Así se vivió el mitin de Cuauhtémoc Blanco en Yautepec, Morelos, un jugador fuera de la cancha que pronostica el resultado por 'goliza'.
"¡Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver: este sí es del pueblo, viva Cuauhtémoc vota por él!!". Canta la batucada: 40 jóvenes con playeras blancas y el "#TeamCuauh" estampado en color morado del PES mientras al deportivo Atlihuayán, en Yautepec, llega un camión, llega otro y todos traen pegada una lona donde Cuauhtémoc Blanco, el goleador del América, el Alcalde de Cuernavaca, hoy candidato a Gobernador, posa como si festejara un gol apuntando al cielo.
"¡Para ganarle al Temo, para ganarle al Temo se necesita un candidato más fuerte, un candidato más fuerte que no lo hay, que no lo hay". Hay polvo, pasto, una cancha de fútbol, cachuchas rojas del PT, banderas, fotografías de Andrés Manuel López Obrador.
"Me siento como en un estadio de fútbol", dirá el Temo en Cuautla, en el segundo mitin, porque ahora apenas entra al deportivo y los gritos se hacen más fuertes.
Hay lonas pegadas hasta en las porterías viejas. Flota el polvo a pesar del pasto. La batucada no cesa ni el grupo que los sigue, que para eso, según dos de sus integrantes, el Temo les paga mil 400 pesos semanales.
"Nos dan agua, banderines, sándwiches. La verdad es que sí nos tratan bien a todos los chavos, también vienen otros camiones, pero a esos no sé les pagan", dijo Dante Arturo.
El Temo va hacia el templete. "¡Arriba Tepito!", le gritan y él se toma fotos en la valla, llena de pamboleros que buscan una selfi mientras allá, al fondo del deportivo, mujeres y niños sudorosos, que llegaron de Cuernavaca, Tetelcingo y de Huitzilac en camiones que dicen que también los mandó el Temo, se pelean por las sombrillas blancas con el logo del PES.
Una mujer se avienta sobre una única sombrilla, los demás se le van encima y cuando logra zafarse la sombrilla ya está rota.
El Temo, tanto ya está bajo el templete. Parece tímido, pensativo. Playera blanca con el logo del PES, jeans azules, las dos manos metidas en las bolsas del pantalón. Un jugador fuera de la cancha, espera junto a su agente deportivo, que convirtió en funcionario municipal, Juan Manuel Sanz.
¿Cómo va a quedar la elección, Cuauh?
—Vamos a ganar por goliza, cabrón.
En la entrada ya se oyen los gritos a López Obrador que acaba de llegar.
Se enciende, bajo el sol de más de 20 grados de las cinco de la tarde. Hay sudor sobre su frente.
"Así es la política, por eso yo siempre he dicho que la política es una mugre. Toda la clase política me da tristeza y por eso la gente está cómo está... A ése lo trajeron los Yáñez, por eso lo corrí, porque aunque me quieran involucrar no lo van a lograr. La política se maneja así, por eso en el debate voy a decir la verdad de todos lo que se han robado toda esta bola de rateros, yo no". Rápido, de corrido.
Lopez Obrador ya está aquí, la gente, miles, seis mil, siete mil, ellos dicen que más de diez mil, sobre el campo de fútbol grita. Redobla la "TeamCuauh". Emocionado, la sonrisa a punto de salir como un niño, Temo sube al templete. El futbolista no puede ocultar su emoción de estar junto "al señor Lopez Obrador".
"Éste desgraciado del Gobernador (Graco Ramírez, del PRD) que me ha hecho en la vida de cuadritos", acusa en su discurso. Pero dice que no va a dejarse. "Y créanme aquí en Morelos los voy a defender, así como defendí la camiseta nacional por mi País, yo los voy a defender a todos ustedes de estas injusticias".
Adelanta que le van a seguir dando duro a la guerra sucia. "Así como el señor López Obrador va arriba en las encuestas le dan con la cubeta, ahora yo voy arriba y me van a dar igual con la cubeta".
Sólo hay alguien más que puede ganarle en fama a un futbolista: Lopez Obrador. Sobre todo en esta tierra de la revolución, de Emiliano Zapata. ¡Obrador! ¡Obrador!", le gritan. Incluso el Temo corea qué "¡Es un honor estar con Obrador!".
El candidato presidencial recuerda la lucha agraria, los 300 hacendados protegidos por Porfirio Díaz que entonces eran "la mafia del poder" contra quien se reveló Zapata.
"¡Ahora está peor, ahora son 100!", arenga contra los hombres de negocios con los que ha polemizado todo el día.
Luego se van al segundo mitin en Cuautla, donde también está la batucada. La calle desbordada. Hay gente incluso detrás del templete, hacen a un lado la lona para que López Obrador voltee y los mire. "¡Peje, Peje!", le gritan. "Perdonen que les dé la espalda", dice un tímido goleador, disminuido ante el fervor hacia el otro candidato.
