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OBSERVADOR POLÍTICO

 
El próximo primero de julio, se avecina una verdadera tormenta para el abanderado al gobierno de Morelos por el PRI, Jorge Meade Ocaranza. Su derrota es inminente, ya que al igual que su tocayo de apellido, Pepe Meade Kuribreña ocupan los últimos lugares de la preferencia. La debacle del tricolor en la entidad es inminente y de ello tiene conocimiento el Fraile, quien ni tarde ni perezoso, inició una perversa acción para apoderarse de los restos que quedan del Revolucionario Institucional, tras la destitución que hizo de Alberto Martínez González para de esa manera, asegurarse su futuro político después de los comicios.

 

LA CAÍDA ESTREPITOSA DEL TRICOLOR.-  La llegada de Jorge Meade Ocaranza a la candidatura tricolor para la gubernatura fue la peor decisión, al menos para los militantes de ese instituto político que albergaban alguna esperanza porque, su presencia más que buscar la unidad ocasionó la división, confrontación y desbandada de cientos de priistas. Todo mundo sabe que Meade es el “Delfín” de Graco Ramírez, es decir, su plan B en caso de que no gane su plan A. En pocas palabras, es el esquirol del tricolor quién hace que juega, pero que sabe a conciencia que perderá.

En los últimos años, muchos de los candidatos a gobernador jugaron a perder y al final, terminaron ganando. Así fue como se apoderaron del PRI tanto Maricela Sánchez Cortés como Amado Orihuela Trejo, ambos abanderados a gobernador en los procesos electorales del 2016 y 2012. Ahora, tal parece llegó el turno de Meade, quien logró colocar a gente a fin a su proyecto tanto en alcaldías como en diputaciones, sindicaturas y regidurías para mantener un control absoluto en ellos, de llegar a ganar.

Sin embargo, la idea del ex delegado de la Sedesol, señalado en reiteradas ocasiones por actos de corrupción por campesinos, madres de familia y demás sectores vulnerables, en lugar de andar haciendo campaña se ha dedicado con atención especial, en continuar apoderándose de los restos que quedan del otrora partido en el poder.

La idea es, después de las elecciones del uno de julio y una vez que conozca su derrota, iniciará una acción para ir por la dirigencia del CDE en donde tendrá ya mayoría de funcionarios controlando al tricolor para desde ya, ir palomeando a quienes serán sus candidatos para los siguientes tres años y continuar con esa vida de lujos, seguir viviendo del presupuesto y argumentando ser una persona honesta cuando sus irregularidades se cuentan por montones.

 

LA DEBACLE PRIISTA.- La situación que vive el priismo local no es exclusivo de Morelos, ya que la misma situación la padecen los demás abanderados tricolores, con pocas o casi nulas expectativas de triunfo. Y es que, al igual que Meade Ocaranza, los otros ocho candidatos del PRI que buscan las gubernaturas hasta el momento ninguno va en primer lugar o ya siquiera en segundo lugar de las encuestas locales. Esa es la triste realidad, por los excesos, errores, abusos y actos de corrupción que se han cometido durante los gobiernos federales y estatales emanados del Revolucionario Institucional.

 

EL ENFRENTAMIENTO.- Desde su llegada, en automático se vio la gandallez de Jorge Meade contra un frágil dirigente del PRI, Alberto Martínez a quien rápido le agarró el modo. Le quitó candidaturas a alcaldías, diputaciones y regidurías aliándose con algunos sectores y organizaciones como la CTM, CNOP, CNC, las mujeres y los jóvenes para imponer a sus incondicionales. Esta acción, ocasionó la inconformidad del presidente quien amenazó con renunciar al partido. Sólo quedó en eso. Pero desde ahí ya estaba pactado su futuro y su salida de la dirigencia partidista.

La debilidad de Martínez González fue aprovechada por Meade. Y desde ahí, dio inicio su plan para apoderarse de lo que queda de ese instituto político, sin importarle la unidad ni los enfrentamientos y mucho menos las desbandadas que ha provocado, por lo que incluso, hay quienes mencionan que esa es la verdadera consigna del candidato, no hacer nada para ganar, y vaya que se está esforzando y con creces.

 

LA CAÍDA DEL LÍDER TRICOLOR.- El diputado local que jamás renunció al cargo como había prometido para dedicarse a la dirigencia, solito se puso la soga al cuello, ya que solo estaban esperando un error, el que fuera, para echarlo a patadas… Y lo lograron. Los estatutos mandan que en ausencia del presidente por prelación entra en su lugar la secretaria general, en este caso Maricela Velázquez Sánchez y coordinadora de la campaña presidencial en Morelos, de Jorge Antonio Meade Kuribreña, sin embargo, también con ella está peleada, enfrentada y evidentemente que bajo ninguna circunstancia permitiría que llegara a ocupar el lugar de La Pave.

La estrategia que implementaron fue burda pero dentro de las negociones política que les permite el partido, se alió con el delegado del CEN del PRI en Morelos, Antonio Lugo Morales, quien supuestamente será de transición su paso por la dirigencia, es decir, mientras concluye el proceso para después, dejarle el plato servido al seguro candidato perdedor. Este es el PRI de ayer, de hoy y seguro el de mañana. El de la traición, la confrontación, la división y desde donde se trabaja para favorecer al candidato de enfrente, al de gobierno, al de los amarillos porque para eso lo pusieron.

SE FUE BORBOLLA DEL PES.- Llegó de forma intermitente y de la misma manera se fue del Partido Encuentro Social, José Luis Gómez Borbolla. Intentó ser diputado plurinominal local y se le atravesó una mujer; luego quiso ser candidato plurinominal federal y le pusieron al secretario técnico del Ayuntamiento de Cuernavaca; buscó un distrito local y se lo dieron a MORENA; al final, lo eligieron para ser abanderado a la alcaldía de Cuernavaca y por indisciplinado se la quitaron. Hoy, se siguen peleando y Borbolla se emberrinchó y rechaza renunciar a la candidatura. Ante esta situación, la dirigencia nacional del Partido Encuentro Social decidió lanzar al ex árbitro Gilberto Alcalá como su candidato pero surgió el nombre del empresario Raúl Iragorri Montoya. Total, se les hizo bolas el engrupo a la coalición “Juntos Haremos Historia” y a tres días de la fecha fatal, se vislumbra un rompimiento entre MORENA, PES y PT y cada quien lanzaría a su candidato. Hoy esa alianza está rota de facto. La división y confrontación es una realidad. Y mientras, el famoso “Choche”, será sujeto de un proceso de expulsión. Cosas de la política.

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