El próximo 1 de julio, además de la elección presidencial, en 27 entidades del país se renovarán los congresos, lo que puede derivar en una polarización de fuerzas políticas entre legisladores y gobernadores
De los 18 mil 311 cargos que estarán en juego, solo 629 son federales; el resto, 17 mil 682 son cargos locales.
Además de las 9 gubernaturas que se disputarán, 27 estados elegirán a sus diputados locales y se renovarán mil 597 ayuntamientos.
Un número tan grande de cargos en disputa en los comicios locales representa un potencial cambio en el equilibrio de las fuerzas políticas en el país.
En su “Cuarto Reporte Electoral”, la consultoría Integralia, fundada y dirigida por el expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, señala que de las nueve gubernaturas en juego, hoy dos están en manos del PRI; dos son del PAN; dos, del PRD; una es de la coalición PAN-PRD; y otra más es del PVEM —en coalición con el PRI.
En el caso de los Congresos locales, en 14 el PRI es primera mayoría; en 9 es el PAN; en dos, el PRD; en uno, Morena; y en uno, el PVEM.
El 1 de julio se elegirá a casi mil nuevos diputados locales, lo que puede cambiar la fisonomía del poder estatal.
Los poderes locales
El 1 de julio los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán votarán para renovar la gubernatura; en la Ciudad de México se elegirá a una nueva Jefatura de Gobierno.
En esos estados se renovarán los congresos locales, por lo que está en juego la posibilidad de que mandatarios y primera mayoría en el Legislativo no sean del mismo partido, lo que dificultaría las cosas a los nuevos gobernadores, pero fomentaría el contrapeso entre los poderes
Esta posibilidad aumenta con la entrada en escena de Morena, que por primera vez participará en la elección a gobernador en estos estados.
En los 27 estados que renovarán sus congresos, se elegirán a 972 nuevos diputados locales —585 de mayoría y 387 plurinominales—; esos legisladores representarán al 89.3 por ciento de la población del país.
Hoy día, en ocho de las nueve entidades donde se elegirá a un nuevo gobernador o gobernadora, el actual mandatario y la primera mayoría del Congreso local pertenecen al mismo partido —excepto en la Ciudad de México—, por lo que sus decisiones son aprobadas casi siempre.
En Chiapas el actual mandatario es Manuel Velasco, del PVEM en alianza con el PRI; el Partido Verde es el que tiene la primera mayoría.
En su análisis, Integralia señala que en la anterior elección de gobernador, en el 2012, la diferencia entre el primer lugar (el PVEM) y el segundo lugar (el PRD) fue del 50 por ciento de votos; algo muy lejano a lo que ocurrió en 2006, cuando el PRD ganó por apenas uno por ciento de la votación al PRI.
Velasco cuenta con una primera mayoría de legisladores de su partido, el PVEM.
En Guanajuato gobierna Miguel Márquez del PAN, mismo partido que tiene la primera mayoría en el Congreso local.
En la pasada elección, del 2012, el PAN ganó por 7 por ciento de diferencia de votos al PRI. Y aunque es un margen importante, éste disminuyó considerablemente si se toma en cuenta que la diferencia entre ambos en el 2006 fue de 34.8 por ciento de la votación.
En Jalisco, el gobernador es el priista Aristóteles Sandoval, que también tiene un Congreso a su favor.
En esta entidad la diferencia entre el primero y el segundo lugar es reducida. En 2012, el PRI ganó a Movimiento Ciudadano por 4.4 por ciento de votos; en 2006, el PAN ganó al PRI con apenas 3.8 por ciento.
En Morelos, el gobernador es Graco Ramírez, del PRD, quien también ha tenido un Poder Legislativo donde la primera mayoría son diputados perredistas.
En esa entidad, la diferencia entre el PRD y el PRI fue de 9 por ciento en la elección del 2012. Ese año el PAN perdió el estado, que era uno de sus bastiones. En el 2006, el PAN venció al PRD con 4 por ciento de los votos; pero en el año 2000, la diferencia entre el PAN y el PRI fue de 28.2 por ciento.
Puebla es otro de los estados donde la gubernatura y el Congreso local están dominados por un partido.
Ahí, el gobernador es Antonio Galí, del PAN, que llegó al poder en el 2016 con una ventaja de 12.3 por ciento sobre el PRI; en el 2010, la ventaja azul fue de 10.7 por ciento sobre el tricolor; pero en 2004, el PRI venció al PAN por 14.1 por ciento de los votos.
En Tabasco, el gobernador Arturo Núñez, del PRD, también tiene un congreso amigable; la mayoría de diputados perredistas.
En 2012 el PRD aventajó al PRI por un 7.5 por ciento; en 2007, la anterior elección, el PRI venció al PRD con 9.6 por ciento.
En Veracruz, el actual mandatario, el panista Miguel Ángel Yunes, tiene a su favor la primera mayoría en el Legislativo local.
Es uno de los estados con elecciones más reñidas. En la elección anterior, del 2016, el PAN venció al PRI con apenas el 3.8 por ciento y Morena quedó a 7.99 por ciento del blanquiazul; en 2010, el PRI ganó al PAN con 2.5 por ciento.
En Yucatán, el gobernador priista Rolando Zapata ganó con un margen de 10 por ciento al PAN, en la elección del 2012; en el 2007, el tricolor ganó por una diferencia de 7.5 por ciento.
Zapata tiene también un congreso amigable, con una primera mayoría priista, que le ha facilitado tener acuerdos en su estado.
La excepción a que el mandatario y el congreso local sea de un mismo partido fue la Ciudad de México.
La capital del país está gobernada por el PRD; el exjefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, llegó a ese cargo cobijado por el partido, a pesar de no pertenecer a él.
Sin embargo, en los últimos tres años de su gobierno, la Asamblea Legislativa tuvo como primera mayoría a legisladores de Morena, lo que complicó acuerdos y provocó una alianza de facto entre el PRD y el PAN para sacar adelante los temas del mandatario.
La diferencia entre el primer y el segundo lugar en las elecciones fue en aumento en los últimos años.
En el año 2000, el PRD venció al PAN con un margen de apenas el 3 por ciento de los votos; en el 2006, la diferencia entre el PRD y el PAN fue de 19 por ciento; y en el 2012, un total de 45 puntos porcentuales separó al PRD del PRI.
Renovación municipal
El día de la elección se va a elegir también a mil 597 ayuntamientos, además de las 16 alcaldías en la Ciudad de México.
La elección de los Ayuntamientos implica no solo a los presidentes municipales, sino a mil 665 síndicos; 12 mil 23 regidores y otros 163 funcionarios locales.
Estos municipios representan el 65.5 por ciento del total de los ayuntamientos y alcaldías del país. En esas localidades vive el 83.5 por ciento de la población.
Solo los estados de Baja California, Nayarit, Durango, Aguascalientes, Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz no renovarán sus ayuntamientos.