Medio centenar de mujeres con playeras rosas suenan matracas, platillos y panderos y gritan cada vez que la gente, sobre las banquetas, repudian a Lucy Meza, ex diputada perredista y ahora candidata al Senado por Morena. Dos jóvenes reparten agua y paletas de hielo, pero la gente chupa el hielo y grita: "¡Fuera, ratera, fuera, ratera!"
López Obrador impulsa al Temo.
"Vamos a ganar por goliza en México y en Morelos".
"¡Para ganarle al Temo, para ganarle al Temo se necesita un candidato más fuerte, un candidato más fuerte que no lo hay, que no lo hay". Hay polvo, pasto, una cancha de fútbol, cachuchas rojas del PT, banderas, fotografías de Andrés Manuel López Obrador.
"Me siento como en un estadio de fútbol", dirá el Temo en Cuautla, en el segundo mitin, porque ahora apenas entra al deportivo y los gritos se hacen más fuertes.
Hay lonas pegadas hasta en las porterías viejas. Flota el polvo a pesar del pasto. La batucada no cesa ni el grupo que los sigue, que para eso, según dos de sus integrantes, el Temo les paga mil 400 pesos semanales.
"Nos dan agua, banderines, sándwiches. La verdad es que sí nos tratan bien a todos los chavos, también vienen otros camiones, pero a esos no sé les pagan", dijo Dante Arturo.
El Temo va hacia el templete. "¡Arriba Tepito!", le gritan y él se toma fotos en la valla, llena de pamboleros que buscan una selfi mientras allá, al fondo del deportivo, mujeres y niños sudorosos, que llegaron de Cuernavaca, Tetelcingo y de Huitzilac en camiones que dicen que también los mandó el Temo, se pelean por las sombrillas blancas con el logo del PES.
Una mujer se avienta sobre una única sombrilla, los demás se le van encima y cuando logra zafarse la sombrilla ya está rota.
El Temo, tanto ya está bajo el templete. Parece tímido, pensativo. Playera blanca con el logo del PES, jeans azules, las dos manos metidas en las bolsas del pantalón. Un jugador fuera de la cancha, espera junto a su agente deportivo, que convirtió en funcionario municipal, Juan Manuel Sanz.
¿Cómo va a quedar la elección, Cuauh?
—Vamos a ganar por goliza, cabrón.
En la entrada ya se oyen los gritos a López Obrador que acaba de llegar.
Se enciende, bajo el sol de más de 20 grados de las cinco de la tarde. Hay sudor sobre su frente.
"Así es la política, por eso yo siempre he dicho que la política es una mugre. Toda la clase política me da tristeza y por eso la gente está cómo está... A ése lo trajeron los Yáñez, por eso lo corrí, porque aunque me quieran involucrar no lo van a lograr. La política se maneja así, por eso en el debate voy a decir la verdad de todos lo que se han robado toda esta bola de rateros, yo no". Rápido, de corrido.
Lopez Obrador ya está aquí, la gente, miles, seis mil, siete mil, ellos dicen que más de diez mil, sobre el campo de fútbol grita. Redobla la "TeamCuauh". Emocionado, la sonrisa a punto de salir como un niño, Temo sube al templete. El futbolista no puede ocultar su emoción de estar junto "al señor Lopez Obrador".
"Éste desgraciado del Gobernador (Graco Ramírez, del PRD) que me ha hecho en la vida de cuadritos", acusa en su discurso. Pero dice que no va a dejarse. "Y créanme aquí en Morelos los voy a defender, así como defendí la camiseta nacional por mi País, yo los voy a defender a todos ustedes de estas injusticias".
Adelanta que le van a seguir dando duro a la guerra sucia. "Así como el señor López Obrador va arriba en las encuestas le dan con la cubeta, ahora yo voy arriba y me van a dar igual con la cubeta".
Sólo hay alguien más que puede ganarle en fama a un futbolista: Lopez Obrador. Sobre todo en esta tierra de la revolución, de Emiliano Zapata. ¡Obrador! ¡Obrador!", le gritan. Incluso el Temo corea qué "¡Es un honor estar con Obrador!".
El candidato presidencial recuerda la lucha agraria, los 300 hacendados protegidos por Porfirio Díaz que entonces eran "la mafia del poder" contra quien se reveló Zapata.
"¡Ahora está peor, ahora son 100!", arenga contra los hombres de negocios con los que ha polemizado todo el día.
Luego se van al segundo mitin en Cuautla, donde también está la batucada. La calle desbordada. Hay gente incluso detrás del templete, hacen a un lado la lona para que López Obrador voltee y los mire. "¡Peje, Peje!", le gritan. "Perdonen que les dé la espalda", dice un tímido goleador, disminuido ante el fervor hacia el otro candidato.
Medio centenar de mujeres con playeras rosas suenan matracas, platillos y panderos y gritan cada vez que la gente, sobre las banquetas, repudian a Lucy Meza, ex diputada perredista y ahora candidata al Senado por Morena. Dos jóvenes reparten agua y paletas de hielo, pero la gente chupa el hielo y grita: "¡Fuera, ratera, fuera, ratera!"
López Obrador impulsa al Temo.
"Vamos a ganar por goliza en México y en Morelos".
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