Trueba, que si bien con su súper salario y prestaciones no quiere renunciar, entonces que haga lo que hizo uno de sus antecesores en el desaparecido Instituto Estatal Electoral, Teodoro Lavín León.

Habrá que recordar que Teodoro Lavín León al ver que su presupuesto para el proceso electoral del 1997 era magro, salió de manera colegiada con el CEE a protestar y de inmediato el gobernador Jorge Carrillo Olea no solamente le otorgó sus peticiones, sino un extra por aquello de que faltará.

Pero en el Impepac hoy resaltan los intereses particulares, no hay un Consejo Estatal Electoral serio y en consecuencia hay una elección en riesgo. Por ello ahora es necesario la renuncia de los siete consejeros y que desde el Instituto Nacional Electoral decidan por cinco ciudadanos morelenses con capacidad de organizar un nuevo proceso, aunque sea el mes de octubre o noviembre, pero que tenga certidumbre para la sociedad.

Hoy, no hay las condiciones en Morelos para realizar un ejercicio democrático, por eso es mejor retardarlo y encontrar entre los millones de ciudadanos honestos con capacidad para organizarlo y reencontrar al estado democrático de otros tiempos.

Como hace falta en el Impepac hombres y mujeres con capacidad.

Ámbito: 
Local