El horror de Jalisco no es casualidad
Los secuestraron mientras estaban en una casa que les había prestado la tía de uno de ellos para hacer un ejercicio escolar. Hay más detalles, pero no son necesarios para retratar el horror.
Ese horror, lo inimaginable, no es fruto de la casualidad.
No.
Tenemos suficientes expertos en estos asuntos como para haber leído desde finales del sexenio cómo, entre otras cosas, el rompimiento de una organización, la de los Valencia, creó primero eso que se llamaban Matazetas y después este monstruo que hoy llamamos cártel de Jalisco Nueva Generación.
Rastreo en un reportaje de MILENIO que fue hasta abril de 2015 que la PGR lo reconoció como el cártel más peligroso del país, aunque en Estados Unidos, al menos un año y medio antes, ya lo habían dicho agencias federales que combaten al crimen organizado.
El 1 de mayo de ese año y los días posteriores, Nueva Generación armó un ataque inédito en varias zonas del occidente del país que resultó en muertos, decenas de bloqueos y un helicóptero militar derribado. Más de 250 miembros de la delincuencia organizada actuando de manera organizada para poner en jaque al Estado. Sí, al Estado.
Eso fue hace tres años.
Desde entonces, más violencia, más muertos, más enfrentamientos. En mayo de 2016 más de 40 muertos en Tanhuato, resultado de un enfrentamiento entre policías federales y miembros de Nueva Generación.
En los últimos meses del año pasado y el primero de 2018, como se consignó aquí, al menos tres líderes de ese cártel, o de las organizaciones que lo precedieron, salieron sospechosamente de las cárceles de Jalisco con decisiones raras de algunos jueces. Las mismas cárceles en las que El Ojo de Vidrio, consuegro de El Mencho, hacía grandes fiestas con los Buchones de Culiacán.
Es el cártel que asesinó a dos AFI hace unos meses y lo presumió.
Ahora de ese cártel ha surgido una nueva facción que encabeza a quien llaman El Cholo y se llama Carlos Enrique Sánchez, hasta hace poco, mano derecha de El Mencho. La Nueva Plaza, se hacen llamar y están en guerra con el cártel Nueva Generación.
A ellos se culpa por la muerte de los jóvenes.
No. Lo de estos días no es casualidad.
Este es el cártel del sexenio. El que alguien o muchos alguien ignoró por años, aún frente a la evidencia.
Ninguna autoridad se puede decir sorprendida frente a este horror.
Todas las autoridades deberían revisar qué no hicieron o hicieron mal.
Twitter: @puigcarlos